La frialdad de la perspectiva
by alvayanes • 4 marzo, 2016 • Fútbol, Sevilla • 13 Comments
(Escuchando de fondo «Good to your earhole» de Funkadelic)
El “Dilema del tranvía” en su variante de “El Hombre Gordo”, fue publicado por primera vez por Judith Jarvis Thomson, celebre filósofa norteamericana. Se lo resumo de forma rápida por si no lo conocen.
Un malvado asesino ata a cinco personas a la vía del tren para que éste las arrolle. Por su parte, el señor A está en un puente junto al señor B -que pesa 200 kilos- observando aterrorizado cómo viene el tren; sus gestos no consiguen pararlo por lo que cinco muertes están a punto de suceder. Sólo hay una opción de evitarlas: empujar al gordo para que caiga sobre el tren y así este se detenga.
El dilema moral es inmenso. Siempre resultará menos malo que muera una persona a que lo hagan cinco pero, por otro lado, empujar al obeso cierto es que hace que salves cinco vidas pero te convierte automáticamente en asesino. Pero, si no lo haces, también se te puede catalogar como “asesino por omisión” Y aunque un utilitarismo extremo asevera que la opción del empujón es la correcta, lo cierto es que la mayoría asegura que no lo haría.
A este clásico problema le dio una vuelta de tuerca un proyecto universitario donde participaron afamados investigadores de distintas naciones, entre ellos el español con nombre de tenista Albert Costa, miembro de la Pompeu Fabra. En el mencionado estudio se les planteó el dilema a un nutrido grupo de estudiantes, pero de manera distinta.
1) En castellano a españoles.
2) En inglés a españoles que dominaban inglés básico.
3) En inglés a norteamericanos.
4) En castellano a norteamericanos que dominaban español básico.
Hubo más lenguas implicadas, pero lo he resumido. El estudio completo está aquí
Los resultados son, cuando menos, curiosos, ya que las respuestas no estuvieron influidas por la nacionalidad del consultado, sino por la lengua en la que se formuló. En los grupos 1 y 3 la mayoría aplastante se decantó por no empujar al inocente gordo, pero en cambio en los grupos 2 y 4 el porcentaje de estudiantes proclives al (r)empujón ascendió considerablemente.
Por tanto, si nos preguntan exactamente lo mismo en nuestra lengua materna o en otra en la que solo nos defendemos, respondemos de forma diferente. Esto se ha interpretado por los expertos en la materia de forma clara: en aquellos casos donde no controlamos del todo la situación tendemos a adoptar una postura más fría, utilitarista y pragmática que en los supuestos donde el problema nos toca más de lleno.
Finales jugadas por equipos españoles en los últimos 10 años
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— Sevilla Noticias (@sevillistaaldia) 12 de febrero de 2016
Todos tenemos familiares, amigos y/o conocidos futboleros tanto de fuera de Sevilla como de la capital que no son sevillistas. Todos estamos en el mundo de tal forma que, cuando departes de forma seria sobre el Sevilla con alguien que no tiene nuestra pasión, es prácticamente unánime el sentir: por ahí se valora lo que ha hecho el Sevilla en los últimos años con una admiración absolutamente indubitada. El hecho de que un club de la dimensión social y económica del Sevilla FC SAD salga casi a final por año, tenga las vitrinas como las tiene, reinvente el equipo de forma recurrente, juegue en Europa todas las temporadas prácticamente, o posea una saneada economía, levanta una mezcla de fascinación, perplejidad y envidia más o menos sana entre el analista, aficionado o periodista allende Nervión.
En cambio, aquí, a la mínima se monta un incendio; cuando Monchi, con el bagaje en la espalda que tiene, trae a un tal Nzonzi para reforzar el mediocampo, se eleva a definitivo el fracaso en el recambio a Mbia por el hecho que el chaval (que viene de otra liga, que no habla español, que tiene un problema personal) juegue mal los primeros meses. O cuando Unai, con el bagaje a la espalda que tiene, saca una alineación con algo que medio descoloca, se lía la mundial. Y se empieza a coger la parte despreciando el todo o el rábano por las hojas sin pudor alguno; si, por decir algo, los saques de esquina que sacamos en los segundos tiempos de los partidos que jugamos como local en primavera los domingos en los que llueve son menos provechosos que los que saca la Llagostera, arde Sevilla contra Emery por el déficit en el balón parado. El que objetivamente sea uno de los más grandes de la historia (para algunos, libra por libra el mejor), es secundario. Lo que este hombre hace año a año en el que le desmontan el equipo, es lo de menos. Lo de que otra primavera tengamos de cabecera las webs de viajes acolasadas, es superfluo. Lo importante es que los saques de esquina que sacamos en los segundos tiempos de los partidos que jugamos como local en primavera los domingos en los que llueve son menos provechosos que los que saca la Llagostera. Con este burdo y exagerado ejemplo pretendo decir que elevamos a categoría de noticia cuestiones menores valorando poco lo realmente troncal. En la balanza no hay color. Vivimos un Sevilla con una capacidad de jugar finales como nunca se vio y que en la última década ha ganado más títulos, por decir algunos, que el Arsenal, Milán o Liverpool. Juntos.
