• El destino de Jansen

    by  • 16 septiembre, 2015 • El Trinche Carlovich, Fútbol, Historias • 2 Comments

    Por @ElTrincheCarlov

    La escena del anillo que finalmente no cae al Támesis en la extraordinaria “Match Point” de Woody Allen, ambientada en el drive que da el tenista, golpea la red y por milímetros azarosos decide caer para un lado u otro de la pista, es una alegoría maravillosa de situaciones vitales reales que aunque no nos demos cuenta ocurren en la cotidianidad mundana. No les cuento más -por si todavía han sido tan irresponsables de no ver la película- pero la metáfora de la escena incide en el hecho de cómo una cuestión que no depende completamente de nosotros puede marcar el resto de nuestros días. De cómo una situación límite que cae para un lado como puede caer para el otro es la que determina una serie de “efectos mariposa” imprevisibles. En el fútbol esto pasa continuamente, siendo el último ejemplo la reciente Supercopa de Tblisi en las ocasiones finales tanto de Coke como de Rami; en ambas jugadas los sevillistas remataron de la mejor forma posible pero la pelota se marchó fuera por unos centímetros al igual que podía haber entrado y, quien sabe, otro título podría estar adornando nuestras vitrinas si la varita mágica hubiera decidido hacer acto de presencia en Georgia. No hablamos de un paradón o de falta de calidad del remate. Hablamos del azar inherente a cualquier situación.

    Y es que hay circunstancias que no dependen de ti de forma completa pero que pueden marcar tu vida. Situaciones que, si hubieran pasado como tenían que pasar, hubieran resuelto el devenir de tu existencia de forma diferente a como lo hicieron. Si en el rebote el anillo hubiera caído al Támesis, el final del profesor de tenis Chris Wilton (Jonathan R. Meyers) hubiera sido muy distinto al que fue.

    Nuestro protagonista de hoy es fiel reflejo de cómo una decisión repentina, propiciada por otra decisión previa que fue para un lado como podía (y tenía) que haber caído para el otro marcó, no ya su carrera deportiva -que puede ser hasta lo de menos- sino que casi termina con su vida.

    Matthew Brooke Jansen nació el 20 de octubre del 1977 en un pueblecito cercano a Carlisle, Inglaterra. Su infancia fue bastante normal y sus buenas dotes para jugar al fútbol fueron evidentes para el conjunto de su ciudad en cuyas categorías inferiores se formó, debutando en el primer equipo del Carlisle en 1995 que en esos instantes militaba en la Football League One (tercera categoría del fútbol inglés). Deslumbró en el Carlisle United tres temporadas, siendo su mayor logro la consecución de la “Football League Trophy” del 97 que es una especie de Copa disputada por los equipos de la League One y la League Two.

    Terminada la campaña 97/98 se produce una situación extrañísima desde el punto de vista futbolístico. Y es que nada menos que el Manchester United se había fijado en el potencial de aquel punta veinteañero por lo que pujó por él. Pero Jansen, en una maniobra insólita en el mundo del fútbol, rechazó a los Red Devils ya que pensaba que no iba a disfrutar de muchos minutos entre tanta figura por lo que prefirió marchar a un equipo “intermedio” para terminar de completar su periodo de formación. Finalmente fue traspasado por un millón de libras al Crystal Palace -en la que sigue siendo la venta más alta jamás realizada por el Carlisle United-, club donde coincidió con el mítico Attilio Lombardo. Allí remató una campaña excepcional anotando 10 goles en los 26 partidos ligueros que jugó lo que le valió para que el Blackburn Rovers pensara en él como el delantero referencia que necesitaban. El Crystal Palace no pudó rechazar una oferta cuatro veces mayor que la pagada por ellos un año antes. De igual forma, fue convocado 6 veces para la Sub-21 inglesa.

