Sait Altinordu: The One Club Man
by alvayanes • 16 noviembre, 2015 • El Trinche Carlovich, Fútbol, Historias • 0 Comments
Sí. Rechacé al Real Madrid. Pero cuando era chico me enseñaron que la familia es lo más importante. ¿Han vistos ustedes algún niño pobre que se vaya a vivir con una familia rica? Mire. Yo le he puesto los cuernos a mi novia con otras chicas, pero nunca se los pondré a la Roma con otro equipo»
Francesco Totti
POR EL TRINCHE CARLOVICH
Cada vez que se habla de que los jugadores son unos profesionales que no sienten los colores hay que detenerse en un listado que constituyen la excepción. Una serie de nombres cuya identificación está en la camiseta que siempre defendieron a lo largo de su carrera; los “one club player” donde están los escogidos que sólo han portado un escudo a lo largo de su vida deportiva. Y es que su importancia es tal que un club señero como el Athletic Club ha creado los premios One Club Player siendo el primero en recibirlo el mítico Matt Le Tissier. Pero incluso dentro de la extensa lista (en todos los equipos hubo alguna vez algún one club men) hay una segunda categoría: los que han formado parte de la misma primera plantilla en al menos 20 temporadas. Longevidad deportiva y además en sólo un equipo es algo que han logrado poco más de 60 elegidos entre las varias decenas de miles de futbolistas que debe haber en la historia. Pero, curiosamente y según parece, nadie llega al cuarto de siglo ya que el récord está en 24 temporadas y bastante compartido por cierto: Bob Cromptom (Blackburn Rovers), Konstantin Lyaskovskiy (CSKA Moscú) Paolo Maldini (Milán), Max Morlock (Nuremberg), Ted Sagar (Everton), H. Sultan (Muharraq de Bahrein) y Ryan Giggs (Manchester United) son los jugadores que encontré con más campañas en activo en el mismo equipo. El único que lo podría superar es el eterno Totti, único one club men en activo con más de 20 temporadas en el equipo con el que debutó.
Pues bien, no es así. Aunque semi desconocido, hay un jugador que superó los 5 lustros. Un futbolista sobre el que hay poquísima información pero que estuvo nada más y nada menos que 27 años defendiendo la misma camiseta del mismo primer equipo. Un hombre tan implicado con su club que, en una decisión increíble, tomó su nombre para apellidarse. El verdadero one club men al que está sección no puede más que darle un homenaje cuando se cumple el aniversario de su fallecimiento para reconocer su extraordinaria hazaña aun cuando recopilar datos sobre él resulta algo extremadamente complejo.
A principios del siglo XX Turquía vivió una época especialmente convulsa. Tras la I Guerra Mundial y el periodo de ocupación llegaría la Guerra de la Independencia del país que se libró entre mayo de 1919 y octubre de 1923, fecha en que se firma el Tratado de Lausana donde se reconoce a Turquía como estado independiente tras casi siete siglos de dominio otomano. Mustafa Kemal Atatuk fue nombrado primer presidente de la República, cargo que ocupó hasta su fallecimiento en 1938. Atatuk (que significa “el padre de los turcos”) introdujo reformas normativas auténticamente revolucionarias derivadas de su laicismo, como la abolición de la ley religiosa, implantar el domingo como día de descanso, otorgar derecho de voto a las mujeres o sustituir el alfabeto árabe por el latino, entre otras muchas novedades.
En ese momento revolucionario nació en 1912 Sait (o Said) en el seno de una familia árabe en Uzkudur, la parte anatolia de Estambul, aunque se trasladó siendo un niño a Esmirna. En 1926 se enroló en el recién creado Altinordu Spor Kubülü, club local fundado en la Navidad de 1923, mismo año de la revolución y símbolo de la misma hasta el punto que cuando nace el equipo sus fundadores buscan un nombre llamativo para el club. Tras pensar en palabras turcas que significaban “La media luna” o “La salvación”, finalmente se deciden por “Altinordu” que quiere decir “Horda de Oro”, nombre con reminiscencias al imperio mongol y turco de Gengis Khan. Sait debutó en el primer equipo con escasamente 16 primaveras portando el dorsal número 8 que le acompañaría a lo largo de su carrera.