A pesar de que la mayoría silenciosa de la que hablaban mis amigos @ravesen y @cesarvizcaino no forma escándalo sino que goza de lo suyo, no es menos cierto que el sentir palpable es que de cualquier pamplina o estadística parcial negativa hacemos un mundo y que, en general, no es que no valoremos lo que estamos consiguiendo en los últimos años pero sí entiendo que se nos da mucho más mérito desde fuera que el que los propios sevillistas nos podemos otorgar. Y es que pasa igual que en el dilema del tranvía y el hombre gordo desde el prisma estudiado por el profesor Costa: los de fuera, los que analizan sin el bendito yugo de la pasión sevillista, tienen sin lugar a dudas una postura más fría, utilitarista y pragmática que aquellos que tenemos al sevillismo como lengua materna.
Tengo la sensación que la consideración general que Ramón Rodríguez Verdejo o Unai Emery Etxegoyen poseen fuera de la ciudad es muy superior a la que puedan detentar aquí, donde hay algunos que bien por la humana regla de la inmutabilidad preconcebida o bien amparados en un presunto paraguas de la exigencia -exprimiendo dicha virtud de forma torticera-, han perdido un poco la perspectiva de quién es el Sevilla FC SAD, de donde venimos, hasta dónde podemos llegar y cuál es la dimensión social y económica de una entidad que ve como sus rivales tiemblan cuando les cae en un sorteo aun cuando estimo no debe estar ni entre las 50 más potentes del continente desde el punto de vista financiero. Lejos de trivializar lo superfluo, en ocasiones valoramos en mayor medida cualitativa los fallos individualizados en detrimento de una balanza general que es absolutamente escandalosa con unos réditos que no soportan el más mínimo debate. Y es que en el fondo y en teoría, todos los humanos tenemos un punto de narcisismo que hace que pensemos que lo hacemos mejor que el de al lado, pero en el caso del Sevilla el narcisismo se va a hacer puñetas. Los de fuera, los competidores, nos ven más altos, más guapos y más fuertes de lo que nosotros mismo nos vemos. El histrionismo sevillano en su máxima potencia o como la define mi @FranGamDom , la folclórica loca del coño que es esta bendita ciudad.
Carpe diem. Ya está la candela encendiendo por alegría el bidón de la noche. Ya están las palmas arrebatá por sevillanas. Ya están los colegas compartiendo ese bocata que le quitaría el hambre a media África. Ya está Nervión otra vez de fiesta. El barrio más alegre del mundo. Ni la Boca ni Chelsea, ni Botafogo. Nervión con acento en la o de óleeeeee. Hazle caso a Emery. Y vivamos el momento. Vivamos lo de hoy porque jamás regresará. Y suma así una escalera de peldaños de plata que te lleven otra vez a lo mejor de tus sueños al día. Tenemos un club con el patrimonio inmenso de la felicidad. Otros viven su tristeza, arrastran su agonía. Para parecerse cada vez más a aquellos versos del predilecto Joaquín Sabina: Más triste que un torero/al otro lado del telón de acero/Así estoy yo, así estoy yo, sin ti… Dios nos libre de tanto desamor. Ese infierno donde no cabe la esperanza en la que hoy vive las tres primeras letras de mi abecedario: Sevilla Fútbol Club. Ahhhhhh. Como te quiero
@JFelixMachuca en Orgullo de Nervión
Que la falta de exigencia es tan nociva como la exigencia desmesurada es una realidad tan indubitada como que no hay verdad absoluta en el Dilema del Tranvía. Pero, a diferencia de aquel sufrimiento, esto no lo es. Jamás se me ocurriría decirle a nadie lo que debe hacer pero creo que el sevillismo debería quererse un poco más a si mismo, valorando esta realidad hecha sueño. El Sevilla. Nosotros.
