• El cateto inquieto

    by  • 27 julio, 2014 • Derecho, Fruslería Jurídica, Fútbol, Historias • 6 Comments

    (Escuchando de fondo “El chico de ayer” de Siniestro Total)

    Voy a iniciar una sección en el blog a la que denominaré “fruslería jurídica”. En ella se van a contar casos curiosos -absolutamente reales- extraídos de los distintos juzgados que Dios ha tenido a bien repartir por nuestra piel de toro. Como es obvio, y por aquello de ser especialmente cuidadoso con la protección de datos y demás, expondré los casos sin entrar en detales específicos. Pero les aseguro que todos serán reales extraídos de la jurisprudencia menor.

    La sistemática será la misma que en otros post de interacción directa: exponer los hechos, dar un tiempo para lo que los lectores tengan a bien comentar por las vías habituales (comentarios en el blog y twitter, principalmente) y editar el artículo completándolo con cómo se ha solucionado en la realidad y todo lo que, nuevamente, queramos debatir sobre el particular.

    El primero de los casos de esta “fruslería jurídica” lo llamaré “El cateto inquieto”. Utilizo esta palabra en homenaje a este post que me gustó de los amigos colussokukletiles. Espero que sepan perdonar la brusquedad pero, aparte del tono distendido de la sección, es que la inmensa mayoría de sevillanos no concebimos que haya alguien de un sitio que sea aficionado de un club de otro lugar. La palabra “cateto”, en la acepción aquí y allí usada, poco tiene que ver con ser de pueblo. De hecho, el caso de hoy se desarrolla en una ciudad. Vamos al caso.

    (20minutos.es)

    Ubicamos la acción un siete de octubre de 2012 en una ciudad mediterránea, ni catalana ni andaluza. Dos personas, a las que imaginariamente llamaré Luis y Fabiano, están viendo el Real Madrid-Barça que terminó con 2-2. Luis es simpatizante culé y Fabiano acérrimo madridista. El partido es intenso, adelantándose pronto el Madrid, pero dos goles de Messi voltean el marcador. Sin embargo, cuando restaban 25 minutos Cristiano Ronaldo consigue nuevamente igualar el partido en una jugada donde los barcelonistas reclamaron falta previa. Tras las celebraciones de Fabiano, Luis empieza una retahíla de insultos e improperios sobre los jugadores del Madrid. Fabiano, envalentonado por el gol pero dolido en el corazón viendo como se vituperaba a los jugadores de su equipo del alma, se abalanza sobre Luis, poniéndole su dedo índice sobre la boca y recriminándole con un “¡cállate, bocazas!”.

    No está acreditado qué pasó después, aunque la lógica nos hace pensar que aquello conllevó una sarta de aplausos. De uno en la cara del otro. Pero la realidad dice que el forense que intervino no halló lesión alguna en Luis, que denunció los hechos.

    El caso llegó al Juzgado de Instrucción, siendo recurrida su resolución por una de las partes. Terminó resolviendo la Audiencia Provincial en una recientísima Sentencia.

    ¿Hay condena o no? ¿Grave o pequeña? ¿Dirá el Juzgado una cosa y la Audiencia otra? ¿o simplemente creéis que el juez mandó a la venta a estos señores diciendo que tenía cosas más importantes que hacer? Lo dicho. Para lo que gusten, tienen esta casa abierta. Ni que decir tiene que, debido a lo distendido de la sección todos los comentarios, con independencia de su seriedad, serán especialmente bien acogidos

    Solución

    Desconocía que este caso había salido en prensa como apunta Rinati. No sé si lo que se publicó fue lo resuelto por el Juzgado de Instrucción (de septiembre de 2013) o ya la Sentencia de la Audiencia Provincial que como digo es muy reciente.

    El caso es que se decretó en juicio de faltas que Fabiano debía pagarle a Luis 5 euros diarios durante 15 días. 75 euros en total, aunque la broma sube bastante ya que hubo condena en costas. La Sentencia de la Audiencia Provincial ratifica íntegramente al Juzgado de Instrucción.

    La condena es por “maltrato de obra” del 617.2 del Código Penal: “El que golpeare o maltratare de obra a otro sin causarle lesión será castigado con la pena de localización permanente de dos a seis días o multa de 10 a 30 días”. La cuantía se fija teniendo en cuenta diversas variables (posición económica de Fabiano, el hecho en sí, que no hubo lesión física, etc). Las eximentes de ingesta de alcohol o provocación no se tuvieron en cuenta.

    Las cosas de este país. Entre los que se toman este divertimento muy a pecho y los que pueblan los juzgados con banalidades, pues tenemos en pleno 2014 ración de España profunda.

    Gracias a todos por la acogida de esta sección y hasta la próxima “fruslería jurídica”

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    6 Responses to El cateto inquieto

    1. 27 julio, 2014 at 8:14 pm

      Jajaja conocía esa sentencia y creo recordar que se le impuso una pena pequeña (no recuerdo si fueron 100 € o menos) por malos tratos al mandrilista por ponerle el dedo en la boca. Curiosa nueva sección, a ver que depara la 2ª parte!

      PD: Gracias por la mención!

    2. Jose MME
      27 julio, 2014 at 8:55 pm

      Yo los sentenciaba a pagar cada uno 1000 pavos por ser tontos, pero muuuu tontos.

    3. Virus Rojo
      27 julio, 2014 at 9:23 pm

      Buscaría un Chaman que le quitara la tontería a los 2, incluso a collejas, después los llevaría a la Santa Catedral de Sevilla para purificarlos, con su correspondiente montón de collejas al salir, finalmente les obligaría a rezar el himno de Javi Lavandon en el mural del RSP, después los despediría con un podéis ir en paz, par de CATETOS.

    4. 27 julio, 2014 at 11:20 pm

      Yo los extraditaba a Siberia mismo por ser de un equipo distinto al de su ciudad.

    5. MARCU
      28 julio, 2014 at 12:22 pm

      Ante todo, decir que tanto Luis como Fabiano los encuadro como más al Sur, como por Almería, Granada, incluso de Málaga o Cádiz , aunque «de cualquier mata sale un conejo».

      100 pavos cada uno y…a dormir

      Yo le hubiera prohibido que leyeran el AS y el Marca, que escucharan los deportes en la SER, Cope, RNE…etc y que tampoco pudieran verlos en TVE, A-3, Cuatro, Cinco, Sexta y Canal Plus… así cuando pasaran unas cuantas docenas de años a lo mejor se cambiaban de equipo.

      • 28 julio, 2014 at 1:03 pm

        Para el mandrilista yo optaría por la reeducación y reinserción (en este caso más bien inserción) en la sociedad con un plan de choque en el cual al más puro estilo La Naranja Mecánica tendrían que ver durante 100 horas consecutivas los mejores momentos de Tomás Roncero. Si paso dicho tiempos no pide clemencia y odia todo lo que tenga forma esférica es que no es humano y hablariamos de una invasión silenciosa de extraterrestres que se camuflan entre nosotros en los campos de fútbol y a los cuales debemos temer pues son indestructibles. Me consta que Roncero es un de ellos, de hecho

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