• Naming Rights. ¿Le cambiarías el nombre al Sánchez-Pizjuán?

    by  • 19 febrero, 2014 • Economía, La firma invitada, Sevilla • 18 Comments

    POR DAVID MENDEZ

    Se suele decir que en la vida hay cosas que permanecen invariables en el tiempo, pero hay otras que sí lo hacen. El dilema siempre ha sido si ese cambio es para bien o para mal, y esa decisión es tan subjetiva que es complicado poner de acuerdo a dos personas que disciernen en la positividad o negatividad de un cambio. En el fútbol, tenemos ejemplos para dar y regalar sobre modificaciones en las reglas que despiertan controversia y no aclaran si son para mejorar o para empeorar el deporte, por ejemplo, la reciente incorporación del juez de gol (incluso virtual en la Premier ), o las modificaciones que se hacen cada poco tiempo en las regla sobre la voluntariedad de las manos y la del fuera juego ¿Es imprescindible cada temporada reinterpretar la ley en estos dos últimos supuestos? ¿Es necesario añadir más árbitros a un partido? ¿Mejora esto la experiencia de juego o la dificulta? Aquí divergen las dos posturas, los que señalan que estas mejoras son eso, mejoras, y los que defienden que tantos cambios legislativos provocan confusión en aficionados, jugadores e incluso árbitros. Pero bueno, no me enrollo más en cuestiones que no atañen al tema en a tratar. Venía a hablar sobre un cambio en las estrategias de marketing de los clubes de fútbol y voy a terminar largando de los árbitros (pero no lo olvidéis ¡No disparéis al pianista! )

    En los últimos meses se está poniendo de moda en el fútbol español una técnica de marketing que aunque pueda parecer novedosa por su poca transcendencia y lo que ha tardado en eclosionar en España, no es tal. Nos referimos, como no, al “naming rights”, que es un procedimiento que lleva bastante tiempo aplicándose otros países y en otros deportes.

    Para situarnos mejor, el derecho de nombre o “naming rights” consiste en una técnica agresiva de patrocinio mediante la cual una empresa mediante el pago de una determinada cantidad económica, obtiene el derecho de patrocinar un evento o espectáculo (como por ejemplo la Liga BBVA de fútbol, la Liga Endesa de Baloncesto o la Barclays Premier League inglesa), una instalación deportiva (como el Allianz Arena del Bayern Munich o el American Airlines Center de los Dallas Mavericks) o un club por completo (el Regal Barcelona de baloncesto, el Movistar Team de ciclismo o el Naturhouse La Rioja de balonmano). Las ventajas de este método son meridianas, la empresa patrocinadora consigue un elevado número de impactos publicitarios y el club deportivo obtiene una gran cantidad de ingresos.

    El origen del naming right data de 1972 y ocurrió en los Estados Unidos. La compañía de alimentación Rich Products y los Buffalo Bills acordaron el cambio del nombre del estadio pasando a Rich Stadium durante 25 años a razón de 1.5M anuales.

    Centrándonos en el fútbol, podemos decir que el “naming rights” es una práctica muy extendida en la Bundesliga y en la Premier League, donde muchos de los clubes participantes tienen un estadio patrocinado por una marca comercial. En el siguiente cuadro voy a intentar detallarlos todos:

    Salmón Palangana

    Incluso en segunda división tenemos algunos casos. Así, el Arminia Biefield alemán acaba de renovar su contrato por el cual su estadio se llamará Schüco Arena hasta el 2017 o el Leicester inglés cuyo estadio se llama King Power, la empresa de Duty Free de su propietario

    En España como señalamos antes, es una técnica de marketing que parece estar ahora en auge gracias a Real Madrid, F.C. Barcelona y Atlético de Madrid. Anteriormente solo el C.A. Osasuna y el R.C.D. Mallorca optaron por este modelo de patrocinio para sus estadios.

    El club balear en 2006 llegó a un acuerdo para denominar su casa como “Ono Estadi” (antiguo Son Moix), embolsándose 3.6M a repartir en 4 años. Pero no contentos con esto, cuando venció el contrato en 2010, buscaron un nuevo patrocinador que les renombró el estadio, pasando a llamarse “Iberostar Estadi”. Este nuevo acuerdo por 3 temporadas les reporta 1.1M anuales. Ambas partes este verano han prorrogado dicho contrato hasta 2017. Cabe señalar que el Mallorca tenía pensado construir el Nuevo Luis Sitjar, con un coste de 113M pero en estos momentos el proyecto es inviable.