Foto SFC
Saludos.
Felicidades. ¿Otra vez? Si, otra vez.
Ya lo dijo uno que sabe tela de esto y además, sabe decirlo con música en las letras: es el debate de la excelencia.
Ocurre, Álvaro, que el tranvía es el Sevilla y que ni diez gordos podrán detenerlo. Lo siento por los de las vías pero en todas las guerras hay víctimas.
Somos así y así seremos hasta la muerte. Y no queremos cambiar. Yo no, desde luego.
¿Que fuera nos ven maravillosos? Muchos besitos y gracias, queridos, pero es nuestro propia percepción de nosotros mismos la que nos tiene ahí. No queremos ser universalmente queridos, ni simpáticos, ni divertidos…
Éste deporte tan maravilloso, practicado con nuestro Corazón de Nervión, es una batalla permanente. No hay guerra, es solo batalla sin fin. Y hay que salir a ganarlas todas. A bocaos. Pisálo.
Los de colorao son los nuestros.
Grande, Álvaro.
Un abrazo y cuídate.
Muchas gracias por el comentario, profesor. Estos comentarios medio nos llenan a los que sufrimos que tenga usted el blog semi aparcado,
Llevas toda la razón en tu argumentario, pero matizo. No queremos ser queridos ni simpáticos. Y no lo somos, porque ninguno de los que gana lo es. Pero sí somos valorados, en mi opinión, en una justa medida. Lo cual es distinto.
En cuanto a que no hemos cambiado… En fin. Tiene eso un debate que excede tal vez este post. En cosas hemos cambiado para mejor y en otras no tanto.
Y al igual que quiero a esta sacrosanta afición, soy crítico con ella en ocasiones. Tal vez por eso. Porque la quiero y la valoro. De lo contrario, tal vez fuera más pasota
Exigencia máxima. Sabes que ahí no parto peras. Pero una cosa es eso, y otra estar triste por no poder acabar retozando con Beyoncé tras salir por la noche. Ese es el sentir del post
Abrazo
Esto se debe simplemente a que el entrenador hace y piensa cosas diferentes que lo que pensaría un aficionado. Como la gente en sí narcisismo cree que siempre tiene la razón, y nos satisface tenerla (aunque el entrenador maneje cien veces más información que nosotros y esté asesorado por un grupo de gente que también sabe un poco de esto, un par de detalles que a menudo pasan desapercibidos) cuando Emery toma una decisión con la que a priori no estamos de acuerdo nos deja contrariados.
Si luego se gana, qué bien, porrazo para todos, Unai que grande eres y tal, PERO CUANDO PIERDE no se tolera que el entrenador haya tomado decisiones diferentes a nosotros, porque está claro que si hubiera hecho lo que nosotros pensamos, y como es evidente que nunca nos equivocamos, lo hubiéramos hecho mucho mejor y probablemente habríamos ganado.
Ahí está la clave de la maldición de Emery, nunca seremos capaces de reconocer que no tenemos ni idea y por nuestro egocentrismo exacerbamos nuestras propias opiniones otorgándole categoría de verdad absoluta. Queremos que se nos de la razón hasta tal punto que si se perdiera con un entrenador que pensase más como un aficionado se diría: «el entrenador no puede hacer más, no es culpa suya, los jugadores son unos mercenarios» En cambio cuando se equivoca Emery el discurso es: «Podría haber hecho mucho más (ese podría hacer más es «Podría hacer lo que yo digo») ese alineador no se da cuenta de que Coke es una basura de futbolista y que tienen que jugar Kono y Banega siempre porque en los equipos grandes los buenos lo juegan todo, ES DE SENTIDO COMÚN» Démonos cuenta de que muchas veces se llega a acusar al entrenador de negligencia sin decir la palabra.
Por supuesto, todo esto que he escrito vale exactamente igual para Monchi o la directiva.
Tenemos suerte de que Emery piense diferente al aficionado común y gracias a su trabajo, al de Monchi, directiva y jugadores se han conseguido estos últimos dos años exitosos, al mismo tiempo que estamos poniendo los cimientos para otro más.
Enhorabuena por el texto.
También hay que reconocer que el fútbol es pasión y…..presente. Las derrotas de nuestro Sevilla duelen mucho, sobre cuando el equipo no lo da todo.
Por otro lado están los medios de «desinformación», que lo único que buscan es la pólemica absurda y vender….aunque sea basura y calientan al personal con chorradas.
