La alternativa del águila
by alvayanes • 26 abril, 2013 • Economía, Fútbol • 5 Comments
(Escuchando de fondo Castle made of sand de Jimi Hendrix)
Antes de empezar un inciso que, aunque suene a excusatio non petita, no lo es ni de lejos: este blog no es dudoso en la defensa a ultranza de nuestro Presidente por un justo reparto de derechos televisivos, tal y como se ha manifestado en repetidas ocasiones. Desde el minuto uno, sin concesiones ni ambages, apoyamos la causa emprendida y somos conscientes de que el establishment reinante no sólo es injusto con los competidores sino que conlleva la autodestrucción del fútbol tal y como lo tenemos concebido. Mil veces aquí se ha escrito y mil veces se seguirá escribiendo. Permítaseme el recuerdo de tan innecesario comentario como introducción y para avisar a los navegantes que lean esto pero que no sean asiduos al blog. Y ahora al lío.
Raro es el día que no se escucha una voz relacionada con el Sevilla FC SAD quejándose de que se ha levantado meado cuando, digo yo, tal vez mucho tenga que ver que te acuestas con niños. En este sentido, todos, absolutamente todos, vendieron su alma al diablo y optaron por la solución más rápida, cómoda, lucrativa y sencilla obviando los efectos secundarios de la adopción de la medida. Al Sevilla le pusieron los operadores televisivos por delante 30 millones de euros, firmó, y ahora hacen lo que quieren con él. En este sentido había dos opciones: o la escogida o la antisistémica. O se cogía el dinero, o se decía no y se intentaba financiar la entidad por otras vías donde predominara la autogestión, se intentaran crear unas estructuras de base más sólidas, se intentara una comunión y participación del aficionado con la entidad y demás cuestiones borussiadortmundnianas tan bonitas en la realidad como dificultosas a la hora de echarle huevos. Bien. El Sevilla, aunque amagó, decidió no ser un antisistema y optó por firmar con el que le iba a sustentar el mayor porcentaje de ingresos aun a riesgo del potencial puteo en grado supremo a su aficionado. Esto no es criticable, ni mucho menos. El Sevilla no fue ni más ni menos que nadie. Todos obraron igual. El fútbol español decidió tener la misma solidez que el castillo hecho de arena que cantaba Hendrix y así nos va: media liga concursada, los precios más caros -ver post El precio del fútbol– y deudas a tutiplén.
¿Qué escoger la opción B hubiera sido peor?. Desde muchos círculos se nos dice que no era ni mejor ni peor, sino que sencillamente era imposible. Yo sinceramente no tengo ni idea porque no me gusta elucubrar sobre hipótesis. Lo único que tengo claro es que con la opción adoptada tampoco nos ha ido muy bien. La institución, que está en una situación envidiable si la comparamos con el entorno, acarrea una deuda considerable, la afluencia al Estadio es tebeística y ni siquiera el reclamo televisivo nos da para tener publicidad en la camiseta más allá de distintas frikadas perpetradas en su día que mejor obviamos. Y todo eso ahora, que la cosa va fetén en el sentido que los operadores pagan religiosamente. El día que estalle la burbuja vamos a ver un cuadro porque ya me dirán como demonios se pagan unos gastos comprometidos con unos ingresos etéreos.
Por otro lado la guerra es cambiar el modelo pero de forma, digamos, edulcorada. Es decir: de una venta individualizada de derechos pasar a una venta colectiva de tal forma que en el reparto de la tarta pillemos un cacho más grande. Pero poco más. Se varía el modelo, pero el sistema es el mismo porque quien manda es el mismo. Lo que pretendo decir es que, con independencia de que nos paguen 3 ó 30 y de que el reparto sea colectivo o no, si el operador nos quiere poner 20 lunes al año a las 22:00 nos van a seguir poniendo. Que nadie se crea otra cosa: el pagano va a seguir haciendo lo que le da la real gana con los horarios, máxime cuando el poder de facto de Javier Tebas se ha oficializado.
En España como digo, todos se quejan de un sistema televisivo del que todos son conniventes. En cambio, en otros sitios, se opta por sistemas alternativos. Hoy me van a permitir que le presente el modelo de Benfica Televisión.
El hecho de que los equipos tengan canal propio en televisión es algo que conocemos desde hace tiempo. Sevilla FC TV se puede ver en nuestras TDT con una variada programación que incluye desde tertulias a partidos históricos, pasando por retransmisiones del filial o de categorías inferiores. Algunas veces, de forma puntual, también recuerdo que ha dado algún partido menor del primer equipo. Por otro lado, los mastodontes de nuestro fútbol, Madrid y Barça, han hecho amagos de mayor o menor enjundia con su propio canal televisivo a través de las plataformas de pago. Empezaron con mucha fuerza pero se han ido desinflando. Real Madrid TV, por ejemplo, tenía un presupuesto de 22 millones y ahora no llega a 7. No conozco las programaciones de estos dos canales pero imagino que será del estilo de la nuestra. La mayoría del resto de equipos también tienen televisiones propias, casi todas retransmitiendo por internet.
