• Atrapado en el tiempo

    by  • 18 junio, 2013 • La firma invitada, Sevilla • 4 Comments

    POR JORGE CORTES

    (Música de fondo “I got you babe”, de Sonny & Cher).

    Sirva este post para analizar comparativamente la temporada del Sevilla FC con el hilo argumental de aquella comedia dirigida por H. Ramis que fue reconocida por la crítica como una de las más inteligentes y originales de la historia del cine: Groundhog day (“Día de la marmota” o “Atrapado en el tiempo”).

    En aquel film se alude a la festividad que se celebra cada 2 de febrero en varias ciudades de Estados Unidos y que refleja la peculiar predicción del fin del invierno donde los autóctonos del lugar se sirven de una linda marmota para tal fin. Si dicho roedor esciuromorfo sale de su madriguera, no ve su sombra y no vuelve a entrar, se concluye que el invierno está por finalizar. Si, en cambio, aprecia su sombra y entra de nuevo en su madriguera, eso indica que el invierno durará unas seis semanas más.

    Extrapolando el original guión de aquella película (premiado con un Bafta), el Sevilla FC este año (y el pasado) se ha disfrazado de aquel meteorólogo-reportero narcisista y amargado (Bill Murray) de nombre Phil – como la marmota – , a quien mandaron a hacer un reportaje sobre la festividad en el pueblo de Punxsutawney.

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    Como si de las seis de la mañana se tratase cuando sonaba el despertador con la canción “I got you baby”, el Sevilla FC se ha encontrado este año atrapado deportiva, social, económica e institucionalmente, lo que le ha conllevado a padecer los mismos efectos que tuvo el peculiar reportero Phil: desilusión, desesperación, algo egocéntrico, distante de parte de sus fieles, cierta impotencia y fragilidad frente a terceros, etc.. , lo que le ha desembocado al tan reconocido por todos: fracaso.

    Durante un tiempo, el Sevilla FC está como atrapado en una especie de círculo sin retorno, como si del “eterno retorno” de Nietzsche se tratase. El destino de los dos últimos años parece hasta reflejarse metafóricamente en el sugerente título de esa melodía: “Te tengo, nene” (como atrapado).

    Aparte de otras aristas que están provocando dicho “colapso temporal” (económico, ruptura social, fragilidad institucional ante terceros, etc..), me voy a centrar más en lo deportivo, siendo consciente que este gran blog – que me abre nuevamente sus puertas – trata mayormente contenidos “salmones-deportivos”.

    Si bien es cierto que la temporada empezó bien y prometía fiabilidad, a medida que avanzaban las semanas y aun sabiendo que en casa se comportaba competitivo con las victorias que se conseguían, éstas no se hacían del todo buenas cuando, al más estilo Phil en aquel lugar de Pensilvania, caía, en su condición de rival foráneo, en la rutina más desesperante, anodina y hasta desilusionante.

    Y así ha transcurrido la temporada, pequeñas alegrías en momentos puntuales que se desvanecían fugazmente al no tener continuidad alguna. Como el mismo argumento peliculero, la rutina se convertía en eso, semana de repetición, reproducción una y otra vez de los hechos y las mismas consecuencias.

    Todo lo que se trabajaba, todo lo que se decía con motivación en las previas, caía en saco roto y se volvía a empezar de cero. El aficionado se ha ido “contagiando” de ese devenir tan cíclico como irregular. Y como Phil, ha acabado entre indiferente, apático, abúlico, cariacontecido y, por momentos, desilusionado. Todas las buenas actuaciones en casa (pretensiones optimistas de Phil al principio de cada día) después se estropeaban fuera (como le sucedía al reportero a lo largo del día).

    Hubo momentos mágicos y de ilusión recobrada, como aquel derbi histórico o la semifinal copera, pero no fue suficiente. Fue precisamente en aquella eliminatoria donde volvieron a relucir unas desaplicaciones tan impropias como incongruentes.

    Y muchos son las circunstancias que vienen afectando el equipo y que le provocan dicho “colapso temporal”:

    1.- Atrapado deportivamente.

    Ha faltado regularidad, sobre todo fuera de casa, en ejecutar estos términos que empiezan por “C”: Constancia, Carácter, Carisma, Casta, Coraje, Capacidad, en resumen: COMPETITIVIDAD. ¿Y la Calidad? Eso llevaría otro post con múltiples análisis.

    Una deficiente planificación y gestión deportiva que ha conllevado, por mor además de desaciertos en fichajes, una plantilla muy corta, sin apenas recambios de garantías para ser más competitivo y con muy poco fondo de armario. Una prueba irrefutable lo corrobora el hecho de que a cuatro jugadores recién fichados se les busca ahora salida. Se podía ver un buen equipo de 8-11 buenos jugadores, pero no una plantilla competitiva para aspirar a lo que se pretendía a principio de temporada.