Pero como dijo nuestro presidente, la afición del Sevilla es inteligente y sabe perfectamente lo que somos y de donde venimos. Disfrutamos y sufrimos a partes iguales….y disfrutamos mucho últimamente.
Incluso el que critica, en el fondo de su ser lo sabe, y está loco de contento por ver a su Sevilla donde está. A partir de ahí, cada uno es como es…..en este y en tantos temas.
Un saludo,
Juan Carlos.
Pues eso, exigencia, SI. ¿Desmesurada? NO
Complasencia; Ninguna, Crecimiento todo
Sabiendo quienes somos.
Y sabiendo que siempre ha habido, hay y habra errores, muchos
Pero tambien que cuanto menos hay los mismos Aciertos
La clasica Balanza
Tengo familia en Barcelona que suscriben punto por punto eso de que fuera se valora muchísimo más los méritos incuestionables de este Sevilla de Monchi y Emery.
Particularmente, se me vienen varios caretos leyéndote, casi todos gurús de tres al cuarto que por suerte dejaron hace tiempo de pronunciarse ‘donde no debían’.
Lógicamente es plausible saber que ‘la Silenciosa’, somos Mayoría y que sabemos disfrutar infinitamente de lo que nos han dado estos ‘Elegidos de Nuestra Bella, Orgullosa y Envidiable Historia’ y que por desgracia demasiados en el Tercer Anillo no pudieron ni siquiera imaginar.
Quienes prefieran llenarse la boca de espuma, creyendo adoctrinar con su sevillismómetro a quienes tienen el mal gusto de perder el tiempo en leerles, que sigan con su vida de frustración y mala baba, que de todo siempre hubo y habrá en la vida.
Los que lo dejan todo por este Club, más allá de que a veces salga bien ‘o mal’, siempre me oirán con mi bandera y mis cuerdas vocales a su lado, desde el blanquirojo y anónimo granito de arena que siempre quise ser.
Apreciado Álvaro.
Con el mayor respeto, lo que piensen en otros sitios del SFC, no me resulta atractivo. Carecen de nuestro sentimiento, para evaluar con criterio adecuado.
Sí lo que piense nuestra afición. Y sobre todo, la de los aficionados que además de querer que nuestro SFC gane –como todos creo-, demanden otro estilo para conseguirlo. Exigencia en definitiva, claro. Pero no excesiva.
Si con una plantilla que –incluido equipo técnico-, nos cuesta más de 70 millones € anuales no exigimos un mejor nivel,… ¿Cuándo lo hacemos?
Creo que el tema Unai Emery, se está sacando de contexto. Desde diversos lugares se intenta difundir que es el mejor de los mejores; que sin él sería imposible; y que gracias a él, tenemos lo conseguido.
Los datos estadísticos que nunca han sido relevantes, ahora son de exposición continua y constante. Calma señores, tranquilidad.
El grandísimo para mí, y criticado por muchos Joaquín Caparrós Camino, que sacó petróleo de un grupo de chavales con discreto nivel deportivo, dijo en alguna ocasión “… en el fútbol, se pasa de monja a puta, en cinco minutos”. Gran verdad. Los que hoy piensan de una forma determinada sobre un entrenador o jugador por sus éxitos, mañana,… si cambia el viento… ya sabemos.
Pocos analizan la excelente plantilla que el S.F.C. tiene actualmente, y que evidentemente, facilita la tarea a Unai.
Y yo especialmente feliz, porque podamos pagarla y mantenerla, aunque debamos vender al final de temporada a los más destacados.
Valoro positivamente, el esfuerzo de Unai montando un equipo nuevo cada año. ¡Faltaría más!
No me gustan los métodos de Unai. Comparto lo expresado el pasado año por el Sr. Ariza: “…a pesar de esto, deseo seguir aguantándole muchos años más”.
Considero, que nuestra plantilla está capacitada para presentarnos mayor espectáculo deportivo. Evidentemente el equipo no es brillante, pero gana al menos en casa, por ahora.
Pero,… ¿Sólo la victoria debe estar en el fiel de la balanza de la mayoría?, ¿la forma o sistema de juego, no debe ser objeto de debate?
Pero muchos son -eso sí-, los que critican a quienes pensamos diferente. Pasan a calificarnos de “catedráticos”; “expertos”; etc,… sencillamente por pensar diferente, cuando todos deseamos lo mismo: Lo mejor para nuestro SFC.
