• Hatzipanagis: el sosias del Dié.

    by  • 16 junio, 2013 • El Trinche Carlovich, Historias • 7 Comments

    (Escuchando de fondo “El baile de la gambeta” de Bersuit Vergarabat, en la actuación de 2005 donde Maradona se subió al escenario. Y si estuviste en aquel Sevilla-Bayern Munich, no te pierdas a partir del minuto 3:05 del vídeo. Y sécate las lágrimas)

    POR EL TRINCHE CARLOVICH

    Oye, tú. Sí. Tú, tú. El futbolero que está leyendo esto porque entras aquí, amas el fútbol y te encanta ver fútbol de escogidos. Te pido abstracción total del entorno durante 4 minutos largos de tu vida. Sólo 4 minutos. Coge una cerveza muy fría, ponte cómodo, olvídate del mundo y pincha aquí

    Hatzipanagis 1

    A mi también me pasó cuando lo vi. Cualquiera que tiene buena pinta lo llaman “El Maradona de…”. Y ya si es bajito, zurdo, bailongo, y de pelo rizado, para que hablar. Escuchas hablar de tantos y tantos Maradonas que la comparación no puede más que desvirtuarse. Pero hasta que no ves esto, no te das cuenta que esto es lo que andabas buscando. Aunque con una cuarta más, si alguien desprende el aroma del diez en la espalda, finura en la conducción, peligro hasta en la respiración, pelo ensortijado, gambeta imparable y balón pegado a la zurda como una prolongación del pie ese Vassilis “Vasia” Hatzipanagis. χατζηπαναγης en su lengua materna.

    La infancia de Vasia fue compleja y marcada por un forzado exilio político familiar. Tras la invasión nazi y posterior liberación, la situación interna griega en los 40 era extremadamente complicada, desembocando en una cruenta guerra civil que duró prácticamente toda la década, fijándose por algunos historiadores como el primer conflicto bélico de la guerra fría Estados Unidos-URSS. Izquierdas y derechas batallaron durante varios años por el control de Grecia en un conflicto que dejó miles de muertos y una cantidad ingente de desplazados y exiliados. Como muchos otros, la familia Hatzipanagis tuvo que huir instalándose en la entonces ciudad soviética de Taskent, actual capital de Uzbekistán. El pequeño Vassilis vino allí al mundo en octubre de 1.954 y desde niño ya se vio que era alguien diferente con un balón en los pies. A los 17 años pasa a formar parte del primer equipo del Pakhtakor, club de su ciudad natal, ganando la Primera liga soviética (equivalente a la segunda división) del año 72 en la temporada siguiente. En tres años en el Pakhator juega 96 partidos marcando 22 goles y es un fijo en la Sub 19, Sub 21 y selección olímpica de la URSS.

    En el año 1.975 firma por el Iraklis, el club de su vida. Aunque soviético (uzbeko) de nacimiento, el joven Hatzipanagis quiere reconocer sus raíces griegas por lo que “emigra a su país” aceptando la propuesta del equipo de Tesalónica. En su primera campaña gana la Copa en un memorable partido contra Olimpiakos que se resuelve por penaltis tras empatar los equipos a cuatro, marcando dos y asistiendo en los otros dos nuestro querido Vasia. Pocos éxitos más tuvo a nivel colectivo: un tercer puesto en la liga 83/84 (mejor clasificación histórica del Iraklis), la desaparecida Copa de los Balcanes de 1.985 y poco más. En España sólo jugó una vez, en la última temporada de su carrera, ya con 36 años en una eliminatoria UEFA contra el Valencia, con 0-0 en Tesalónica y 2-0 en el Luis Casanova. 281 partidos completó en sus 16 temporadas con el Iraklis.

    De su fútbol me niego a hablar mucho porque pocos casos como éste donde una imagen diga más que mil palabras. Sólo hay que ver el enlace anterior o el que pongo abajo. Sinceramente no salgo de mi asombro degustando como encontraba túneles para pasar el balón donde el resto de los mortales sólo detectamos mares de piernas, la goma que tenía por tobillo o la precisión milimétrica de ponerla allí donde se le antojaba, propia de los elegidos. O la jugada donde se empeña en marcar un gol olímpico (una de sus especialidades) y tira tres corners seguidos directos.