    También es de reconocer que ha habido otros condicionantes, aparte de la tan manida mala suerte para algunos, como las lesiones de futbolistas llamados a tener un rol importante (Trocho, Perotti, Fazio en la recta final…).

    Y porque no decirlo, lo acontecido inesperadamente en el derbi del campo del eterno rival, que bien pudo suponer un punto de inflexión moral y de confianza que no se pudo lograr, entre otras cosas, por falta de oficio.

    2. Atrapado socialmente.

    La ruptura social con los Biris que provocó ese inoportuno distanciamiento, que tanto daño hizo en algunos encuentros caseros, donde los rivales llegaron a reconocer que el santuario blanco no era lo que fue.

    La incertidumbre presidencial que se encuentra “sub iudice” y que tanto está dividiendo al aficionado.

    3. Atrapado institucionalmente.

    Sin que sea un árbol que impida ver el bosque, el flagrante e histórico perjuicio arbitral que ha padecido el equipo. A ello se le suma el palmario ninguneo en los distintos comités de competición y apelación.

    Fragilidad institucional devenida en parte por la problemática de los derechos de televisión, que ha tenido duras secuelas a la hora de fijar los horarios y días de los partidos, con la consiguiente disminución de espectadores al estadio y por ende, menos apoyo social al equipo.

    4. Atrapado económicamente.

    Los resultados económicos dados tanto en la Junta General como en el reciente resumen de final de campaña, hacen que huelguen más comentarios con las negativas consecuencias que ello arrastra para futuras inversiones, vencimientos, pagos, etc… Ello dará para un post “ad hoc” a este blog.

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    Pero como todo en la vida, habrá un momento o punto de inflexión, o un día como le pasó a nuestro entrañable Phil, que después de tocar fondo, en que se deba revertir la situación para que el equipo deje de comportarse como un mediocre.

    Y es que este guión debe cambiar cuanto antes para que no se quede atrapado más en el tiempo, por mucho que se haya podido conseguir este año el pretendido objetivo europeo siendo noveno.

    El Sevilla FC debe enamorar a su fiel afición, tal y como hizo Phil con su colega Rita, (A. MacDowell), que, después de varias desavenencias, pudo trajinársela a base de coraje, motivación y acierto. Phil supo cambiar aquella situación rutinariamente frustrante con ella.

     

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    Como Phil, el Sevilla FC debe hacer examen de conciencia y responsabilidad y poner pies en polvorosa. Esto es, que la institución sea receptiva con las críticas que se hagan, que salga de su postura ensimismada compartiendo con su gente su problema (como con Rita en el film), sea menos frágil institucionalmente ante terceros, que mejore socialmente, que no sea tan distante, que sea más transparente y accesible para con los suyos, que las promesas verbales se plasmen en hechos, que se acierte invirtiendo y acordando fichas y, sobre todo, que planifique y gestione deportivamente mejor la plantilla, con profesionales con oficio, competitivos, experimentados y con muchas más “pinceladas” canteranas (es hora de los Rabello, I. Puerto, ¿Campaña?, etc..…), con líderes como los otrora Martí, Alfaro, Drago, J. Navarro, con profesionales tan implicados como el Rakitic de este año o que se adapten tan bien como Beto o Kondogbia, con canteranos como A. Moreno (gracias Unai), y a ser posible, con el mantenimiento de Negredo, que bien podía ser la referencia ilusionante para ese cambio.

    A ese “reseteo” pretendido, que no le afecta ningún virus.

    Ojalá veamos pronto el feliz desenlace de la película, esto es, a un nuevo Sevilla FC que haya roto la maldición, que salga de esa oscuridad hecha mediocridad, de las infinitas semanas iguales y que después del crudo y largo invierno (dos temporadas), el equipo y su afición (Phil & Rita) formen la simbiosis necesaria y empiecen una nueva vida.

    Para ello y a sabiendas que el aficionado se encuentra dividido, éste debe tener cierta paciencia, mesura y raciocinio en las críticas y saber adaptarse a los nuevos y reales objetivos que se marquen, aparcando, de una vez por todas, aquella gloriosa época. De esa forma, construyendo y aportando entre todos, seguro que más pronto que tarde volveremos a tener hambre por ver a nuestro equipo de la misma forma que a aquel mítico perro de Pavlov cuando se le ponía la boca agua.

    Y como le pasó a la marmota, sólo le pido al Sevilla FC que salga de la madriguera, que deje de ver su oscura sombra y que no vuelva a entrar en ella, señal inequívoca de que este crudo “invierno” está finalizado.

    Por tu bien y por el de tu AFICIÓN, Sevilla FC, no te quedes más atrapado en el tiempo.