Yo no soy de Unai; ni de Monchi; ni de Castro. Soy del Sevilla Foot-ball Club. Orgulloso de una institución que lleva aquí más de 126 años, gracias a la entrega, amor y pasión de muchas generaciones de aficionados. Lo demás…
La unidad desde la disparidad, siempre es positiva en cualquier índole. Permítannos que veamos las cosas de forma distinta.
Por cierto,… sugiero que nos preocupemos más del Club, que del entrenador y/o el reconocimiento que se le de a su trabajo.
Cualquier día aparecerá por aquí un ruso, coreano, catarí,… y comprará grandes paquetes de acciones de nuestro Sevilla Foot-ball Club. Económicamente somos un chollo. Pero esto, no preocupa a casi nadie. Eso sí, después vendrán los lamentos.
Abrazos.
Salud y Sevillismo.
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Sencillamente ,genial
exigencia desmesurada es no ganar ni un mísero partido a domicilio?? exigencia desmesurada es vender todos los años a los mejores jugadores dando igual si entra o no en champions??. un timo de planificación, y un timo de fichajes.
A buen seguro nadie, siendo sevillista, esta contento con las participaciones este año del Sevilla F.C lejos de nuestro estadio, pero de justo eso habla este post…….
Estamos 5º en la liga , quizás en el lugar que dicta nuestro presupuesto (por muy elevado que este sea, los hay mayores en esta liga y obviando las competiciones de copas, nacionales e internacionales, donde se han conseguido, y ojala así siga, resultados por encima de lo que dicta nuestro gran presupuesto), no en descenso ni en mitad de la tabla.
En cuanto a la venta de los mejores jugadores a final de cada temporada, a día de hoy es la política que mejor nos ha funcionado y dado mayores éxitos deportivos (demostrado, ahí no puede haber debate posible, bajo mi punto de vista) ¿entonces donde esta el timo? Y, ojo, yo en mi circulo de sevillistas, he criticado, que no significa que lleve yo la razón, la planificación de la plantilla(por ejemplo en la delantera) de esta temporada pensando que podría haber sido mejor, es decir por poner un ejemplo con números, si es de notable (7-8), pienso que podría haber sido de sobresaliente (9-10) la planificación general.
En definitiva, creo que tus palabras son desmesuradas y sin una base coherente, al calificar como un timo la planificación y los fichajes. Hay opiniones que difieren de las del post principal, pero son argumentadas y razonadas sin falta de fundamentos. Pero amigo sevillista, la tuya no hay por donde cogerla, salvo con papel de fumar como suele decirse.
Gran post y muy buenas y variadas opiniones vertidas en él.
La cuestión no es la exigencia, la cuestion es haber ido colista con una plantilla hecha para pelear por Champions y estar llegando ya a la recta final de la temporada sin haber encontrado aun la manera de competir fuera de casa, y habiendo devaluado la calidad de la plantilla por el camino.
No se puede ganar siempre, pero si se debe competir siempre. Y eso es lo que se le exige al entrenador y a los jugadores.
Por cierto, que se empieza cuestionando a los que cuestionan y se acaba dividiendo a los sevillistas, en sevillistas de finales y sevillistas de los güenos, güenos, que tenemos experencias muy cercanas y muy recientes
Que todos siempre queremos más (correcto, las criaturitas se conforma con su «man que pierda» jejeje) es condición humana, y es muy doloroso pensar en donde estaríamos de haber logrado mejores resultados fuera de casa esta temporada (algo no tan descabellado) y haber mantenido lo hecho en el Ramón Sanchez Pizjuan (cuanto menos sorpresa agradable).
Pero si cogemos «altura», la suficiente para tomar perspectiva, esa de la que habla, para mi gusto, este magnífico post , que se tiene cuando nos ven desde otro lugar que no sea Sevilla ¿Qué diferencia hay con las 2 temporadas anteriores? Pues bien, siendo prácticos y no dejando llevarse por las sensaciones, para sorpresa de muchos, yo incluido cuando lo pienso fríamente ( a fecha de hoy que es cuando escribo, mañana puede cambiar todo, principalmente por la Uefa, nada fácil de repetir por 3 vez consecutiva) vamos mejor que en temporadas anteriores. Me explico: misma posición en liga: 5º, vivos en la competición europea de la uefa ( jugando octavos) y en una final de la Copa del Rey (aquí viene la mejora).
En mi humilde opinión, hay que cuestionar todo, pero siempre con la coherencia e inteligencia de saber: ¿Quién eres?, ¿De donde vienes? y ¿Cómo has llegado a donde estás?.
Saludos sevillistas.