• Los Tres Reyes Polacos

    by  • 16 diciembre, 2015 • El Trinche Carlovich, Historias • 4 Comments

    POR EL TRINCHE CARLOVICH

    Willimowski creo que es el único jugador de la historia que ha marcado más goles que ocasiones tuvo

    Fritz Walter

     Ahora son Lewandowski y Krychowiak cuando antes fueron Boniek, Zmuda o Lato. Pero más desconocidos -aunque no menos importantes en el país- son los internacionales polacos de los años 30, que juntaron una de las selecciones más potentes del mundo y que, de no haber sido por la maldita II Guerra Mundial, podían haber dominado el planeta futbolístico. En los JJOO del 36 llegaron a semifinales y en el Mundial 38 sólo Brasil los pudo apear en uno de los mejores partidos de la historia de los Mundiales. En aquella selección polaca predominaban los jugadores del Ruch, sobre todo en su ataque, donde Wodarz, Peterek y Wilimoski sembraban el terror en las defensas. Tres Reyes a los que la guerra marcó de forma muy distinta.

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    En marzo de 2013 todos los periódicos se hicieron eco de un récord más conseguido por Leo Messi. Con 17 partidos seguidos anotando, el argentino entraba en la leyenda del fútbol al batir los 16 encuentros consecutivos perforando redes que hasta ese instante estaba en las botas del polaco Peterek. Pero nadie se detuvo a investigar quién fue Peterek, un prolífico goleador que, como verán tuvo una increíble vida merecedora de ser contada.

    Primer Rey. Teodor Peterek nació el 7 de noviembre de 1910 en Świętochłowice, localidad situada en Silesia (cerca de Katowice) y que por aquel entonces pertenecía a Alemania. En 1920 la ciudad pasó a manos de Polonia por lo que el joven Teo desarrolló su carrera juvenil en el Slask Świętochłowice que disputaba la liga polaca. Y es que el fútbol en casa de los Peterek siempre lo más importante ya que su padre Josef también fue futbolista y entrenador, principalmente del SFC Opava. Curiosamente, por su situación geográfica en Silesia y los vaivenes geográficos de la época, Opava también “cambió de país”. Actualmente pertenece a Chequia.

    Los compañeros lo llamaban “Teo”, pero desde muy joven lo apodaron Mietlorz, lo que podría traducirse como “francotirador”. Y es que desde su 1,82, Peterek se dedicó a batir guardametas de forma inmisericorde por lo que el poderoso KS Ruch Wielkie Hajduk (actual Ruch Chorzow) lo reclutó a sus filas procedente del Slask. Todavía como juvenil, parece ser que a Peterek lo retrasaron en su posición pero seguía goleando con suma facilidad (lo que hoy conoceríamos como un “jugador con llegada”) hecho este que propició su rápida incorporación al primer equipo. Ni 18 años tenía cuando el 23 de septiembre del 1928 debuta con el Ruch, anotando uno de los 4 goles que se lleva el LSK. El Ruch, con la llegada de jóvenes jugadores como Ewald Urban, Wodarz, Giemsa, Peterek, Zorzycki o el portero Tatús, empezó a formar un equipazo que ganó la liga del 33 derrocando la hegemonía del Wisla Cracovia.

    Segundo ReyGerard Wodarz es el único de los tres que nació en la propia Chorzow (10/08/13), jugando en las inferiores del Ruch desde niño y ascendiendo al primer equipo de inmediato. Dotado de una exquisita zurda y una capacidad tremenda para dar pases, desde el extremo siniestro era el director de orquesta del fútbol polaco. Debutó con la selección en 1932, en un partido frente a Rumanía, siendo su bagaje como internacional de 31 partidos y 13 goles. Como curiosidad, decir que tras su impresionante Olimpiada del 36 recibió ofertas millonarias para jugar en la liga inglesa hasta el punto que su esposa Lucía manifestó después, entre risas, que de haberlas aceptado, podían haber comprado media ciudad de Chorzow.

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    Tercer Rey. Ernst Otto Prandella nació en Katowice, territorio prusiano de Silesia, en 1916. Su convulsa infancia estuvo marcada por la muerte de su padre en la I Guerra Mundial, el nuevo casamiento de Pauline, su madre, y la “recuperación de la ciudad” por Polonia (aunque en el 39 sería nuevamente invadida por Alemania). El caso es que el niño alemán Ernst Prandella pasó a ser el adolescente polaco Ernest (Ezi) Wilimoski, apellido de su padrastro, debutando en club local FC Kattowit de donde pasó al Ruch con 17 años. Como broma se empezó a decir que marcaba más goles que nadie por su pie. Y es que Ezi nació con 6 dedos en el derecho.

