• Laffer no activó su abono

    by  • 10 marzo, 2014 • Economía, Sevilla • 4 Comments

    (Escuchando de fondo «Bailaré sobre tu tumba» en la versión de Costas y Rosendo)

    Arthur Laffer fue el economista norteamericano que designó Ronald Reagan como hombre fuerte en materia financiera durante su Gobierno en la década de los 80. Sus ideas principales se centraban en intentar demostrar que una fiscalidad elevada conllevaba un menor número de contribuyentes por lo que en Estados Unidos se producía una “perversión fiscal”: se apretaba mucho al contribuyente y se conseguían pocos resultados. Por todo ello, durante sus años de mandato abogó por política agresiva de bajada de impuestos para intentar recaudar más en lo que se conoció como el famoso “Reaganomics” (contracción de Reagan y economics). El resultado fue desigual

    Los que nos dedicamos al derecho fiscal conocemos bien la famosa Curva de Laffer. Aunque en realidad dicen que está implícita en ciertos pasajes de Keynes e, incluso, el propio Laffer asegura que se inspiró en el ideario de un economista del siglo XIV llamado Ibn Jaldún. He buscado algo de información sobre este hombre y resulta que nació en Túnez pero que su familia era de Dos Hermanas. Vamos: que la política fiscal de Estados Unidos de finales del siglo XX tiene su origen en un gachó medio nazareno que vivió hace 700 años. Ole.

    En mi opinión, la curva de Laffer lo mejor que tiene es su fácil comprensión. Si los tipos impositivos son del 0%, el Estado recauda 0, obviamente. Y si los tipos impositivos son del 100 %, el Estado también recauda 0 porque nadie puede destinar el 100 % de lo que ingresa en pagar impuestos. Por tanto hace algo parecido a esta curva

    Nuevo Imagen de mapa de bits (2)En este pataterísimo paint que he dibujado se puede observar lo que se pretende decir. En el eje 0Y (vertical) está la recaudación fiscal y en el OX (horizontal), los tipos impositivos. He puesto la curva deliberadamente asimétrica y con el cenit fiscal muy por debajo del 50% porque Laffer era de bajar impuestos.

    En ella se busca el lugar óptimo de presión fiscal para que el Estado ingrese de sus contribuyentes el máximo posible. Laffer entendía que unos impuestos muy altos desincentivaban el consumo y el movimiento de dinero por lo que no se recaudaría tanto. Si, por decir algo, pones el tipo del 60 %, para ingresos brutos de 100.000, la recaudación por cada persona sería de 60.000. Recaudación que, además, iría a menos porque la “asfixia impositiva” hace que cada vez serán menos los que ganen 100.000. En cambio, si pones el tipo en el 40 % la recaudación inicial sería de 40.000 pero como la gente dispone de más dinero, cada vez habrá más contribuyentes que lleguen al tipo. Lo importante es la amplitud de la horquilla. Al final, no sólo te compensa contentar a una ciudadanía con tipos bajos sino que terminas recaudando más. Y, por otro lado y por cuestiones psicológicas, “desincentivas” el fraude fiscal ya que habrá ciudadanos menos proclives al tangue cuanto más bajos sean los tipos.

    Antonio BDíaz

    En materia de afluencia al estadio pasa algo parecido. Si pones las entradas a 0 euros, no recaudas nada por taquilla. Si las pones a 1000 euros el partido, no recaudas nada por taquilla porque no va nadie. ¿Dónde está el punto óptimo para conseguir congeniar recaudación y afluencia? Tema complejo sin lugar a dudas que el Sevilla FC SAD no está sabiendo solucionar bien en mi opinión. Los bandazos y la pérdida de rumbo es tremenda en los últimos años empezando por la famosa temporada donde nos la metieron hasta donde pone Toledo con la ojana aquella del IPC atomizado, y culminado esta última con la maquivélica supresión del abono infantil que analizamos este verano.

    Cuando vi que nos tocó el Betis en la UEL y recordé que tenemos un “medio día del club” pendiente, creí que íbamos a tener la segunda parte de la “Teoría del paquete”. En aquella ocasión el partido “fuerte” era el del Barça y el partido “de paquete” era el Maribor. Esta vez, el partido “fuerte” es el del Betis por lo que el “débil” podía ser el Valladolid (próximo equipo que pisa Nervión). Pero, por su parte, cobrar contra los castellanos era heavy metal, causa ésta por la que el club, empero, no ha hecho uso de la “teoría del paquete” en esta ocasión. Por cierto, que viendo los rivales que nos quedan por acoger en casa, prácticamente la única opción de que los socios pasemos por taquilla, la tiene el club en el Real Madrid. Pero la cercanía con este partido del Betis (oooootra vez a pagar) y que el choque merengón se dispute en día laborable a las 22:00 horas juega en contra del Consejo de Administración. Patata caliente que debiera conllevar el indulto para el abonado de ese segundo medio del club programado.

    Volviendo al tema concreto. El poner las entradas del jueves de 15 a 30 euros para los socios ha propiciado multitud de quejas en el aficionado. Miles de sevillistas se han desplazado en esta UEL, por lo que el socio quería que en su casa le dieran un caramelito. Y para el público en general, más del doble. Las preguntas son ¿se ha pasado el Sevilla con estos precios? ¿Se consigue congeniar recaudación y afluencia?

