• La ginebra rosa sevillana y los niños de la portería

    by  • 20 enero, 2016 • Fútbol, Sevilla • 3 Comments

    (Escuchando de fondo “I like dirt» de Red Hot Chili Peppers)

    Podríamos decir que nuestro Sevilla Fc del Siglo XXI ha tenido varias etapas, comenzando la primera con la centuria, en un Sevilla donde no había ni para balones sumido en la penuria económica más absoluta. Las tres patas del banco que compusieron Monchi, Caparrós y Don Roberto Alés levantaron esto y el equipo ascendió hasta que se terminó de consolidar en la categoría que jamás debió abandonar.

    La segunda etapa comienza en el verano de 2005 donde el impulso dado por el pujante José María del Nido vino apoyado de una dirección magistral desde el banquillo y una serie de futbolistas que Monchi pudo asociar hasta convertir al Sevilla en una máquina imparable, llenando las vitrinas de títulos y desplegando un fútbol que dudo mucho que volvamos a ver en Nervión.

    La tercera llegó con los delirios de grandeza y la visión cortoplacista. Se puso al primero que pasaba por allí en el banquillo, se destrozó un modelo de entender el fútbol y la llevanza de la entidad y, aunque se aprovechó el momento desastroso de Athletic Club, Valencia y Atlético de Madrid para mantener ciertos resultados, los cimientos del edificio se tocaron. Y claro. Si tocas los pilares, el edificio a la larga se te cae y muestra de ello fue la progresiva decadencia que nos llevó a dos novenos puestos seguidos y a una galopante crisis económica que nos hizo vender la mayoría de los activos importantes del plantel. Por no hablar de los bandazos que se dieron a la hora de elegir míster.

    La cuarta etapa se sitúa con la llegada de, para quien suscribe, libra por libra mejor entrenador de la historia del Sevilla -inciso: nada tiene que ver conseguir más títulos con ser mejor entrenador porque siguiendo esa sandez de argumento y por esa regla de tres, Don Roberto es uno de los peores presidentes de la historia ya que con él estuvimos en segunda-. La institución remonta el vuelo gracias al Consejo, a Emery y a que el mono/león consiguió escribir a Shakespeare Y así estamos como estamos; con una nueva remesa de inquilinos en nuestras vitrinas y numerosos récords históricos, destacando los asombrosos 76 puntos de la última temporada.

    Sobre la importancia de no recaer en errores pasados se puede visitar “El crecimiento empobrecedor”

    En esta cuarta etapa en la que todavía estamos -pero que me da que languidece- creo que tuvimos un importante error: la portería. Y es que, cegados por una tanda de penaltis, se decidió en el verano de 2014 fichar a un portero barato como Barbosa en lugar de traer a un guardameta puntero que le pudiese competir el puesto a Beto. El error se convierte en recalcitrante cuando en abril de 2015 se renueva al portugués saltarín, a pesar de que Barbosa había generado todavía más dudas por sus escasas controvertidas actuaciones y de que el portugués se mantenía en su línea (jugaba regular, mal o estaba lesionado). Pero del error nació la virtud

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    (Foto ASR Pepe Brand, partido de Champions frente a la Juve)

    En 2013 la empresa sevillana Los Alcores de Carmona trabajaba en la confección de un licor con sabor a fresa. Pero como tantos “experimentos” alimenticios o espirituosos, falló. Sin embargo, el compuesto que salió fue una especie de ginebra rosa hasta ahora inédita y que, qué coño, no estaba mala. Un retoque por aquí, otro por allá y en la calle ese pelotazo empresarial llamado Puerto de Indias. Del error a la gloria. De hacer una partida de 3.000 botellas porque no pensaban que vendieran más, a tirar 8.200 diarias.

    Con los dos porteros lesionados el tren pasa por Montequinto. Y un crío serio, honrado, trabajador, callado, sobrio y sevillista desde benjamín, se tiene que subir en marcha y no precisamente en las paradas de los pueblos, sino en la máxima exigencia europea. Y aunque con fallos propios de juventud, lo hace de manera notable en general; desde Palop en la consecución de la Copa del Rey de 2010 no veía una incidencia tal en un portero para un título, principalmente en los dos partidos ante el Borussia y frente a la Fiore donde rayó a un nivel altísimo. A día de hoy y tras lesionarse otra vez (sí. Otra vez) Beto, el muchacho sigue creciendo, se doctora ante Buffon y cada vez se le ve con más personalidad hasta el punto que desde los 21 años el seleccionador español lo convoca de forma regular.