    El ariete Wilimoski fue la guinda que faltaba y, tras su llegada en el verano del 33, el Ruch empezó a ser conocido como “el equipo de Los Tres Reyes”: Wodarz, Wilimowski y Peterek. Mientras el primero impartía lecciones de último pase desde su extremo zurdo, los dos últimos se fueron repartiendo los títulos de máximo goleador de la liga durante varios años. Con la madurez de los jugadores llegó la época dorada de “The Blues”, arrasando en la década de los 30. Y es que un equipo compuesto con jóvenes valores de Silesia (todos eran de la región) ganaron las ligas del 33, 34, 35, 36 y 38 de forma arrolladora. Para muestra de su fortaleza, un botón: en la del 34 marcaron ¡90 goles en 22 partidos! 61 de ellos entre Wilimowski y Peterek. Ese año y, aunque no había partidos internacionales, hicieron una gira por Alemania donde derrotaron 4-5 al Stuttgart o 0-1 al Bayern Munich (gol de Peterek).

    En el plano internacional, dos de “Los Tres Reyes” acudieron a los JJOO del 36. Aunque Ezi era internacional absoluto desde 1934 (marcó su primer gol a Dinamarca con 17 años y 300 días) no fue Berlín por su compleja relación con el seleccionador que le afeaba en demasía su querencia a las mujeres y el alcohol. En esa Olimpiada la selección polaca demostró su poderío eliminando a Gran Bretaña (hat trick de Wodarz incluido) y cayendo en semis con Austria. En cuanto al Mundial del 38, y ya con “Los Tres Reyes” en el campo, sólo los brasileños comandados por Leónidas fueron capaces de tumbarlos en la prórroga del “partido del siglo” por un sorprendente 6-5 (cuatro de los goles polacos, obra de Wilimowski). El último partido de la selección antes de la guerra fue la victoria ante Hungría (subcampeona del mundo) por 4-2 (hat trick de Ezi), por lo que eran favoritos para el fallido Mundial 42.

    Iban líderes en la liga del 39 cuando en la jornada 14 y con pinta de récord (Wilimowski ya llevaba 26 goles) tuvo que suspenderse el campeonato por la II Guerra Mundial. La ciudad pasó a manos alemanas y el equipo, tras una serie de reestructuraciones, cambió su nombre por el de Bismarckhütter SV compitiendo en la liga germana. Algunos de los jugadores de la mítica plantilla como Urban Tatús se quedaron y otros se marcharon, o a jugar a otros equipos o simplemente a combatir en la II Guerra Mundial. Peterek, Wodarz Ezi permanecieron en la plantilla, anotando el primero el gol inaugural del BSV en el torneo alemán. A partir de aquí, los caminos de los amigos se separan. para Polonia habrá ya héroes y villano.

    Wodarz permaneció en el equipo poco más de un año, hasta que fue a combatir al frente polaco. Sin embargo, el Wehrmacht lo reclutó por lo que tuvo que luchar para las fuerzas alemanas, hasta ser apresado/liberado por los norteamericanos en la celebérrima Batalla de Normandía, en 1944. Se pudo volver a poner el uniforme polaco, siendo destinado al frente británico donde volvió a jugar al fútbol, en las filas del RAF Newton Notts para posteriormente enrolarse en el Frasenburg escocés. Al final de su vida deportiva, pudo volver a su Ruch Chorzow querido en la temporada 46-47, año en que se retiró para trabajar como contable. No obstante siguió ligado al mundo del deporte ya que ocasionalmente se desempeñó como entrenador, dirigiendo incluso en dos periodos al Ruch. Amante de la música, el ajedrez y la pintura, falleció de un súbito ataque al corazón con 69 años, el 11 de noviembre de 1982.

    Peterek permaneció en el BSV tres temporadas para terminar reclutado en las Wehrmacht del tercer Reich donde, al igual que Wodarz, se vio obligado a combatir, siendo sus caminos parecidos ya que también terminó en manos de las fuerzas aliadas estadounidenses combatiendo en Francia. Hay que recordar que la Wehrmacht fue el ejercito nazi en las Batallas de Normandía (mediados 1944) y Las Ardenas (finales del 44, principios del 45) por lo que, aunque no hay datos contrastados, por fechas es bastante probable que estuviera en dichos combates. En esos años donde no hay fútbol oficial en Europa, disputa todos los partidos que puede en las filas militares (se habla de 88) donde es la estrella, como no podía ser de otra forma. Al termino de la II Guerra Mundial y a pesar de sus 35 años, de combatir duramente, y de la inactividad varias temporadas como futbolista, se queda en Francia, enrolándose en el St.Avon.

    Pero lo curioso de todo es que, en la temporada 47-48 también vuelve al Ruch Chorzow. Efectivamente, el mítico equipo polaco no sólo recuperó su nacionalidad sino también su emblemático nombre “Ruch” (que significa “Movimiento” con las implicaciones políticas que pueden derivar) con el que Peterek tenía una deuda pendiente. Pero no solo juega sino que en 1948 marca su último gol al Lech Poznan ¡20 años después del primero! ¿Alguien hizo eso?

    Tras retirarse, se dedicó a entrenar con desigual fortuna, falleciendo a los 58 años. Es un mito en la historia del fútbol polaco.

    Y ahora, el “traidor”.