    Yo en este tema soy muy Lafferiano ya que me considero partidario ferviente de bajadas fulminantes de precios por lo que entiendo que el Sevilla vuelve a patinar Y no por populismo barato sino porque he visto Nervión hasta las trancas muchas veces y el plus que eso supone pesa mucho más que unos pocos miles de euros. Creo que, en el fondo, no somos conscientes del tesoro que tenemos y sólo hay que leer declaraciones de los que nos visitan (recuerdo ahora mismo unas de alguien que sabe un poco de esto) para ser conscientes de que se valora más por la gente de fuera lo que aprieta Nervión. Un Estadio Ramón Sánchez Pizjuán hasta la bola compensa de lejos, pero de lejos, un puñado de miles de euros que vas a ganar con estos precios para este puñetero partido. Pero es que, además, a efectos de vender tu producto no es lo mismo que los potenciales compradores sean 30.000 a que lo sean 45.000. Si hay más gente, vendes más restauración en el estadio, más fácil es buscar publicidad a la camiseta, etc. O yo soy muy simple-idealista, o la cortedad de miras del dirigente (general, no hablo en exclusiva del Sevilla) con este tema, me parece sencillamente alucinante.

    A todo esto, y volviendo al partido contra el Betis, súmale a unos precios para el público poco atrayentes que el partido no decisorio (es la ida) y retransmitido en abierto no por Cuatro por Cuatro sino por Cuatro.

    Pues nada. Mucho mejor ganar unos cuantos miles de euros de forma directa que la opción de ganar muchos más de manera indirecta, tener contento al sevillismo y tener una Estadio a reventar contra el Betis. Donde va a parar….

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    4 Responses to Laffer no activó su abono

    1. 10 marzo, 2014 at 10:49 pm

      Yo aquí voy en tu línea en todo. Malos precios y mala gestión de éstos casi siempre.

      Por cierto, el otro «mediodía» del club se supone que no puede ser el Madrid, me pareció oir a principio de temporada que o Barça o Madrid, pero no ambos, así que excluyendo este partido, puede que el de pago sea el del Villareal por ser el equipo más atractivo que tiene que venir.

    2. 10 marzo, 2014 at 11:18 pm

      Yo me he sacado una entrada de público por 35 euros en Gorzú y hombre, cara es, pero dentro de la media es barato. Me explico, el futbol de un tiempo a esta parte es una burrada de caro (yo recuerdo que la final de Copa del Rey de 1997 costaba 2000 pesetas, unos 12 euros, y la bestial subida no se explica sólo mediante IPC). Cobrar más de 20 euros por un partido que, como bien se dice, no es decisivo, ni siquiera es una semifinal, es un robo.

      Ahora, dentro de esta coyuntura de precios brutales no me parece especialmente caro. Yo cuando voy a ver a mi equipo fuera tampoco hay mucha diferencia en lo que me cobran.

      Quizá el problema sea ése, que estos precios desorbitados pasen por normales y pasemos por caja igualmente, porque el estadio se llena fijo. Si no fuéramos tan subnormales y no nos pusiera tan palotes el pan y circo pues no iríamos y entonces la película cambiaría.

      En fin, un campeonato a la altura del país.

    3. 11 marzo, 2014 at 8:41 am

      Bastante de acuerdo en general. Esto al final depende todo de la elasticidad-precio del consumidor, que es bastante difícil de medir… igual cobrando la mitad el estadio estaría hasta la bandera y con la venta de refrescos y demás quedaría en parte paliados los posibles menores ingresos, con el valor añadido de la presión que ejerce el Ramón Sánchez-Pizjuán. O igual con estos precios ya se va a conseguir un porcentaje de asistencia alto, cosa que dudo, pero en un partido de esta índole todo es posible.

      Lo que está claro es que ante la duda lo razonable sería beneficiar al aficionado. Enhorabuena por el artículo, Álvaro.

    4. Alvaro
      11 marzo, 2014 at 5:57 pm

      En realidad aprovecho que pasa el Pisuerga por Valladolid. Hablo de este partido porque es el más inmediato y porque es especial. Entradón habrá, seguro. Pero el problema es estructural y general. De las pocas burbujas que quedan por pincharse en este país, una es la del fútbol. Me ha gustado eso de un campeonato a la altura de un país.

      Tú vas al cine una vez cada cierto tiempo, al igual que al teatro o a un concierto. En cambio el fútbol es el único espectáculo al que acudes cada quince días. Y es que, además, cada función futbolera cuesta mucho más que cualquiera de los espectáculos anteriores. Esto es un sinsentido.

      En cuanto a lo del segundo medío día del club estoy de acuerdo con David con el hecho de que el único partido posible parece ser el Villarreal. No recordaba la «imposibilidad teórica» de que fuese el Madrid. De todas formas, el tema del horario es fundamental (otro daño colateral de la dispersión horaria). Yo no descartaría el indulto al socio, sobre todo si seguimos en Europa League.

      Gracias a todos por los coments.

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