    (laliga.es)

    Y por detrás, David Soria. Otro portero muy joven, muy grande y muy serio. Con una tranquilidad pasmosa impropia de su edad, su crecimiento es tal que no viene de comparsa sino empujando fuerte para competir con Sergio según cuentan los metidos en el club. Y más atrás todavía, Juan Soriano, un chaval del que se habla como futuro portero del Sevilla desde antes que empezara a afeitarse.

    Como la centenaria empresa sevillana Los Alcores, la centenaria empresa sevillana Sevilla FC SAD erró, pero del error nació la virtud. Si en lugar de mantener la dudosa portería se hubiera firmado un guardameta de garantías, probablemente nunca hubiésemos visto a Rico yendo a las convocatorias de la selección. Y es que díganme un equipo del mundo que con un portero de 22 años llamado por una selección del primer orden internacional piense que es puesto a reforzar.

    Aquí se nos llena a todos la boca de “canteranismo” pero después se piden fichajes a la primera duda que pueda surgir con uno de los nuestros. Y es que, aunque todos queremos que cuantos más de aquí jueguen pues mejor, no podemos negar que el actual nivel competitivo del Sevilla impide la llegada de muchos de ellos al primer equipo. Sin decir nombres, había canteranos en la época de Caparrós que jugaron mucho y que este Sevilla no lo harían ni un minuto. Al igual que los Borja Lasso, Carlos Fernández, Cotán o Carmona (por decir alguno) tienen muy difícil acceder al primer plantel actual cuando en aquellos años serían hasta titulares. Cosas de tener un señor equipo.

    Pero lo de Rico y Soria no. Esto es distinto. Han jugado en este Sevilla, dado la talla (el primero, y el segundo así lo apunta) y merece que se apueste por ellos de verdad. Tanto deportiva como económicamente son rentables para una entidad de la dimensión de la nuestra. Son futbolistas que se han subido al tren. Y lo han hecho para quedarse.

    Hace 40 años que la portería del Sevilla no la ocupan dos guardametas procedentes del Sevilla Atlético. Cierto es que la 98-99 los porteros fueron Monchi y Leal, que estuvieron en el segundo equipo años atrás, pero esta excepción es muy matizable ya que Leal vino ya veterano procedente del Alavés, por lo que no fue apuesta canterana sino fichaje. Así que desde aquel gris Sevilla setentero de Superpaco y Guerrero no hemos tenido plantilla donde portero titular y suplente procede directamente del Sevilla At. Y en este Sevilla de 2016, uno de los mejores de la historia, la posibilidad ha surgido y ningunearla sería impropio de dirigentes responsables como los que deportivamente nos alumbran. Y es que el error en la planificación de la portería nos ha dado la posibilidad potencial de que nuestra meta la defienda uno de los nuestros durante una década. Finiquiten al amortizado y apuesten de verdad por los chavales.

    El tiempo dirá si saldrá bien o no. Y si sale mal, tocará rectificar. Pero la oportunidad tengo claro que la merecen para demostrar si valen para aquello que apuntan. En esta casa somos muy de mercenarios (profesionales) en el campo, sevillistas en las gradas y sangres de Kuranyi. Pero en esta ocasión, se junta todo. Dos profesionales que se han hecho hombres en la Carretera de Utrera se merecen que un puesto tan importante como es el del primero de la alineación pase por ellos.

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    3 Responses to La ginebra rosa sevillana y los niños de la portería

    1. Alejandro Cadenas
      20 enero, 2016 at 12:56 pm

      Siempre habra debate. Hay tantos gustos como personas y para la Porteria del Sevilla más.
      Paciencia ya hay poca, nos hemos subido a un Avion que espero que no tenga fallos como los del Airbus

      Confianza y a Volar en la porteria

      • Pedro
        20 enero, 2016 at 7:28 pm

        A ver qué pasa cuando Juan Soriano se suba al carro. Lo que he visto a ese chaval no se lo he visto a muchos

    2. jose anuel torres rodriguez
      21 enero, 2016 at 12:25 am

      Es el gran horror de este SEVILLA mantener a un portero que si no la meten,no preocuparos:yo OS la pongo para que la metas;y si no…me la meto yo.Siempre SFC.Vivaaaaa!

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