    En el Blackburn no empezó con buen pie, a tono con el discreto papel del equipo que terminó descendiendo ese año. Sin embargo, muy pronto Jansen destapó todo el fútbol que llevaba dentro y condujo al Blackburn nuevamente hacia la Premier en la temporada 00/01 donde con 23 tantos fue el segundo máximo goleador del torneo. Su nivel siguió siendo altísimo, consiguiendo con el Blackburn Rovers la Copa de la Liga del año 2002 tras derrotar por 2-1 al Tottenham (marcó el primer gol). Sus notables actuaciones no pasaron desapercibidas para el Manchester United, que volvió a tantearlo, ni para Sven-Goran Eriksson que preparaba con mimo el Mundial del 2002 a disputar en Japón y Corea. De hecho, fue convocado para un amistoso contra Paraguay pero una inoportuna gastroenteritis le privó de la cita.

    Y es que tal vez el destino no quería que Jansen vistiera la camiseta de los Pross.

    En el último partido liguero, el Blackburn no se jugaba nada por lo que Eriksson habló con Souness (entrenador del Blackburn) para que reservara al delantero ya que su idea era llevarlo al Mundial, lo cual llenó de alegría al bueno de Matt. Sin embargo, y en un cambio de última hora, el seleccionador inglés prefirió reforzar la defensa por lo que convocó a Martin Keown.

    El tenista golpeó la bola, pero tras dar en la cinta cayó para su lado. El anillo rebotó pero, esta vez, cayó en el Támesis. Y es que, Matt Jansen, triste como pocos, decidió junto a su novia alejarse de todo lo que oliera a fútbol e improvisar un viaje por Italia para desconectar. Fue su match point.

    Esa semana, él tenía que estar en el torneo que la selección jugaba en Dubai, preparatorio para la cita mundialista. En cambio, Matt y su novia Lucy se encontraban en Roma en una casa de alquiler de motocicletas con la que pensaban recorrer la ciudad eterna. En una curva un taxi los golpeó derribando el ciclomotor. Lucy no tuvo heridas de consideración, pero el futbolista cayó de una forma tan violenta que en un primer instante los viandantes lo dieron por muerto. Trasladado de urgencia al hospital, Matt Jansen estuvo en coma seis días, con una fuerte hemorragia cerebral.

    Tras salir del coma, su evolución fue realmente positiva hasta el punto que los médicos le dijeron que volvería a jugar. 18 meses era el tiempo estimado para su recuperación íntegra.

    Sin embargo, y como si de un milagro se tratase, a los 5 meses volvió a calzarse las botas. Y no sólo eso: reapareció en la FA Cup contra el Aston Villa anotando dos goles. Sin embargo el progreso no se mantuvo y su fútbol no se parecía al de antes. Además, el Blackburn tenía el equipo planificado para esa temporada 02/03 (nadie pensaba que Jansen reaparecía tan pronto) por lo que fue cedido en febrero de 2003 al Coventry City en búsqueda de minutos. Tras un rendimiento aceptable volvió a su club, pero en las dos siguientes temporadas su nivel futbolístico no fue el esperado.

    Matt Jansen ha reconocido que sus ansias por volver pudieron ser contraproducentes ya que, aunque se encontraba bien de forma física, mentalmente nunca se terminó de recuperar del accidente. Nunca estuvo en el estrato psicológico top que se exigen a estos niveles por decidió parar temporalmente su actividad deportiva para ser tratado por los mejores psicólogos y psiquiatras británicos y estadounidenses, tomando fuertes antidepresivos en ocasiones. En el verano de 2005, su Blackburn le da una última oportunidad ofreciéndole un contrato por partidos jugados, pero su participación fue casi simbólica por lo que fue liberado del mismo. En los tres años de su “segunda etapa” tras el accidente, Jansen sólo participó en 28 partidos. El global de sus siete temporadas fue de 182 partidos y 57 goles.

    Tras rumorearse su fichaje por varios equipos (Preston, Everton o Wigan), finalmente firma por el Bolton en enero de 2006 por la insistencia de Sam Allardyce, entrenador conocido por sus dotes psicológicas. Sin embargo Jansen tampoco cuaja por lo que, aunque no lo hace de forma definitiva, deja de jugar el fútbol a sus 28 años para prestar más tiempo tanto a su familia como a su otra pasión: las finanzas. Porque Matt Jansen, además de ser futbolista, es una persona enamorada del mundo de las divisas, la bolsa, observar las fluctuaciones del yen o el dólar y demás cuestiones económicas. Por tanto, desde el verano de 2006 hasta el del 2008 se dedica al mundo financiero aunque sin desconectar del todo con el fútbol. De hecho viaja hasta EEUU donde entrena y prueba con varios equipos (entre ellos los Galaxy de Los Angeles) aunque problemas burocráticos propician que no concrete nada. También en Inglaterra entrena con clubes como el Newcastle o el Huddersfield e, incluso, con varios de sus ex equipos como Blackburn, Bolton o Carlisle. Finalmente en la 08/09 se enrola en las filas del Wreham (5ª división) disputando sólo 3 partidos en una temporada marcada por una importante lesión de rodilla.

