Gavin Glinton. El mejor de los peores
by alvayanes • 16 mayo, 2014 • El Trinche Carlovich, Historias • 1 Comment
(Escuchando de fondo “Buffalo Soldier” de Bob Marley)
Las Islas Turcas y Caicos es un paraíso terrenal situado en pleno Caribe que ocupa entre sus ocho islas principales habitadas y otras treinta más pequeñas y deshabitadas algo más de 600 kilómetros cuadrados, la mitad de ellos con vista directa al mar. Su población total ronda los 40.000 habitantes. Es un territorio de ultramar británico donde las Caicos ocupan la mayor parte de superficie y población.
Su selección es la peor del mundo. Se unió a la FIFA en 1998 y está instalada desde que empezó como colista en el ranking FIFA, siguiendo así tras la última actualización con 0 puntos de coeficiente. Le acompañan San Marino y Bután e inmediatamente por encima están Anguila, Islas Cook, o Yibuti. Su primer partido oficial fue en el año 2000 en la primera ronda de clasificación de las eliminatorias para el Mundial de 2002. Fue eliminado por San Cristóbal y Nieves por un total de 14-0. Para el Mundial de 2006 corrieron parecida suerte cayendo contra Haití por 7-0, jugando su partido como local en Miami (no tenían estadio acondicionado según normas FIFA). En la carrera por Sudáfrica 2010 ganaron el primer partido de su historia (2-1 contra Santa Lucía), pero el 2-0 de la vuelta los apeó en la primera fase. Para el 2014, el cruce fue con Bahamas que les metió 10-0 de global. En competición oficial, por tanto, sólo han marcado dos goles en su historia.
Actualmente su seleccionador es Matthew Green, otro personaje que tiene un trincherazo y del que sólo daremos unas pinceladas. Este profesor inglés entrenó a un equipo de barrio de su Hull natal llamado The Spiders al tiempo que terminaba magisterio. Después se buscó la vida impartiendo clases en Bahamas donde compaginó su profesión con su pasión futbolera, jugando en un par de equipos ligas menores bahameñas (uno de ellos imagino que creado por un suizo porque se llama Grasshoppers). Posteriormente y por cuestiones laborales aterrizó en las Islas Turcas y Caicos, echando un curriculum para Director Técnico. Y hasta hoy. Seleccionador desde hace un par de años aunque no se ha estrenado porque las Turcas y Caicos no juegan un partido internacional desde 2011, está intentando revitalizar el fútbol local con un proyecto juvenil interesante para intentar un digno papel de cara a las eliminatorias para Rusia 2018. Es el promotor de 20 ligas por el país (antes había 3) e impulsor del nuevo estadio con capacidad para 5.000 personas. La estrella de la selección es nuestro protagonista de hoy: Gavin Glinton (rastas, dorsal número 12)
Glinton nació el 1 de marzo de 1.979 en la isla de la Gran Turca, pero por cuestiones familiares se marchó de niño a una pequeña ciudad de Carolina del Norte llamada Livermore. En su High School empezó a jugar de donde pasó a Sillicon Valley y de ahí a la Universidad de Bradley donde cursó estudios universitarios hasta que se graduó en 2001. Su periplo en Bradley ya no pudo ser más exitoso: entre sus muchas distinciones destaca el ser MVP del equipo los cuatro años, ser el único jugador en la historia nombrado cuatro veces seguidas el mejor de la Missouri Valley Conferience (MVC), ganar el Campeonato de la MVC en el 98 o conducir a los Bradley Braves a la NCAA del 2000. Sus 53 goles le valieron incluso para fichar temporalmente por el equipo reserva de los Chicago Fire, escuadra donde daba sus últimos coletazos Hristo Stoichkov. Por todo ello, a pesar de pertenecer a una Universidad relativamente menor, fue elegido en la 2ª ronda del draft del año 2002 (número 25) por los San José Earthquakes. Sin embargo, y como suele pasar en los drafts norteamericanos, los derechos de esta ronda fueron a parar a los Galaxy por lo que desembarcó en Los Angeles para la temporada 2002-2003. Aunque ganó la Copa, su año como rookie fue discreto (sólo marcó un gol) por lo que fue traspasado a los Burns de Dallas.