    @jorgecortes74

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    4 Responses to Atrapado en el tiempo

    1. 18 junio, 2013 at 6:41 pm

      Hay que reconocer que es complicado hacer un resumen de la temporada más certero. Coincido con Jorge en que el fracaso en una institución tan grande como es el Sevilla (grande, en este caso, de tamaño) nunca puede ser debido a un solo motivo ni a una sola persona, sino a un cúmulo de aquellos. Las cosas no se solucionan echando a un directivo, vendiendo o comprando a un futbolista o clamando por un poquito de suerte. Es la comunión de todo lo que te lleva al éxito o al fracaso. Un árbol no hace un bosque, pero un bosque está hecho de árboles.

      No obstante, yo añadiría un par de cuestiones más a todo lo expuesto: La primera, el entrenador. Yo fui de los que apoyó que continuara Michel, pero reconozco que me equivoqué. Emery me lo ha demostrado. Michel decía saber lo que tenía que hacer, y no fue capaz. Emery, con más presión (por tener menos tiempo) y peor plantilla (bajas, traspasos, lesiones, etc) obtuvo mejores resultados. Y le sobró talento para dar la alternativa a Alberto (Michel también lo tenía a sus órdenes) y meter en el primer equipo a Israel Puerto. Me he quedado con las ganas de ver si hubiese sido capaz de motivar a Campaña. Lástima de lesión.

      Y la segunda, por supuesto, el vestuario. Uno de los principales motivos de la reestructuración de la plantilla para este año es la minoración de la masa salarial, pero otro debe ser (aunque no se diga) un total cambio de ambiente en el seno del vestuario. Muy pocos (por no decir ninguno) de los aficionados sabemos exactamente qué pasa ahí, pero algo pasa. Y ya hace tiempo que es así. No señalaré a nadie porque no tengo ni idea de lo que ocurre, pero eso hay que solucionarlo.

      Estas dos cuestiones extra encajan a la perfección en el original marco cinematográfico creado por Jorge, ya que ambas se vienen dando desde hace tiempo, de un modo recurrente. Hemos visto pasar por aquí a un gran número de entrenadores, y los problemas se han venido repitiendo. Y respecto al vestuario, tres cuartos de lo mismo.

      Y, por supuesto, me uno a él en sus deseos. Que salgamos de esta oscuridad pronto. Críticos enfermizos siempre habrá, igual que aduladores incansables, pero la la inmensa mayoría de la afición está formada por gente sensata que se queja cuando se tiene que quejar, ni más ni menos. Basta con que las cosas se empiecen a hacer bien de nuevo, que el viento cambie y que la pelotita entre para que ese hambre por ver al Sevilla vuelva al hincha de a pie.

      Mi enhorabuena al autor por este artículo tan original como preciso.

      @ravesen_

    2. Alvaro
      18 junio, 2013 at 8:50 pm

      Como no podía ser de otar forma viendo la calidad del mismo, dar las gracias a Jorge por tan ilustrativo y entretenido post. Mi más sincera enhorabuena.

      Tras el comentario de Rafa poco se puede decir que éste no haya dicho. Sólo apuntar la imprescindible aportación de nuestro Director Deportivo que, como tuiteábamos anoche, trata cosas que aqué se leen. Tras las palabras de Monchi en La Bombonera me da la impresión de que esa reinvención que muchos hemos pedido y que Jorge tan bien ilustra pidiendo no anclarse en el pasado, va camino de producirse. No sé si es porque soy un optimista enfermizo o porque me ilusiono rápidamente pero me gustó lo que le escuché a Monchi. Con matices en algunas cosas y con algunas mentiras, tan evidentes como piadosas y/o necesarias, creo que de verdad se va a acometer una reconstrucción de la entidad en aras de lograr un nuevo Sevilla.

      La historia recientísima nos ha mostrado la cima y la sima. Aprendamos de ello.

      Nuevamente, mis más sinceras felicitaciones a @jorgecortes74

    3. 18 junio, 2013 at 10:38 pm

      Bueno, poco más que añadir.
      Como siempre en estos casos, matizar uno u otro aspecto nos llevaría a interminables debates sin un final concreto.

      Pero en general, estoy muy de acuerdo con la exposición aquí mostrada por el Maestro Cortés, por no decir que todos los apartados definidos, reflejan de forma bastante certera lo que hemos vivido esta temporada.

      Sólo espero como sevillista, que aquel cansino despertador que sonaba una y otra vez para iniciar de nuevo una frustrante repetición sin salida, termine finalmente estampado contra la pared, e iniciemos una nueva etapa ya no de exigencias en cuanto a trofeos, pero sí al menos una etapa ilusionante.

      Felicidades a Jorge por el análisis.

    4. 27 junio, 2013 at 2:28 pm

      Muy ameno y divertido artículo Jorge. Esa oscuridad que detectas no se debe a la falta de luz sino a la opacidad 😉

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