• Un suicida en la primera rampa de Alpe d’Huez

    by  • 7 agosto, 2013 • Fútbol, La firma invitada, Sevilla • 7 Comments

    POR CARLOS BLANCO

    (“La liga es una maratón, y aún no hemos salido del estadio”, J.B. Toshack)

    Uno de los síntomas de cómo cambian los tiempos es pensar cómo vamos a explicar la generación que creció en los 80 y los 90 ciertos fenómenos sociológicos relacionados con el deporte. La ilusión y la repercusión mediática del primer español en la NBA, ahora que sumamos 2 anillos, media selección allí y un campeonato mundial y dos europeos consecutivos. Por no hablar de que ahora no necesitamos recurrir a deportes minoritarios para mearle las cachas a ingleses, franceses o italianos, ya que el deporte rey del fútbol nos sirve fresca cumplida venganza de afrentas históricas.

    Y en clave sevillista cómo explicar la ilusión de unos cuartos de UEFA o de la copa del rey tras 60 años sin ganar título alguno, ahora que hemos paseado títulos nacionales y continentales.

    Bueno, pues uno de esos fenómenos sociológicos lo protagonizó un mocetón navarro con el nacimiento de la década de los 90, Miguel Induráin. Nadie como él -y el tristemente desaparecido Pedro González- supieron concentrar a tanta gente en pleno mes de Julio a la hora de la siesta delante del televisor, manteniendo al personal moderadamente despierto. Y, como no puede ser de otra manera en la piel de toro, convirtieron a toda una generación, o varias, en expertas en ciclismo de la noche a la mañana. En lo que va de Pedro Delgado a Miguelón.

    Aquellas tardes de canícula veraniega, todavía con la comida en el estómago, aprendimos las distintas clases de ciclistas y llegadas las grandes etapas de montaña, donde más amenazado podía sentirse nuestro gran Induráin y cuando más despiertos nos conseguíamos mantener, aprendimos a distinguir que ataques iban en serio y que ataques eran un suicidio sin más esperanza que el minuto de gloria, y publicidad para el equipo, para soñar un corto espacio de tiempo y acabar hundido y sin fuerzas. Y de esos, muchos vimos durante los 5 años de reinado del navarro. Y los veíamos con meridiana claridad.

    El Sevilla de los 2 últimos años ha tenido muchísimo que ver con ese tipo de corredores que arrancan nada más empinarse la carretera mientras los demás maduran piernas y adquieren el punto competitivo adecuado para afrontar la competición en su totalidad. Y hemos acabado como acababan aquellos corredores, hundidos en la clasificación y lejos de nuestros teóricos rivales al inicio de la contienda. Superados por equipos cuyo potencial económico y deportivo está lejos del nuestro.

    La frase con la que arranco el artículo fue pronunciada cuando su autor fue interpelado sobre conclusiones nada más empezar la liga. Y lo que vino es a significar lo larga que es la liga y los cambios que pueden producirse a lo largo de ella, como para echar las campanas las vuelo o echarse las manos a la cabeza a las primeras de cambio. Porque si algo nos han debido enseñar las dos últimas campañas, es que la liga no da segundas oportunidades. Da segundas, terceras y cuartas, en su estado de mediocridad actual. Hace dos años, en la primera jornada de la segunda vuelta, el Málaga y el Sevilla se enfrentaban empatados a puntos. Ganó el Málaga que acabó cuarto. El Sevilla noveno. El año pasado la Real Sociedad estaba en puestos de descenso rayando la jornada 10. En pocos días escuchará el himno de Champions en Anoeta.

    Son sólo dos ejemplos de que el arranque de liga no es tan decisivo como desde aquí pretendemos hacer. Que a todos nos gustaría arrancar en la primera revuelta de Alpe d’Huez, meterle 3 minutos al resto y mantener la ventaja hasta el final. Pero hay que ser realistas, casi ningún ciclista era capaz de eso, y pocos son los equipos capaces de hacerlo en estos momentos. Sólo equipos que vienen con una gran trayectoria ascendente y no sufren bajas significativas en la plantilla, como el Atlético de Madrid en año pasado o el Sevilla de la 2006-2007, son capaces de hacerlo. O, quizás, el Valencia de Unai. Pero esa no es ni por asomo nuestra situación.

    El Sevilla ha conseguido un equipo renovado, sobre todo en posiciones delanteras, e ilusionante para la temporada que viene. Pero hay que cuajarlo. No basta con que juegue, tiene que retomar los parámetros competitivos adecuados que lleva 2 años sin tener, y que le permita tener una fiabilidad mayor de la que ha tenido. Y para ello no basta la pre-temporada. Necesita tiempo para asentar todos los conceptos, defensivos y ofensivos, y labrarse un estilo que le permita no sólo jugar sino también competir. Y para ello hay que tomar riesgos a principios de temporada que permitan adquirir estos conceptos. Conviene renunciar al corto plazo para asegurarse un medio plazo adecuado. Dar minutos a los jóvenes, asumir como necesarios sus errores sin penalizarles más de lo necesario por ello y entender que de las derrotas se aprende es parte fundamental del principio de temporada que empieza en pocos días. Que ya lo dijo hace muchos años Luis Aragonés, la liga se decide en las 10 últimas jornadas. Y ahí es donde hay que llegar bien. Meternos más presión al principio a lo único que nos va a llevar es a volver a ser el suicida de la primera rampa.

    Y eso es algo que ya no nos podemos permitir por tercer año consecutivo.