    Los números de Ezi Wilimowski en el Ruch prebélico asustan: 112 goles en 86 partidos, incluidos los 10 que se llevó el Lodz en lo que sigue siendo el récord individual anotador de la liga polaca. Con la selección jugó 22 partidos, marcando 21 tantos (uno de ellos a Alemania). Con el estallido de la Guerra, permaneció en el BSV pero sólo un año ya que entró en la policía para no ir a combatir, por lo que en 1940 ficha por el Polizei Chemnitz, que era el equipo de la policía alemana donde juega hasta 1942 a un nivel estratosférico hasta el punto que en 1941 es llamado por la selección absoluta alemana por lo que vuelve a cambiarse el nombre (de Ernest, pasa otra vez a Ernst) debutando con 2 goles ante Rumanía en una camiseta alemana que por aquel entonces se adornaba con una esvástica, hecho este que levantó cierta polémica hace un año

    Hasta mediados de 1942 (últimos partidos de Alemania) fue 8 veces internacional anotando nada menos que 13 tantos. Ezi es el único futbolista de la historia que ha marcado contra Alemania y a favor.

    En 1942 ficha por el TSV 1860 Munchen con el que consigue la Copa Tschammer, actual Copa de Alemania, en la final contra el Schalke 04. Anota 14 goles en el torneo, incluido el decisivo de la final. Allí juega hasta el final de la guerra donde no puede regresar a Polonia ya que lo consideran un desertor (el jugar con la esvástica fue definitivo) por lo que se queda en Alemania donde abre un restaurante familiar, al tiempo que juega en el Augsburgo, Offenburger, Singen y el Kaiserslautern, donde se se retira en 1955. En el renacido fútbol alemán ya no cuentan con él a nivel internacional, aunque su fútbol seguía siendo alto como lo demuestran los 70 goles que marcó en sus 89 partidos con el Kaiserslautern y que lo dejaron a las puertas de ser convocado para el Mundial 54.

    Ezi fue un jugador proscrito en Polonia hasta bien avanzada la década de los 90. De hecho, sus increíbles registros se borraron hasta que periodistas e historiadores redescubrieron sus hazañas. En 1995, el Ruch Chorzow lo invitó a volver a Polonia para el 75 aniversario del club, pero no pudo por una repentina enfermedad de su esposa. Ezi Wilimowski falleció en Karlsruhe el 30 de agosto de 1997 sin haber vuelto a su Silesia natal.

    ¿Pero fue un “traidor” a Polonia o tal vez no tuvo más remedio?

    Los éxitos de Gino Bartali en Giro y Tour durante muchos años se consideraron los éxitos de Mussollini. Es por ello que siempre se pensó que el mítico ciclista, aun sin quererlo, formaba parte del entramado fascista de la época. Lo que nadie supo y se descubrió cuando falleció es que, gracias a Bartali, 800 judíos salvaron sus vidas. El corredor, en plena Guerra, se dedicaba a entrenar, guardando en su ropa correspondencia que sirvió para liberar de la cámara de gas a centenares de vidas humanas. Una vez más, recomendamos «Informe Robinson» para que vean la espeluznante historia. Y es que muchos no tuvieron más remedio que «hacerse» del régimen, como contamos al analizar la vida de Trauttman

    En plena II Guerra Mundial y tras volver a enviudar de su segundo marido, Pauline, la madre de Wilimoski, tuvo un romance con un ruso de origen judío. Un día, las fuerzas hitlerianas hicieron una redada y se llevaron a la pareja a Auschwitz. Tras ello, Ezi tuvo que usar la influencia de Hermann Graff, mítico aviador alemán y amigo suyo, ya que Graff era portero de fútbol. Gracias a Graff, Pauline no murió en una cámara de gas. ¿Tuvo Ezi que seguir jugando con Alemania “en pago” de salvar a su madre?

    La verdad de los hechos tal vez nunca se sepa. Pero lo que es indudable es que Peterek, Wodarz y Wilimoski, “Los Tres Reyes Polacos”, forman parte de esa generación maldita de futbolistas a los que la Guerra Mundial marcaría para siempre.

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    4 Responses to Los Tres Reyes Polacos

    1. Alejandro Cadenas
      16 diciembre, 2015 at 1:02 pm

      siempre interesantisimas Historias

      Esperamos la siguiente

    2. Pepe Arjona
      16 diciembre, 2015 at 1:29 pm

      Delicioso artículo, «Trinche».
      En época tan cruenta, debió ser durísimo vivir.
      Y gente muy especial -en cualquier materia-, fue devorada por los acontecimientos.
      Enhorabuena por rescatarlos, para el conocimiento y el recuerdo.

      P.D.: ¿Quién puede sentirse capacitado, para criticar acciones límite de otros, sin sufrirlas?

    3. Félix
      16 diciembre, 2015 at 9:02 pm

      Cada historia que cuenta el Triche es un guión de cine. Las de hoy son de oscar. Gracias salmones.

    4. Alvaro
      16 diciembre, 2015 at 11:18 pm

      Muchísimas gracias a todos por vuestros comentarios. La historia a mi me parece impresionante,

      Al final, y aun a sabiendas que era más larga de la habitual, preferimos contarla en su integridad, con lo de Bartali incluido 😉

      No sabéis lo que me alegra saber que gente de vuestro valor la apreció. Abrazo

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