    En el verano de 2009 recibe la llamada de Garry Flifcort, manager del Leigh Genesis (que militaba en la semi profesional Northern Premier League Division One North) y buen amigo con el que compartió vestuario en el Blackburn Rovers. Flifcort le ofreció ser su ayudante y que jugara de forma ocasional con el Leigh. Matt acepta realizando una buena temporada, aunque algunos problemas de pago ayudan a que Flifcort se marche de manager al Chorley FC, de la misma liga. Jansen y los mejores jugadores del Leigh siguieron el mismo camino.

    En la 10/11 el Chorley FC consigue el ascenso a la Northern Premier League Division. Jansen participa en 22 partidos (marca este buen gol en semi chilena el día de su debut) en la que sería su última temporada como jugador, aunque en la 2011/12 se ve obligado a calzarse las botas en un partido.

    En el verano de 2015, su amigo Garry Flifcort deja su puesto de manager, pasando a ocupar puesto en la directiva. Su relevo, como no, es Matt Jansen, actualmente manager del equipo aunque se ha inscrito en el listado de jugadores «para un caso de emergencia». Genio y figura.

    Me recuperé físicamente, pero no mentalmente. Antes del accidente yo estaba “on fire” porque iba a ser convocado por Inglaterra lo cual me llenó de confianza, pero nunca pude recuperarla, esa es la verdad. Me dijeron que iría al Mundial y me frustró mucho que convocaran finalmente a Keown. Después del accidente creo volví demasiado pronto y me exigí demasiado. Ahora, como manager, no siento lo mismo que cuando 50.000 personas me aclamaban, pero he dado con un buen grupo de muchachos y me gusta lo que hago”

    La foto de arriba es la que tiene en su perfil de twitter (@mrmjansens ). De igual forma, agradecer al Chorley FC la cesión de uso de la foto actual de Matt

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    2 Responses to El destino de Jansen

    1. 16 septiembre, 2015 at 8:44 pm

      Cuántos buenos deportistas se han perdido por una inoportuna lesión o un accidente.

      No sé si viene mucho a cuento con la historia que cuenta el post, pero cómo está redactado su inicio me ha hecho acordarme de ello.

      Para mí el «What if…» más grande la historia del fútbol se dio en la final del Mundial 1978. En el último minuto, con 1-1 en el marcador, Rensenbrink mandó un balón al palo.

      Si lo llega a meter ojo a esto:

      -Holanda gana su primer Mundial, que a día de hoy sigue sin llegar.
      -Argentina habría tenido que esperar hasta 1986 para ganar el suyo, que sería el único.
      -Hubiera sido el sexto gol de Rensenbrink en el torneo, con lo que hubiera superado a Kempes, que se hubiera quedado con cinco ya que no habría marcado el de la prórroga, y probablemente le hubiera dado el Balón de Oro (quedó 3º aquel año).
      -Holanda se habría clasificado directamente para el Mundial de España como campeona, torneo que finalmente no jugó. Esto hubiera dejado fuera a una de las europeas que sí lo jugaron, quizá Italia que fue la campeona o Irlanda del Norte que nos dejó en ridículo.
      -Argentina sí habría tenido que jugar clasificatorio para ese Mundial. Si por potencial se hubiera clasificado igualmente Chile o Perú se hubieran quedado fuera por el cupo Conmebol. Si fuera Chile quizá no habríamos tenido el famoso amaño Alemania-Austria.
      -Mi abuela tendría ruedas y sería una bicicleta.

    2. Alvaro
      18 septiembre, 2015 at 7:10 am

      jajajaja. Muchas gracias por tan grandioso comentario

      ¿Estás seguro de lo último?

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