    @carblancoc

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    7 Responses to Un suicida en la primera rampa de Alpe d’Huez

    1. Alvaro
      7 agosto, 2013 at 2:43 pm

      Una vez más, agradecer a Carlos su siempre aportación a esta casa. Valor seguro 😉

      Los que ya vamos cumpliendo añitos recordamos la pretemporada de Camacho y como terminó. Los más jóvenes recordarán la de Marcelino donde el equipo era un avión en agosto. Después también hubo alguna campaña (creo, tendría que preguntarle al amigo @datosSevillista) a finales de los 80, principios de los 90 donde fuimos líderes en las primeras jornadas y que terminaron también con el otro año igual.

      Este año se unen dos «fuerzas contrapuestas». Por un lado el equipo ha empezado a competir de verdad antes que nadie y repetimos entrenador lo que implica que vamos a empezar fuerte. Por otro, el calendario de las primeras jornadas es difícil.

      Teniendo en cuenta todo ello, coincido con Carlos en que la mesura y la prudencia es fundamental, máxime en una ciudad tan tremendista como esta. Ni vamos a ganar la liga si hacemos un, no sé, 13 de 15 ni nos vamos a ir a 2ª si hacemos un 2 de 15 en las cinco primeras jornadas.

      Tranquilidad. Lo que que pinta bien, debe acabar bien. Y esto pinta ilusionante

    2. 7 agosto, 2013 at 5:15 pm

      Completamente de acuerdo con lo expuesto por Carlos, y este año más que nunca. Si bien antes necesitábamos reafirmar que seguíamos siendo los mismos campeones que peleaban la victoria a casi todos los rivales, los baños de humildad y/o humillación sufridos las pasadas dos temporadas deben aflojar los niveles de exigencia de casi todos. Somos una gran incógnita, y también una gran esperanza, pero solo el resultado final nos dirá si la planificación que emprendimos fue la correcta o no. En el camino veremos grandes desajustes, eso es casi seguro, por lo que yo prefiero quedarme con los buenos detalles que los futbolistas fichados parecen atesorar, y mientras se curte el equipo esperar que no haya ninguna escapada inalcanzable para cuando lleguen esos últimos diez partidos. Porque al final esto es una competición y nadie (ningún otro equipo) nos va a esperar

    3. JGDLCS
      8 agosto, 2013 at 4:52 pm

      Hola,
      Considero acertadisimo el símil, Recuerdo con claridad la pretemporada con Camacho y la calidad de hombres como Hibic, Prosinesky, Bebeto ….cuanta ilusión y que manera de estrellarnos.
      Sin embargo el progreso tecnológico nos da cosas que no veíamos entonces.
      En aquella época no había internet, ni twiter ni noticias al minuto, solo la prensa cada mañana.
      Ahora contar con la información on line, nos trae cosas muy buenas pero también despropósitos absolutos.
      Nuestro Equipo pinta muy bien, incorporaciones que equilibran el equipo, entre algunos contrastados Marin y Gameiro otros con una proyección indiscutible Jairo, vitolo o Bacca.
      Trocho dándonos una alegría enorme, Kondogbia confirmando, Rakitic líder …
      Como todo pinta bien hay quien no es feliz, y que puede hacer en esta ocasión, no pueden criticar la planificación, no hay fisuras grada vs institución, pues vamos a dar importancia a cosas irrelevantes, como?
      La tercera equipacion, si si, la tercera equipacion es noticia… para algunos.
      Cualquier lector de La Palangana mecánica vería el escudo como un guiño a nuestro origen 1890, el infeliz de la bilis en el paladar solo ve que le falta el escudo actual, que tiene un tribal y que es amarilla… Y de Rosa he visto bordar el fútbol a Kanute no entiendo la necesidad que tienen algunos de polemizar.
      Creo que todos los Sevillistas debemos estar ilusionados y tratando de no suicidarnos en la primera rampa de Alpe D’Huez

    4. Pedro José Sendra
      10 agosto, 2013 at 1:13 pm

      Atinada reflexión. Yo como lo poco que crecí fue en los 70 quizás aporte una visión más larga del asunto y me vaya, por ejemplo, a los tres años que fijó el Presidente en este nuevo proyecto. ¿Por qué no? ¿Que prisa tenemos? si esto es hasta la muerte y no vamos a dejar de ser Grandes.
      Eso sí para disfrutar con nuestro equipo no tendremos que esperar, lo hacemos todas las horas de cada día.

    5. 11 agosto, 2013 at 10:37 am

      Para los que sacan conclusiones en las primeras 5 ó 10 jornadas sólo les pido que hagan el sano ejercicio de buscar la clasificación de cada año en ese momento y la comparen con la final.

      Este año, en la jornada 5, hubo un Mallorca-Valencia que ganaron los baleares 2-0. El Mallorca se ponía tercero y a Caparrós le llovían elogios. El Valencia iba 15º.

      Las cosas acabaron como acabaron.

    6. 13 agosto, 2013 at 10:04 pm

      Efectivamente, en una competIción tan larga como la liga de nada valen los registros intermedios salvo para entender la evolución del equipo; otra cosa bien distinta son las competiciones por eliminatorias en las que tenemos más posibilidades de éxito.

      En la primera, sólo hay que seguir al grupo de cabeza, si ése es el objetivo, y estar posicionado al inicio del último cuarto de la competición, que ya lo dijo el que tenía el culo pelao.

      En las otras…, apretar los dientes y tomarnos cada envite, equipo, directivos, y afición como si de la última se tratara.

    7. Pablo
      4 agosto, 2014 at 2:16 pm

      Interesante valoración pero por eso es importante tener una plantilla de 23 jugadores + cantera…

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