En 1934, dentro de las reformas laicas emprendidas por Atatuk, se promulgó la conocida como “Ley de los Apellidos” donde el Gobierno obligaba a todos los residentes en Turquía a tener un apellido e inscribirse en un censo. Said por su religión no lo tenía, por lo que cuando tuvo que inscribirse se puso de apellido….Altinordu. Con 22 años se sentía tan profundamente identificado con sus colores que decidió que tanto él como sus descendientes se apellidaran como el club en el que jugaba.
Hasta la creación de la Superliga turca en los 60, el fútbol se dividía en ligas regionales siendo el Altidornu SK uno de los principales equipos de la zona Izmir (Esmirna) logrando 6 títulos de su liga en las 27 temporadas que Said disputó. De igual forma, los campeones de cada región jugaban una especie de torneo nacional que el Altinordu SK nunca ganó en las seis veces que representó a Izmir. Como curiosidad, decir que en la temporada 36-37 nuestro amigo Said quedó máximo goleador del torneo aun cuando no era delantero. Seguro que anotó más de un gol de falta, ya que se habla de él como un auténtico especialista en el balón parado.
Probablemente las profundas ideas nacionalistas del presidente Atatuk (que le hacía tener buenas relaciones con Hitler y Mussollini) hicieron que Turquía estuviera representada en muchos deportes de los JJOO de Berlín, entre ellos el fútbol, donde Said Altinordu formó parte de la selección que viajó a Alemania. Turquía fue eliminada por Noruega en la primera fase, en el que fue su único partido con el combinado nacional. Y es que, a pesar de ser un fantástico jugador, el hecho de no militar en un grande lo penalizó a la hora de representar a la selección en sus 27 años de carrera profesional. Y no fue por falta de ofertas, ya que tuvo posibilidad de marcharse al Galatasaray o al Fenerbahce, pero para Said lo importante no era el dinero sino la felicidad de vivir junto a los suyos en el conocido barrio de Alsancak en Esmirna donde gustaba de tomar una copa de Raki -un conocido aguardiente anisado- y defender el azul y rojo del club con el que se identificaba. Tras 27 temporadas y 847 partidos defendiendo el escudo del Altinordu SK, Sait colgó las botas a los 43 años, entrenando en las categorías inferiores de su amado club al tiempo de regentar con su esposa una tienda en su barrio de Alsancak, donde residió hasta el 17 de noviembre de 1978 fecha en la que falleció.
Ni que decir tiene que su profesionalidad y longevidad deportiva fue todo un ejemplo para los jugadores turcos. De hecho, Mektin Oktay, el mejor jugador turco de la historia, debutó como profesional a mediados de los 50 en el Izmirspor, también de la liga de Esmirna, coincidiendo temporalmente con la retirada de Sait. Oktay, con un palmarés impresionante en las trece temporadas que militó en el Galatasaray y en el Calcio italiano, jugaba con el dorsal 8 a pesar de ser un delantero goleador hasta el punto de ganar seis trofeos de máximo realizador de la Liga Turca. “¿Qué por qué juego con el 8 y no con el 9? Porque era el número de Sait Altinourdu y es la forma que tengo de honrar al ídolo de mi niñez”
En el barrio de Alsancak había un busto del mito, cerca de la parada del tren de cercanías llamada “Sait Altinordu” y a su tumba acuden los más viejos del lugar cada 17 de noviembre a honrarlo. Sin embargo, a principios de diciembre de 2014 el pánico llegó a Alsancak ya que el busto había desaparecido; el alcalde tranquilizó a la masa ya que todo formaba parte de una sorpresa. El último homenaje al mito se llevó a cabo con motivo del 91 aniversario de la constitución del Altinordu SK. Aziz Kocaoglu alcalde de Esmirna, dio su nombre a una plaza cercana al Estadio del equipo que defendió durante 27 temporadas, sustituyendo el busto por la estatua de bronce que ven. La del verdadero One Club Men.
@EltrincheCarlov