A mitad de año, Gavin sufrió una tremenda lesión “Me destrocé el tobillo: Estaba seguro de que todo se había acabado para mí» Con 25 años toma la decisión más difícil para un deportista: por causas físicas tiene que retirarse de la práctica activa del fútbol. Sin embargo no se quiere despegar del todo de su querido soccer y su gran recuerdo universitario hace que vuelva a Bradley como entrenador auxiliar de los Braves. Está dos temporadas desempeñando esa labor, empezando a correr y a involucrarse cada vez más en los entrenamientos como parte activa, viendo como, sorprendentemente, su maltrecho tobillo iba respondiendo sin dolor a la exigencia del esfuerzo.
Si son pocos los jóvenes jugadores honestos que no quieren engañar al club que le paga y deciden dar un paso al lado cuando ven que no van, se pueden contar con los dedos aquellos profesionales que, tras retirarse por cuestiones físicas, vuelven al profesionalismo. Porque, en 2006 ¡decide volver al fútbol! y se enrola en los Charleston Battery, que jugaba en la segunda división estadounidense. Y no solo vuelve sino que completa un año fantástico con un par de elecciones como “jugador de la semana”. Sus 13 goles (alguno de ellos de evidente calidad) en 25 partidos propician que termine la temporada en el “segundo once ideal del año”. En el primero, el delantero que sale elegido es un futbolista del Miami FC, máximo goleador del torneo: un tal Romario da Sousa. Tan exitosa campaña propicia que Los Angeles Galaxy se acuerden del prometedor delantero que ficharon tras su destacable carrera universitaria.
«Me piden que les hable de Beckham, claro«, contesta Gavin con una sonrisa cuando le preguntan por el particular. El caso es que en el 2007 forma parte de la galáctica plantilla de Los Angeles Galaxy encabezada por el propio David Beckham. La mayor parte de partidos es suplente de Landon Donovan, pero hace una buena temporada, marcando sus 4 golitos en los 19 partidos en los que juega esa temporada. Al final de la campaña, su entrenador, el canadiense Frank Yallop, se marcha al San José Earthquakes y convence a Glinton para que recale en dicho equipo, curiosamente el que lo drafteó en 2002 aunque no llegara a debutar en él. Tras un irregular año en San José se marcha de vacaciones a Irlanda donde prueba en algunos equipos, pero termina volviendo a Estados Unidos para enrolarse en las filas de los Raihawks de Carolina, de la segunda división.
Su exótica vida continúa en Vietnam ya que firma por el Nam Dinh FC en marzo de 2010. El mencionado equipo llevaba 1 punto en 6 jornadas, siendo adquirido por un importante grupo empresarial llamado Vina Megastar que fichó algunos jugadores para intentar salvarse del descenso. No solo no lo consiguió sino que al año siguiente volvieron a descender (por gol average) a la Second División vietnamita (equivalente a nuestra 2ªB), categoría en la que siguen, aunque ya el amigo Gavin no juega. El Nam Dinh FC, que actualmente encabeza uno de los cuatro grupos que conforman la Second División de Vietnam fue su último equipo. Un rastas caribeño, mejor jugador y único profesional de la peor selección del mundo, criado y Licenciado por una Universidad americana y compañero de Beckham, peleando por descensos en el fútbol vietnamita… Maravilloso final surrealista para una carrera deportiva de película.
Hoy día es el coordinador y director técnico de un programa de soccer para niños en Carolina del Norte. Sin embargo no está del todo retirado ya que en principio jugará las eliminatorias para Rusia 2018. Sus 35 años no serán obstáculo para ello porque en su selección hay varios jugadores con más de 40 años, como por ejemplo su compañero en el ataque Philip Shearer, goleador y líder del AFC Academy que está a punto de ganar la liga del país. Glinton y Shearer con 8 internacionalidades, sólo son superados en el número de entorchados por Duane (dorsal número 11 en la foto de la selección), hermano de Gavin, con 9 partidos. Duane Glinton es un rápido lateral que también estuvo en la Universidad de Bradley aunque no llegó a ser profesional del fútbol.
Uno de los momentos más importantes de su vida se acaba de producir. El 15 de febrero de 2014, Gavin Glinton ha entrado en el Hall of Fame de la MVC debido su exitoso paso por los Bradley Braves.
«Quizá a algunos les parezca gracioso, pero estoy tan orgulloso de jugar con Turcas y Caicos que resulta difícil expresar con palabras lo que siento”
Curiosa la historia de Glinton. La verdad es que ni conocía al jugador, por lo que me atrae mucho más la historia.