• En cuatro por cuatro

    by  • 25 noviembre, 2013 • Sin categoría • 6 Comments

    (Escuchando de fondo «La Pura concepción-Swing María» de Silvio y Sacramento)

    POR J.FELIX MACHUCA

    (abcdesevilla.es)

    Los derbis no se juegan. Los derbis se ganan

    Así volvieron tras la piña traumática de Nerviòn. Así volvieron a su nicho ecológico, en la Palmera, donde el picudo rojo…y blanco, volvió a marchitar el palmeral de sus ilusiones. Apiñados en un cuatro por cuatro. Uno encima del otro. Sin espacio apenas para respirar. Más apretados que el croché que le pusieron al Cid para vestirlo de vocalista de Locomía. Disculpen la manera de señalar. Es guasa. Y son las reglas de nuestro juego. Hoy por ti y, mañana, probablemente, también por ti. Porque la avería en el equipo de mi primo es gorda. La vida es una sucesión intratable de días aciagos a los que, inadvertidamente, los baña en la luz de la salvación un hecho deseado y hasta implorado. El domingo, en la noche fría de Nervión, volvimos a encontrarnos con la mano amiga del destino que, a falta de un dedo, nos la tendió para hacer realidad nuestro sueño. Esa manita es como la de Fátima en la gente del turbante. La mano de la suerte. La mano que todo lo abre. Y gracias a esa baraka convertimos esa sucesión de días aciagos que es la vida en una boda con la victoria, en un bautizo por inmersión en la alegría más profunda, en una fiesta donde se cantaba bajo un cielo estrellado de farolillos rojos aquello del equipo de la casta y el coraje. El frío entró en calor. Y el del norte, el viento, no el vasco, traía verdina en su boca. Pero las bengalas encendidas en las gargantas de mis familiares fundieron esa verdina del viento del norte en la crema paladeable de un helado de fresa y nata de un eterno verano. El hombre del tiempo dice que por La Palmera hace menos cuatro grados. En Nervión es primavera y cielo al fín, como cantaba Silvio.

    Así que el cambio climático llena de cigüeñas el voladizo del Pizjuán y convierte La Palmera en un círculo polar donde los pingüinos hablan de sus cosas. Qué frío, joder. Deben estar helados y hasta echarán de menos el cuatro por cuatro porque, allí dentro, apiñados, se daban calor unos a los otros. Yo que soy persona de tierra caliente y solo acepto el hielo en las cajas del pescao, empiezo a comprobar que mi equipo va tomando otra temperatura, otro ambiente, quizás porque en los sótanos no da el sol. Es verdad que hemos pasado frío y que, incluso, semanas hubo en los que ni la manta eléctrica nos transmitía confort. La boina no nos dejaba ver la flor. La piedra de Urkullu tapaba la bendita azucena de la Giralda. Anda que no hay diferencia entre la piedra de Perurena y el ladrillo rosado que Juan Ramón vio en el rostro andalusí de la Giralda. Pero se quitó la boina y se puso el sombrero de ala ancha. Y killo, fue mano de santo. Fue como si se hubiera topado con el Cristo y enseñándole la mano recobrara la vista. Y lo vió. Y como el vasco le coja la tecla al piano es capaz de tocar Amarguras el día del pregón en el Maestranza.

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    Porque más que mi corazón, me late tu escudo

    Pasaron los días de bajura, aquellas jornadas donde encallamos en los bajíos de la clasificación. Eso pasó. Y el buen tiempo se instala en nuestro barrio para que el sol de las alturas nos entone el cuerpo y nos convierta en hermanos solidarios de los que pasan tanto frío. Se aceptan abrigos, chalecos portugueses, trajes de pana para templar la pena de los que ahora viven sus horas más gélidas. Entreguen la ropa para vestir al desheredado en cualquier ong con la que se entiendan. O M´bía al 5140 este mensaje: criaturitas. Salvemos lo nuestro porque sin ellos, realmente, seríamos otra cosa. Y a mi me gusta ser lo que somos. Gente de palabra que devuelve a los vecinos a su casa después de una mala noche en un cuatro por cuatro…

    @JFelixMachuca

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    6 Responses to En cuatro por cuatro

    1. 25 noviembre, 2013 at 7:45 pm

      Saludos.

      Soberbio, sencillamente, soberbio.

      Gracias.

      Cuidaros.

    2. Alvaro
      25 noviembre, 2013 at 8:01 pm

      Antes que nada, agradecer una vez más a Félix Machuca su siempre amistosa colaboración en esta casa.

      Esta bitácora debe ser de las pocas sevillista (o la única) que no había hablado ni media palabra del partido contra el eterno rival porque la «línea editorial» de la misma es la que es. No me gustan los derbys, lo siento. De hecho, el único post de la semana pasada versó sobre marketing y selecciones y no quería ni hablar nada del Sevilla. Como no sería la cosa, que la última referencia sevillista que hay es de hace 4 artículos, para defender la continuidad de Unai por parte del amigo Carlos Blanco antes del partido de Cornellá. Aquí somos más de defender causas complejas que de derbys.

      Pero, nobleza obliga porque en el fondo somos tela de sevillistas, nos van a permitir esta pequeña licencia poética en forma de guasa gorda.

      Vaya forma de escribir, Félix….Lo de «como el vasco le coja la tecla al piano es capaz de tocar Amarguras el día del pregón en el Maestranza» es insuperable. Y ayer, con la lectura de sacar a Reyes y los grandes para rematar, dio una joya de concierto

      Saludos a todos y a seguir en la línea

    3. Luisa
      25 noviembre, 2013 at 9:54 pm

      Hoy por ti y, mañana, probablemente, también por ti. Historia de los derbys contada en 5+4 palabras. Grande, como siempre, Sr. Machuca, sombrerazo de ala ancha por usted. Gracias al invitado y gracias al anfitrión.

    4. Salva
      26 noviembre, 2013 at 12:20 am

      Qué grande, Sr. Machuca!

    5. Sr Dirnei
      26 noviembre, 2013 at 11:26 am

      El artículo íntegro es una joya. El final es sencillamente magistral.

      Enorme Félix, enorme.

    6. MARCU
      26 noviembre, 2013 at 11:35 am

      Joder con el Sr. Machuca. Cada día, cada semana, cada año, el vino se hace más añejo y no me vea cómo sabe.
      Portento de artículo y majestuoso articulista

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