El caso del Benfica TV es radicalmente distinto. Los lisboetas teniendo en cuenta su brutal potencial a nivel internacional (está en el Guinness desde 2006 como el club con más socios repartidos por el mundo) han decidido no crear un canal al uso, sino intentar reventar el mercado. Benfica TV no sé si será referencia de nada, pero al menos es precedente mundial. Han roto la baraja. El plan B.
No podemos olvidar que el Benfica es una sociedad que cotiza en bolsa, por lo que su Consejo de Administración lo conforman personas que se están jugando su dinero y que tienen que dar cuenta de sus actos ante personas que se están jugando su dinero. Es decir: las cosas de calado que hacen no son boutades sino decisiones empresariales de las que va a depender directamente SU dinero. Por tanto las arriesgadísimas decisiones empresariales que se han tomado en lo referente a Benfica TV no derivan de un disparo con pólvora del rey: la diversificación de riesgo y la concepción de EMPRESA (el empleo de la mayúscula no es casual) que tiene el equipo luso les ha llevado a tomar la decisión de inyectar capital a su propia televisión porque ahí han visto negocio. En resumen: esto no es jugar con billetitos de Monopoly, ir de farol o actuar con el dinero de otros que si sale mal pues no pasa nada. Si la apuesta por Benfica TV es por derecho es porque han visto un filón para arriesgar. Y vaya si han arriesgado. Dos decisiones importantes se han tomado recientemente que, como digo, hacen que los de Da Luz se hayan salido del carril en el mercado audiovisual deportivo.
- Sus partidos de la liga portuguesa. El Benfica ha rechazado la propuesta de Olivedesportos para la retransmisión de sus encuentros entre 2013 y 2018 de tal forma que serán ellos a través de Benfica TV quienes explotarán sus derechos televisivos. Ni negociación conjunta ni contrato individual: sus derechos son suyos y el que quiera ver a «Las Aguilas» tendrá que abonarse a Benfica TV, articulándose una sistema parecido a ver al equipo en el Estadio: se puede pagar por temporada completa, por bloques de partidos o por partidos sueltos donde pagas más o menos dependiendo el rival.
- La compra de la Premier League hasta 2016. Así como suena. Benfica TV ha adquirido para su canal de pago los 380 partidos por temporada de la liga inglesa para los próximos tres años. La cantidad no se ha hecho pública, pero teniendo en cuenta que no hablamos precisamente de una liga menor, el dineral que ha tenido que poner el canal para adquirir dichos derechos ha tenido que ser importante. La retransmisión de los partidos de la Premier en Benfica TV se suma a las ligas griegas, estadounidenses o brasileñas cuyos partidos ya se daban en el mencionado canal.
Por tanto, si un señor aficionado al Oporto o al Sporting de Portugal quiere ver cómo juega el Tottenham de Vilas Boas o las diabluras de Nani tiene que abonarse a Benfica TV. Intenten extrapolarlo a España. Imaginemos, por decir algo, que Barça TV hace lo mismo, y piensen en un madridista talibán amante de la liga inglesa que tiene que abonarse a Barça TV porque ellos han comprado los derechos de dicha competición. O tenerle que pagar directamente a ellos si quieren ver un Madrid-Barça. Tela.
Evidentemente el caso no tiene nada que ver. Como digo la volubilidad del Benfica es grande porque cotiza en bolsa, además de tener formas paralelas de financiación (precisamente acaba de conocerse una emisión de deuda, cosa bastante usual en su rival de Oporto –ver post Menos mal que nos queda Portugal-). Por su parte el poderío del club lisboeta, el reparto televisivo del país luso, la concesión de licencias en TDT, el sistema de canales de pago, etc , no se parecen en nada a la situación de nuestro fútbol. No estoy diciendo que creemos una tele propia y le echemos un pulso a Roures, Tebas y demás, Dios me libre. Sirva este artículo sólo para ilustrar que hay una vida distinta más allá de la que conocemos.
te he leido poco o muy poco mejor dicho,pero cada dia que te leo en estas lineas me parece que eres un tio sevillista y con la cabeza bien amoblada,espero que los mamones que mandan en nuestro club,
por no decir algo mas feo e inapropiado ,algun dia te leean y tengan ganas de poner tus ideas y propuestas al pie del cañon,desde valencia un sevillista y sevillano con un acento diferente al que tenia mi viejo y mis hermanos y familia en SEVILLA y pero que lo siente como tu y todos los que teneis la suerte de vivir por alli,un saludo y un abrazo amigo y familia SEVILLISTA
Me alegro que te haya gustado el artículo y los otros pocos que hayas leído. Yo no sé si estas u otras cosas son las soluciones aplicables a los problemas. Lo único que es evidente que muchas veces, en los momentos más difíciles se imponen soluciones rompedoras y distintas. Y que este tipo de soluciones se aplican en pocas o muy pocas ocasiones y, al final, se sigue la senda establecida de una u otra forma. Aquí hablamos de fútbol pero, obviamente, es extrapolable a cualquier parcela de la vida donde un poderoso tiene que decidir porqué camino tirar.