    ¿Por qué no salió del Iraklis? ¿Por qué no fichó por un equipo más competitivo? ¿Por qué su repercusión mundial fue mucho menor de lo que su calidad futbolística demuestra? Es complicado saber, máxime cuando no se trata de una de esas balas perdidas futboleras tipo Friday, Mágico González o Gascoigne cuyas bizarras vidas marcaron sus carreras futbolísticas. Se podría pensar más bien en una historia parecida a la de Matt Le Tissier, que estuvo siempre en el Southampton porque era donde le gustaba estar. Gente cuya ambición competitiva no es lo primordial en la vida, que es feliz con lo que tiene, que se sienten cómodos y queridos en un sitio y que prefieren ser millonarios con alegría que multimillonarios con riesgo Y en parte parece que con Vasia fue así, pero también influyeron otros factores para que se quedara toda la vida en Tesalónica. Entre otros:

    • Cuando llegó pensó que había firmado un contrato de dos años. Pero realmente lo engañaron y ponía “diez años”.

    • El Presidente del Iraklis estuvo amenazado de muerte por los radicales de su equipo según dicen. Si vendía a Hatzipanagis, lo mataban. Literalmente. De hecho, equipos de media Europa lo intentaron firmar, pero nunca se concretó la transacción. Se rechazaron jugosas ofertas del Oporto, la Lazio, Stuttgart y, sobre todo, del Arsenal.

    • Hatzipanagis no tuvo tanta repercusión mundial porque no fue internacional con Grecia. Por jugar con las inferiores soviéticas no pudo disputar partidos oficiales con Grecia, ciñéndose su periplo internacional a un par de amistosos. Hablamos de fútbol de los 70 y 80, donde no había prácticamente parabólicas, y acudir a la liga griega a fichar no era lo normal. Y menos si se trataba de un futbolista poco conocido ya que no era ni internacional.

    En cuanto a reconocimientos personales tuvo muy pocos, como es lógico y natural en un jugador que ni jugó Copas de Europa ni pudo echarse su selección a la espalda como requería su calidad pero impedía su pasaporte. A nivel internacional, todo lo más fue quedar el 23º en el Balón de Oro del 83, por delante de futbolistas de la talla de Rudi Völler, Boniek o Ruud Gullit. Por otro lado, y coincidiendo con el 50º aniversario de la FIFA, cada país de los que disputó la Eurocopa 2008 eligió al mejor de su historia en esos 50 años. Portugal eligió a Eusebio, Rusia a Yashine, Holanda escogió a Cruyff, etc. Se pensaba que Grecia iba a elegir a alguno de los héroes campeones de la Euro 2004. En cambio, sorprendió a muchos que se decidiese por un jugador que nunca debutó en partido oficial con la casaca helena. A otros no les sorprendió tanto.

    Hatzipanagis 2

    Hatzipanagis fue el prototipo de auténtico futbolista de culto, de esos que escondió su misterio durante años en las recónditas videotecas freaks de los aficionados griegos futboleros de los ochenta. Esos aficionados a los cuales el cielo iluminó y, gracias a las nuevas tecnologías, decidieron compartir su joya como aquél que le enseña henchido de satisfacción un tesoro al resto del mundo. De su fútbol nos ha llegado poquísimo, porque las grabaciones de los partidos del Iraklis de los 70-80 se cuentan con los dedos. Pero, madre del amor hermoso, si con lo que ha llegado vemos lo que vemos, qué no nos habremos perdido. Genio pelotero con una calidad como pocos hubo, tan eléctrico como atemporal, tan delicioso como apabullante, de esos por los que la afición contraria pagaba por verlo jugar. Belleza griega, elixir tesalónico, añoranza de pelusa helena. Vassillis “Vasia” Hatzipanagis

    Por cierto. Se te ha acabado la cerveza. Ábrete otra, que si antes te puse una compilación de mostos, ahora va una maestría de tiros y pases.

    http://www.youtube.com/watch?v=QotMwWRMEw4

    @EltrincheCarlov

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    7 Responses to Hatzipanagis: el sosias del Dié.

