• De los Santos: la negra excepción albiceleste

    by  • 16 febrero, 2015 • El Trinche Carlovich, Historias • 6 Comments

    POR EL TRINCHE CARLOVICH

    ¿Por qué hay tan pocos negros en Argentina?

    Uno recuerda a multitud de jugadores uruguayos de raza negra vistiendo la casaca nacional. Y de Brasil, pues para qué hablar. En cambio llama la atención que Argentina, país que linda con dichas naciones, no tenga jugadores de color. ¿Tiene esto alguna antropológica razón de ser? Obviamente. Si buscan en internet encuentran diversas teorías sobre el particular siendo tal vez la más destacada aquella que afirma que la inmigración argentina fue básicamente europea con barcos cargados de italianos, españoles y centroeuropeos en busca de fortuna. Y la discriminación y xenofobia, claro. La raza negra que llegó a Argentina entre los siglos XVI y XIX fueron esclavos, siendo los puertos de salida principales Angola y Cabo Verde (aunque hubo otros focos como Congo o los Bóers de Sudáfrica) Por su parte, la propia Constitución de mediados del siglo XIX en su artículo 25 decía que “El Gobierno federal fomentará la inmigración europea….” Ese singular artículo defensor de inmigrantes de primera y segunda no se modificó ¡hasta 1.994! De igual forma el Censo Nacional de 1.895 cifraba en un 1,8% la población negra afirmando que “No tardará en quedar la población unificada por completo formando una nueva y hermosa raza blanca…” así que se pueden imaginar. Racismo, esclavitud, guerras (sobre todo la de Paraguay de 1.855), epidemias… muchas fueron las causas destacadas para la reducción al mínimo de descendientes africanos en el país.

    En cambio, una vez un jugador de raza negra defendió la albiceleste. Hizo lo que pudo por su nación, pero parece ser que le impidieron jugar un Mundial. A su asombrosa y prácticamente desconocida historia dedicamos el trinche de hoy.

     

    Alejandro Nicolás de los Santos nació el 17 de mayo de 1.902 en Paraná, provincia de Entre Ríos (Argentina) limítrofe con Uruguay. La familia de sus padres provenía de aquellos esclavos angoleños que arribaron al país muchos años antes, por lo que se puede decir que Alejandro era un afroargentino puro. De hecho, en su casa se hablaba portugués ya que la familia no quería perder sus raíces (Angola era colonia lusa). De los Santos destacó pronto como un delantero potente en el amateur fútbol del país por lo que su color de piel y los prejuicios no fueron un obstáculo para que creciera en las inferiores del extinto Oriente del Sud (campeón de tercera de 1.920), pasando a San Lorenzo de Almagro. Cinco días después de cumplir 19 años, debutó en primera división marcando un gol a Banfield. Su periplo en el Ciclón de Boedo son dos dianas en ocho partidos, dejando ese mismo año San Lorenzo para enrolarse en el Sportivo Dock Sud, histórico club de Avellaneda que aunque ahora milita en Primera C, era un importante equipo de la época. Ese año ganan el conocido como “Torneo Intermedia”, por lo que ascienden a primera división. Su debut en la máxima categoría con el SDS fue ante Boca Juniors. Tras tres temporadas, en 1.924 ficha por El Porvenir, otro de los grandes del momento.

    Miremos un poco atrás. Desde 1.916 hasta 1.927 la Copa América fue un torneo que se disputó anualmente entre los mejores equipos del sur del continente. La de 1.925, que tocaba organizar a Argentina, fue ciertamente compleja ya que los habituales Chile y Uruguay decidieron no participar por problemas internos. Por tanto, se realizó un triangular a doble vuelta entre Paraguay, Brasil y el anfitrión. El equipo paraguayo perdió los 4 partidos, por lo que todo se lo jugaban a enfrentamientos directos argentinos y brasileños. 4-1 y 2-2 (el día de Navidad, por cierto) y la Copa se quedó en casa. La base de aquella selección campeona la formaba un Boca Juniors recién llegado de una triunfal gira europea, reforzado por varios jugadores del resto de equipos. Dos de ellos eran delanteros, concretamente de El Porvenir: “la chancha” Seoane y “el negro” De los Santos. Por todo ello no sólo nuestro protagonista fue el primer jugador negro que vistió la camiseta de la selección albiceleste sino que fue pieza básica en el equipo que levantó el trofeo. Curiosamente fue el único participante de esa raza, ya que Brasil no admitía a negros todavía, aunque sí a mulatos y mestizos quien sabe si para que jugara Arthur Friedenreich (aunque se embadurnaba de polvo de arroz su cuerpo antes de los partidos para parecer más blanco), tal vez el mejor artillero de la historia.