Empezando por las decisiones de los políticos y terimando por algo tan peregrino como el fútbol (televisión, precios de las entradas….). Tal vez esto al final rompa. O no
Salí y Sevilla futbolclú
El comentario que tenía en la cabeza mientras leía el post lo has hecho tú mismo en el último párrafo (incluída la emisión de deuda). Además, clavado, porque iba a concluirlo con algo así como que esto no es necesariamente la solución, pero sí la muestra de que hay más caminos que el que conocemos.
Lo que no has dicho, y yo sí que tenía en mente, es que no veo a la actual directiva capacitada para estas cosas (y ojalá esté absolutamente equivocado). Pienso que esto es propio de gente nueva y muy preparada que llega a un club con ideas diferentes y con muchas ganas de trabajar. Vamos, el caso de la actual directiva, pero hace diez o doce años.
Los actuales directivos, o tienen parte de sus pensamientos en otra parte (lo cual es humanamente lógico), o, por mucho que lo nieguen, están más quemados que la pipa de un indio. Quemados porque el cargo que ocupan quema mucho. Muchísimo. También lógico. Además, ya no tienen el apoyo unánime de la afición (aunque sí del accionariado), con lo que no sé hasta qué punto habría valor para adoptar ideas revolucionarias.
Ojo, no estoy diciendo que no sean capaces o que no estén preparados. Es más, creo en todo lo contrario. Lo han demostrado estos años. Pero una cosa es estar preparados y otra tener el valor para hacerlo.
Sï los veo capaces para conseguir que el Sevilla salga del atolladero económico en el que está, a nada que la peolotita entre. Pero, por desgracia, no para llevar a cabo un cambio total en la gestión del club de cara a adaptarse a los nuevos tiempos que corren (y los que van a correr a corto plazo – fair play financiero y tal – )
Y es una pena, porque creo que es justo lo que se necesita. Afortunadamente (o por desgracia) la propia situación general va a obligar a hacerlo, aunque sólo sea dar mayor protagonismo a la cantera.
Magnífico artículo, Alvaro. Otra vez.
Un abrazo.
Como bien dices, más allá de que este modelo que propone el Benfica para explotar sus derechos de imagen sea exportable o no, lo que realmente demuestra es que otros caminos, si no son posibles (en el concepto de viables, que alguno supongo que sí habrá) al menos son explorables. Pero para eso, como dice muy bien Ravesen, hace falta savia nueva que esté preparada y que venga con ganas de apostar por un modelo nuevo.
En este aspecto televisivo, yo siempre he pensado que un tema casi olvidado por todos y que puede reportar ciertos beneficios es el tema de internet. Obviamente no tengo cifras reales, pero montar algo parecido al ‘League Pass’ para ver la NBA online (o su análogo que tienen montado la página de MotoGP para ver las carreras) puede ser algo muy interesante y relativamente barato.
En resumen, se puede perfectamente vender los derechos para emitir por TV y reservarte los derechos para emitir por internet. Y si no, que se lo digan a Bernie Ecclestone y las mil y una fórmulas que tiene con la FOM para vender los derechos de la F1. Un crack el tío.
En cualquier caso, yo me conformo con que lleguemos a vender los derechos de la liga en conjunto. Ya sería un paso adelante importante tal y como están las cosas.
Un saludo.
Llevo mucho tiempo observando el modelo alemán y creo que si de lógica e intención de servir se tratara, acabaría imponiéndose, lo que ocurre es que aquí pasa como en Dinamarca en cuestión de olores.
Esta semana se ha vislumbrado la proa de ese buque que nos enfila. El trato de a sus aficionados, el precio de las entradas, la descentralización del poder, la alternancia del predominio deportivo, la exigencia de escuelas de formación, el precio declarado de los traspasos.
No se exige un parque neuronal muy vasto para percatarse de que aquí existe un agujero tremendo por donde se pierde el dinero. ¿Dónde está el agujero? Pues creo que en todas y cada una de las operaciones por donde circula.
Es de justicia exigir un reparto equitativo de los derechos televisivos, pero mi duda es si no servirá como los distintos planes de saneamiento que se han llevado a cabo, que nunca sirvió al fútbol y sí para el beneficio de una fauna de adláteres a este negocio. ¿A quién engordará?
Creo que de nada servirá si no empezamos a exigir el cumplimiento de toda esa riada normativa. Hay varios frentes para los aficionados al fútbol, y quizá, sólo quizá deberíamos exigir una desparasitación antes de echar más madera a la máquina del desastre.