    1. Sr. Dirnei
      17 junio, 2013 at 11:54 am

      Deliciosa historia, una más, sobre otro de esos grandes genios que están fuera del flash mediático.

      Grandel el Trinche. Enhorabuena por escribir un artículo a la altura del personaje en cuestión (los vídeos que se enlazan son de obligada visión).

      Un saludo.

    2. 17 junio, 2013 at 12:40 pm

      ¡¡Virgen santísima del amor hermoso vaya pedazo de pelotero!! O_o

      Estoy absolutamente maravillado, no conocía a este hombre absolutamente de nada, pero he alucinado con el video. De autentico pelo de pubis que el bueno del Trinche muy a su estilo te descubra cada 16 absolutos talentos balompédicos totalmente alejados de la fama más pop.

      El regate que hace en el segundo 8 del primer video es sencillamente pa levantarse del asiento, saltar al campo, quitarle la pelota y decirle a los demás jugadores «venga killos, todos pa fuera que aquí no hay más que ver».

      Ahora mucho más espectacular resulta la que falla el hijo puta que recoge el pase de la jugada que empieza en el minuto 2:05, ya se que es griego, pero directamente para eliminarlo de la práctica del fútbol. Y encima el gañán al más puro estilo Ivica Mornar contra el Zaragoza se pone a andar de rodillas hasta el poste ¡¡hasta Uzbekistan tendría que haber ido haciendo penitencia ese maldito tuercebotas!! (y por si no teniamos suficiente la que fallan en la siguiente jugada del video también es de traca… estos griegos no se merecen que les salgan este tipo de cracks a lo Machlas)

    3. Alvaro
      17 junio, 2013 at 5:53 pm

      Precisamente comentaba yo anoche con Antonio Ramírez – @voladizodegolsur – eso. La panda de mantas que le rodeaban era para verla. Hay auténticas jugadas de mételo tú que a mi me da la risa que los delanteros de turno fallan. La del minuto 2:10 del primer vídeo y la que viene justo detrás donde el delantero la embarca es para que Hatzipanagis cogiera y pidiera el cambio del tirón. Coño. Que tampoco hay que ser Kanouté para enchufarlas. Un partepechos en condiciones como Chevanton mismo hubiera valido.

      Hay teorías absolutamente estúpidas pero que están empíricamente comprobadas. Como esa que dice que un bar que se llama Casa Paco es un buen bar o que las estrellas de fútbol tienen nombre de estrella de fútbol y las de toros pues de toros. Un torero se tiene que llamar Pepe Luis Vázquez o Curro Romero, no Jonathan Perea. O un gachó que se llame Puli o Chuli nunca puede ser un crack de la pelota. Anda que es igual que llamarte Andrés Iniesta, Zinedine Zidane, Juan Carlos Valerón o Diego Armando Maradona. Pues eso. Si te llamas Vassilis, eres griego, zurdo y te ponen el 10, eres un jugón. Realidad empírica

      Vaya manera de mandar por tabaco la del tal Vasia. La jugada del minuto 2:50 del primer vídeo es de lo más grande que uno ha visto

      Por cierto, y para los lectores habituales de la sección, aprovecho. En su día se escribió sobre Robin Friday (de hecho, en el artículo de Hatzipanagis se enlaza). Hoy los de Jot Down publican una joya sobre el majarón inglés

      http://www.jotdown.es/2013/06/la-derrota-de-las-virtudes-frente-a-los-vicios-de-robin-friday/

    4. 17 junio, 2013 at 6:22 pm

      Me recuerda a Onésimo, con perdón

      • 17 junio, 2013 at 8:30 pm

        El otro día leí una entrevista al autor del libro «Futbolistas de izquierdas» donde decía que el travieso rizado era el jugador que más le ha gustado en su vida. Es del Rayo.

    5. 17 junio, 2013 at 9:48 pm

      Se intentó su fichaje por el león de turno, que para eso del ojo siempre hemos sido unos linces, a la postre felinos, pero nos colaron a Dante Adrian Sanabria. Que los rizos confunden mucho ¡Leches!

    6. Pingback: Los compadres y el tanque blanco | Salmon Palangana

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