Reales y Gansos
by alvayanes • 4 agosto, 2016 • Economía, Fútbol, Miscelánea, Sevilla • 0 Comments
(Escuchando de fondo «Boy from Ipanema» en la versión de Diana Krall, aprovechando su gira española)
En la última Junta de Accionistas del Sevilla FC comentaba el maestro Sánchez-Araújo cómo el fútbol había evolucionado hasta el punto que no hace tanto las preguntas económicas eran algo residual al presentar las cuentas anuales cuando ahora, en cambio, se entra al detalle en las cuestiones más técnicas por los distintos intervinientes. Esto tiene su reflejo en internet, twitter y demás, donde éramos habas contadas los que hablábamos de cuentas, balances o economía siendo ahora moneda de uso común su estudio en redes sociales. Ahora, el que más y el que menos habla de, no sé, “amortizaciones” con la misma ligereza que lo hace para definir si es un jugador es diestro, zurdo, rápido o defiende mal la pelota parada.
A resultas de ello hoy quiero escribir sobre un efecto mariposa que puede resultar bastante curioso: cómo las fluctuaciones de la economía de un país y su divisa puede incidir de forma más o menos directa en la confección de una plantilla futbolística de otro continente.
Foto ABC de Sevilla
De sobras es conocido el amor por el fútbol brasileño que Monchi tiene desde que es Director Deportivo del Sevilla. Jugadores semidesconocidos que llegaron aquí para hacerse estrellas (Dani Alves, Adriano, Baptista), otros que no llegaron de milagro (Marcelo) y algunos más que eran buenos ya, pero que rompieron en cracks mundiales (Renato Dirnei, Luis Fabiano) nos muestran cómo el fútbol brasileño siempre fue un caladero de fichajes para la Secretaría Técnica sevillista con bastante buena fortuna por regla general. En cambio, llevábamos años sin tener ningún jugador procedente de dichos lares debido a distintos factores. Y, uno de ellos, la economía de Brasil.
En 2007 el país es el elegido para albergar el Mundial de Fútbol de 2014 y en 2009 se designa a Río de Janeiro como sede de los Juegos Olímpicos de 2016. Ambas noticias vitales propician que Brasil afiance aún más su posición como país emergente, con un crecimiento económico brutal. Su moneda, el real, dispara su cotización convirtiéndose en una divisa de una fortaleza importante dentro de los mercados financieros, entrando dinero en todos los ámbitos de la nación entre ellos y como no, en el fútbol donde los salarios son muy altos. Así, un mercado que tantos alegrías nos había dado se convierte en inaccesible por los altos costes que hay que pagar tanto a clubes como a los jugadores; la economía crece y los jugadores cobran más en una moneda fuerte como la local.
Sin embargo, pasa la euforia futbolera con el Mundial y los Juegos Olímpicos vienen acompañados de distintos problemas. Todo ello, unido a otros múltiples factores que exceden del ámbito del post, conllevan un retroceso en el poderío económico del país como reflejan los datos macroeconómicos del mismo. A ello se le une la depreciación del real brasileño, que se reflejó con especial virulencia en 2015 como refleja este artículo
En la siguiente imagen se puede ver la evolución de la cotización del Real comparada con la del Euro en los últimos años pares. Por tanto, en 2012 con 100 euros te daban 240 reales. En 2016, te hacían falta más de 400 reales si querías 100 euros.
Cierto es que tal circunstancia se ha tamizado un poco ya que el Real brasileño parece que repunta levemente. En este mes de julio cotiza por debajo de 4.
¿Y todo esto qué significa? Pues, usando un burdo ejemplo, que si un futbolista firmó un contrato en 2012 por 4 temporadas a razón de 4 millones de reales al año, eso quería decir que en 2012 cobraba 1.600.00 euros aprox. Pero en 2016, esos 4 millones de reales no son tan siquiera un millón de euros. Por tanto el Sevilla, que paga en euros, tiene ahora una posición de fuerza mucho más importante a la hora de contratar jugadores de ese país que hace algunos años ya que, ofreciendo la misma cantidad al futbolista le está ofertando en el fondo y a efectos prácticos un 40% más de lo que gana en Brasil
“El fútbol chino busca primero al jugador, lo seduce, y el club termina sabiendo media hora antes de que el deportista diga que se va. Ellos pagan la multa (por la recisión contractual) y el deportista se va sin que haya una defensa para nosotros”
Roberto de Andrade, Presidente de Corinthians
Sin lugar a dudas habrá más circunstancias. Pero sólo hay que darse una vuelta por fichajes.com o transfermarkt para ver el tremendo éxodo de futbolistas de nivel de dicha liga o simplemente observar como Sao Paulo vende toda su parte ofensiva (Kardec, Pato, Ganso, Calleri)
Gracias a ello, soñamos con volver a bailar samba en Nervión, a la luz de este chico, no de Ipanema sino de Pará