Peter y El Último, Guerrero
by alvayanes • 8 noviembre, 2017 • Sevilla
(Escuchando de fondo “»Shoop» de Salt-N-Pepa en el 48 cumpleaños de Sandy Denton)
The Peter Principle es un libro publicado en 1969 por el Catedrático Laurence J. Peter que alguna que otra vez ha tenido cabida en el blog. El doctor Peter hace un genial estudio, entre serio y satírico, sobre las causas que llevan al hecho que tanto incompetente detente puestos de intendente.
La clave es la “jerarquiología”. Las organizaciones tienden a premiar a sus empleados destacados, otorgándoles ascensos que terminan siendo contraproducentes en ambos sentidos: por un lado para el empleado que, para su anterior trabajo era un fenómeno, pero para el nuevo no vale. Y por otro para la empresa, que ni ha conseguido cubrir el hueco de manera efectiva y, además, ha perdido un gran segundo al darle el ascenso. Típico ejemplo es el del mejor vendedor de la compañía X que es ascendido a Jefe de Ventas, puesto para el que no está capacitado ya que el hecho de vender bien un producto no implica que tenga dotes para dirigir un grupo de trabajo. Sale mal la compañía (que ha perdido a su mejor vendedor y ahora tiene un mal Jefe de Ventas) y sale mal el sujeto, incapaz de desempeñar su nueva labor de forma adecuada.
Este artículo será salpimentado con citas de dicho libro
«En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia. Con el tiempo, todo puesto tiende a ser ocupado por un empleado que es incompetente para desempeñar sus obligaciones”
Hay un hecho evidente en descargo de Arias; que venimos de lo que venimos. Pasará igual para quien lleve el 10 en el Barça cuando se retire Messi o si Queen hubiera buscado a un nuevo Freddie Mercury. Ramón Rodríguez Verdejo no es que fuera, probablemente, el mejor Director Deportivo del mundo; es que fue mucho más que un Director Deportivo y fue justo lo que necesitaba el Sevilla para alcanzar las cotas de gloria. Era el que firmaba jugadores pero, sobre todo, era el hilo con la plantilla, el que iba a la Asamblea de Accionistas, el que bajaba al césped, el que decía que se iba de vacaciones pero en realidad se metía en una Universidad Norteamericana para estudiar Big Data (me perdonas que viole el Off the record, Ramón), el que interactuaba con los aficionados o el que traía a la madre de Jovetic para que el chaval se sintiese cómodo. Por tanto, todo el que viniera detrás de Monchi es normal que a ojos del analista pueda parecer malo, lo sea o no.
“Como individuos, tendemos a trepar hacia nuestros niveles de incompetencia. Nos comportamos como si lo mejor fuese trepar cada vez más arriba, y el resultado lo tenemos a nuestro alrededor: las trágicas víctimas que genera la irreflexiva escalada.”
Teniendo ello como paracaídas (todo el que viniera iba a ser comparado con el mejor), y después de varios meses de facto en el cargo (que Monchi se iba se sabía en el club desde hace mucho), detecto que en la elección de la persona que lleva las riendas de la dirección deportiva podemos tener un Principio de Peter de manual, parecido al que vivimos con Antonio Álvarez. Grandiosos lugartenientes que son incapaces de abarcar lo que supone el manejo principal de una gran nave.
“Si el hombre quiere rescatarse a sí mismo de una futura existencia intolerable debe, ante todo, ver hacia dónde le conduce su insensata escalada. Debe examinar sus objetivos y comprender que el verdadero progreso se logra moviéndose hacia adelante, en busca de una mejor forma de vida, en vez de hacerlo hacia arriba, hacia la incompetencia total de la vida”.
La planificación del Sevilla 17/18 saldrá bien, mal o regular, pero lo que está claro es que está alejada del modelo que nos trajo hasta aquí. Creo que Arias, en el fondo, ha ido a asegurar. La mayor parte de las inversiones fuertes (Banega, Nolito, Navas o Kjaer) son futbolistas de presunto rendimiento inmediato, pero que no deben dar rédito económico a medio plazo y un plantel que solía estar entre los más jóvenes del país, ha dado paso a un conjunto bastante veterano (el tercero con más edad media, casi tres años mas que el Valencia). Por otro lado, siempre se dijo por Monchi que el entrenador daba perfiles y la Dirección Deportiva fichaba. En cambio, esta temporada, han venido buenos futbolistas cuyo fichaje puede estar condicionado por cuestiones adyacentes (por ejemplo, la llegada de Nolito o Navas viene empujada por la obligatoriedad de nacionales y canteranos para jugar Champions) y de otros que individualmente pueden ser fantásticos pero que casan en el sistema de Berizzo como Pablo Iglesias en un Besamanos. El ejemplo principal (no puede ser otro) es el del fichaje más caro de la historia del Sevilla; en mi opinión, Muriel es un futbolista que, o para jugar a la contra o para jugar con dos puntas, tiene pinta de ser extraordinario. Pero para jugar como referencia solitaria en un equipo sobón como el que plantea Berizzo, pues chirría.
“Ocasionalmente el hombre capta un destello de su imagen en un espejo, por no reconocerse inmediatamente a sí mismo en el. Empieza a reír antes de comprender lo que está haciendo. Y en tales momentos es cuando se produce el verdadero progreso hacia el entendimiento”
Sin embargo, quien suscribe suele ser persona de vaso medio lleno y cualquier movimiento, por raruno que parezca, intento interpretarlo en clave positiva. El último, Guerrero. Este baile de San Vito que supone el fichaje de Javi como enlace con el plantel no puedo más que pensar que supone un rayo de esperanza en la lucidez de un Óscar Arias que debe ir dándose cuenta de sus limitaciones si quiere seguir en la élite. Al igual que yo soy incapaz de ponerle un tapón a Lebron James y, por mucho que me quiera, negarlo sería tapar una evidencia soez, Arias debe empezar a enterarse que no es Monchi por mucho que ocupe su puesto y que en la Dirección Deportiva del Sevilla el saber diferenciar al buen jugador del malo es importante, faltaría más, pero es solo una pata más del banco. El fichaje de una persona de enlace entre la planta noble y el césped para una entidad como esta, en una ciudad como esta, resulta fundamental. Alguien con don de gentes para traer a las madres de los Jovetics. Y si Arias es consciente que no la tiene, la asunción de limitaciones que implica el fichaje de Javi Guerrero me parece una extraordinaria noticia.
Esperemos que esta nimiedad sea un primer paso para que Óscar Arias deje atrás la nostalgia de lo que nunca fue. Y que, como dice Peter, haya captado un destello de su imagen en el espejo. De lo contrario, sin autocrítica y sin ánimo de mejorar cada día, terminará siendo el incompetente que parece para el puesto al que ha sido ascendido. Tiene dinero, un club paciente con los suyos y se le cae por los bolsillos la sabiduría futbolística. En su mano está el enderezar la nave.
El Principio de Peter tiene ya 50 años pero está más vigente que nunca en todos los órdenes que nos rodean. Gran libro de enseñanza de vida. Léanlo.