(Escuchando de fondo «Superstition» de Stevie Wonder)

La historia de los campeones polacos es ciertamente interesante. Cuando uno piensa en el fútbol de este país, le viene a la cabeza el Wisla de Cracovia, el Legia de Varsovia o el Lech Poznam. Sin embargo estos son equipos «nuevos» en el sentido que se están repartiendo las ligas de este siglo pero, aun sumando todos sus campeonatos, no llegan al palmarés de los dos históricos dominadores de la competición. Efectivamente, con catorce ligas cada uno, la competición polaca tiene como campeones máximos al Gornik Zarbzre y al Ruch Chorzow conjuntos estos que sólo nos suenan muy de pasada pero que son los grandes reyes históricos. El hecho que el Gornik no gane la liga desde el 89 y el Ruch desde el 88 es lo que hace que no sean muy conocidos a nivel internacional en la actualidad

Caso curioso este. Zarbzre y Chorzow son dos ciudades polacas de la región de Silesia (sur de Polonia, limítrofe con Chequia). No son ni el centro económico del país ni tan siquiera las más importantes de su Voivodato, donde suenan mucho más poblaciones como Katowice o Chestokova. Zarbzre y Chorzow tienen una demografía parecida y escasa (en núcleo urbano poco más de 100.000 personas) y están pegadas en el mapa. Como digo es un caso curioso. Haciendo un paralelismo con nuestro país (Polonia y España tienen población similar) es como si aquí el Jaén y el Almería sumasen veintiocho ligas y fuesen dominadores históricos de la competición doméstica.

Sin embargo, como digo, estos dos clubes han sufrido una decadencia en los últimos tiempos que incluso ha conllevado el descenso puntual de categoría de ambos, aunque los dos ya están otra vez de vuelta en la Ekstraklasa (nombre de la primera división polaca). Pero mientras el Gornik Zarbzre ha seguido la vía «normal», su competidor de Chorzow intenta volver a la élite reinventándose. Efectivamente, tras ascender de categoría en el 2007, el Ruch Chorzow decidió salir a bolsa. Esto que puede sonar raro no lo es. Lo raro es lo de España, que no tiene equipos que coticen. Para más información, aquí y aquí.

Hay dos índices de inversión compuestos por equipos de fútbol que cotizan en bolsa: el Bloomberg Stoxx Europe Football y el Dow Jones Stoxx Football Index, Obviamente el Ruch Chorzow lo hace en el primero junto a otra veintena larga de equipos.

En bolsa se suele decir que hay blue chips y chicharros. Los primeros son los mastodontes (Santander, Telefónica, Repsol…) que son valores más o menos estables con los que es difícil dar un pelotazo gordísimo pero que al mismo tiempo sabes que la posibilidad de despeñe es menor. Por otro lado, los chicharros son aquellos valores más modestos con los que igual te haces de oro que igual pierdes hasta la camisa.

Pues en el fútbol parece que pasa algo parecido. Y al igual que la Juventus o el Borussia Dortmund fluctúan en su valor (pero dentro de un orden) y «sostienen» el índice, te encuentras chicharracos como el Ruch Chorzow, que dentro del índice tiene un valor nimio (el 0,14%) y con el que hay gente que se ha tenido que comprar el traje de Rambo para poder guardarse todas las de Ubrique y hay otros que para ahorcarse tienen que pedir prestada la guita.

Este gráfico es la referencia del último año del índice Bloomberg Stoxx Europe Football. La captura de pantalla la hice el día del padre. Por tanto, el rango es de 19 de marzo de 2012 a 19 de marzo de 2013.

Como podemos ver, a 19 de marzo de 2012, redondeando, el índice tenía 94 puntos y un año después, 88. Eso significa que ha bajado en el año un 6,61%. Alcanzó su cima en 107,97 y su sima en 74,61. Más o menos una cosa normal. Esto quiere decir, de forma muy aproximada (obviando comisiones y esas cosas), que si tú hubieses invertido 10.000 euros en un fondo de inversión referenciado por completo al Stoxx Europe Football, tus participaciones estarían valoradas en 9.339 euros. Para la que está cayendo y siendo un producto financiero de evidente altísimo riesgo, pues tampoco es para rasgarse las vestiduras.

Ahora veamos el Ruch Chorzow

Se observa que a 19 de marzo de 2012, la acción se cotizaba a 1,7 y un año después, a 0,33. Eso significa que ha bajado en el año un 79%. Lo que en román paladino viene a ser un carajazo de categoría.

He mirado el histórico por curiosidad y se ha movido en un rango de 1,5 a 2 euros por regla general. Sin embargo, no sé porqué, en julio de 2011 llegó a cotizar en 3 euros. Imagino que «en la burbuja del Ruch Chorzow» influiría que de quedar el catorce pasó a ser el segundo, que Polonia albergaba la Euro lo que podía incidir en un relanzamiento del fútbol polaco y esas cosas. Pero la realidad es que ahora el equipo va el antepenúltimo, que el campo no lo tienen terminado y que las acciones están a 0,33 euros. Vamos a ver qué hubiera pasado con esos 10.000 euros si en lugar de referenciarlos al índice lo hubiese hecho en concreto a este equipo polaco

– Señor A: compró a principios de 2011 (acciones a 1,6) y vendió al señor B en julio de ese mismo año (acciones a 3).

Casi dobló su inversión. Con 10.000 euros, a 1,6, compró 6.250 acciones. Esas 6.250 acciones, vendidas a 3 euros le supusieron 18.750 euros. Es decir: en medio año ganó un 87,5% (8.750 euros). De fiesta gorda con Flavio Bibratore y Giulio Vera.

– El señor B compró en julio de 2011 esas 6.250 acciones a 3 euros, invirtiendo esos 18.750 euros. En el día del padre de 2012, vio que las acciones cotizaban a 1,7 pero aguantó el tirón y no vendió. En cambio, en el día del padre de 2013 se hartó del puñetero Ruch y vendió todo al señor C. Teniendo en cuenta que cotizaban a 0,34, ha conseguido 2.125 euros. Ha perdido cerca del 90% de su inversión. Al señor B se le ha puesto una cara de chipriota horrorosa.

Si estamos por estos lares dentro de un año, volvemos a ver como le ha ido la cosa al señor C.