    Quizá la anécdota más famosa en la carrera de Alejandro de los Santos sucedió en un partido donde El Porve derrotó 1-0 a Racing, gol -como no- de nuestro amigo. Cuenta la historia que Carlos Gardel (hincha confeso de la academia, con una estatua en el propio Estadio) estaba en la grada y que gritaba “¿Pero no va a parar nadie al negro ese?” Y es que las cifras anotadoras del punta afroargentino fueron extraordinarias en El Porvenir. Hasta 1.930 jugó 148 partidos y marcó 80 goles. El delantero estaba en el mejor momento de su carrera cuando se iba a empezar a disputar el primer Mundial de la historia en Uruguay, pero no fue convocado. Según cuenta la leyenda, De los Santos fue excluido de la cita mundialista por su color de piel. Cierto es que eso no había sido impedimento años antes para vestir la nacional, pero no lo es menos que en Argentina se produjo un cambio de gobierno en 1.928 y un golpe de estado militar después. También hay que resaltar que la albiceleste, a la postre subcampeona del mundo, tenía una delantera de ensueño con Luis Monti, Peucelle, Stábile, el “Pancho” Varallo o Alejandro Scopelli por lo que la competencia era durísima. Nunca sabremos a ciencia cierta si el color de De los Santos fue la causa principal para no participar en la cita mundialista.

    En ese 1.930 se produjo una revolución en el fútbol argentino, deseoso en abandonar el amateurismo para ser profesionales, hasta el punto que hubo huelgas de futbolistas en el país. En 1.931, y ya como profesional del fútbol, ficha por Huracán, 5 veces campeón de liga en la pasada década. Con el globo no levantó ningún título, pero anotó unos nada despreciables 25 goles en 88 partidos hasta que cuelga las botas en 1.934 dejando un poso de profesional intachable.

    Tras retirarse se colocó como Agente de Aduanas dedicando más tiempo a sus seis hijas, aunque lo compaginó con el cargo de entrenador temporal. De hecho, dirigió a Huracán en tres periodos (años 1.935, 1.940 y 1.945). Fue una época complicada para el globo, centrado en la construcción de los terrenos donde tiene ahora el Estadio. No obstante realizó buenas temporadas cada vez que tuvo que coger el equipo, destacando por ser el entrenador que con 19 años hizo debutar a Alfredo Di Stéfano en las filas de Huracán.

    Alejandro Nicolás De los Santos, hasta la fecha el único negro que ha defendido la mítica casaca albiceleste, falleció en Buenos Aires curiosamente un 16 de febrero. Desde aquí y en el día que se cumplen 23 años desde que nos dejó, nuestro reconocimiento a un luchador que a pesar de los prejuicios raciales, triunfó en el fútbol argentino.

    @EltrincheCarlovich

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    6 Responses to De los Santos: la negra excepción albiceleste

    1. Félix
      17 febrero, 2015 at 8:06 pm

      Lo bordas. Haces de un jaramago un ramo de nardos. Decirte que la limpieza étnica argentina es un clásico en la Historia universal de la infamia. Ya en la guerra de separación de España, fueron famosos los batallones de pardos y morenos, que el ejército insurrecto colocaba como carne de cañón. Tenían pavor a que en una Argentina libre se repitieran los problemas raciales vividos en otros países del norte, concretamente en EE.UU. Un viva por el negro de los Santos en honor suyo y de los suyos que cayeron peleando por la libertad de una nación que luego se la negó.

      • edu
        18 abril, 2016 at 1:12 am

        También eran famosos los batallones de realistas defendiendo a la corona española durante las guerras de la independencia formados por indigenas, negros y mulatos, racismo hubo en todos lados y justamente fueron ustedes los espeñales quienes los trajeron como esclavos a toda latinoamerica, pero claro, de eso no se habla…

    2. Alvaro
      17 febrero, 2015 at 9:43 pm

      Vaya manera de enriquecer el post…. ¡Muchas gracias por el coment!

      La verdad es que creo que todos los países, a lo largo de su historia, han tenido asquerosos tintes racistas. Y la querida Argentina no fue una excepción. Que en un país limítrofe con Uruguay y Brasil y tan multicultural, rico e interesante sólo haya un negro argentino internacional (si no contamos al suplente eterno de Fillol, el mulato «Chocolate» Baley) da que pensar sobre lo que comentas

      Déjame que me una a ese ¡Viva! por el gran «Negro» de los Santos. No creo que nos podamos imaginar qué tuvo ser en un país como la Argentina de principios de siglo abrirse camino en el mundo del fútbol siendo oscuro.

    3. Pablo
      27 agosto, 2015 at 3:45 am

      Aguante al Porve yo estuve hace poco en la cancha cuando le entregaron a la familia un recuerdo

    4. edu
      18 abril, 2016 at 1:13 am

      Un grande el Negro, en el Porvenir se lo recuerda y quiere mucho Q.E.P.D

    5. Pingback: Goyo y Billy. Los otros. – Llamen a los muchachos: hoy juega el Trinche

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