    El club pamplonica en 2005 llegó a un acuerdo con el Gobierno de Navarra para patrocinar el estadio y tras renombrarlo “Reyno de Navarra”, el club se embolsó 1.5M anuales durante 3 temporadas. Una parte de estos fondos iban a ser destinados para una ambiciosa remodelación y reforma del estadio aunque nunca llegó a concretarse lo proyectado. En 2012 el Parlamento Foral comunicó al C.A. Osasuna que debido a los ajustes presupuestarios iban a suprimir este gasto, lo que derivó en que el Reyno de Navarra volviera a llamarse El Sadar.

    El Real Madrid hace unas semanas presentó un proyecto de remodelación integral del Santiago Bernabéu. En el mismo, se incluirán un hotel 5 estrellas (al estilo de Boca Juniors ), un centro comercial y un espacio comercial para el patrocinador. El coste aproximado será de 400M y, para poder afrontarlo, la institución blanca se está planteando (además de poder emitir deuda, como aquí se analizó) patrocinar el estadio cambiándole el nombre. Se comenta que el Real Madrid ha desestimado la opción del “naming rights” (cambio completo del nombre del estadio) y usaría la fórmula del “title rights” (lo que implicaría añadir un apellido comercial al nombre del Santiago Bernabéu).

    A día de hoy no hay nada cerrado de manera oficial pero parece que Coca-Cola es la marca que apellidará el estadio blanco a cambio de 80M anuales. Las otras opciones que barajaron son Microsoft (se rumorea que ofrecían los 50M que pedía el Real Madrid pero no llegaron a un acuerdo con la duración del contrato), Fly Emirates y Audi.

    Tampoco en la ciudad condal se quieren quedar atrás, donde el F.C. Barcelona también se plantea renovar por completo sus instalaciones deportivas. No se van a centrar solo en su estadio, si no que van a reformar el Camp Nou, el Palau, los aparcamientos y el Espacio Barça y van a trasladar el Mini Estadi. Se habla de que el coste aproximado de este macro proyecto rondaría los 600M (420M corresponden a la reforma del estadio de fútbol), cuantía que quieren sufragar en parte con el “title right” del Camp Nou. La directiva blaugrana estima que apellidar el coliseo blaugrana les reportará 150M durante 20-25 años y aseguran que a día de hoy no han comenzado las gestiones con ninguna marca comercial (aunque en la prensa ya especulan con Intel, Qatar y Coca-Cola).

    El último equipo español en sumarse a la fiesta de los “naming rights” es el Atlético de Madrid, que esta semana ha confirmado por medio de su presidente Enrique Cerezo que han llegado a un acuerdo con Etihad Airways para que la aerolínea de los Emiratos Árabes Unidos cambie el nombre del estadio de “La Peineta” al “Etihad Airways”, lugar al que se mudará el club colchonero en 2015. La negociación con la empresa árabe parece que se ha cerrado en 155M durante 10 temporadas, lo que implica unos ingresos anuales de 15,5M, una auténtica barbaridad tal y como está el tema de los sponsors actualmente.

    Antonio BDíaz

    (Ilustración del gran @Adiazphoto)

    Centrándonos en nuestro equipo ¿Accederíais a que se rebautizara o que solo se apellidara el Sánchez-Pizjuán con un nombre comercial si hay una elevada inyección económica?

    En caso negativo, si en la Liga los equipos de nuestro nivel adoptan esta técnica ¿os importaría perder nivel deportivo con tal de mantener el nombre del estadio?

    Si no os importa que se cambie el nombre a cambio de unos cuantos millones de euros, en que os gustaría que gastara el club el dinero ¿En fichar jugadores de “alta gama” y mantener a los buenos con un sueldo acorde a sus prestaciones (No dejéis de leer “La renovación de Rakitic” ) ¿En reformar o remodelar el estadio para dotarlo de comodidades que carece de cara a mejorar la comodidad del socio? ¿O dedicar todo lo ingresado para construir un nuevo estadio cómodo y moderno?

    Yo soy un romántico del fútbol y a veces pienso que en este deporte, los tiempos pasados fueron mejores, pero en este tema en concreto soy vanguardista. Creo que si un patrocinador nos aporta una buena inyección económica por cambiar el nombre del Ramón Sánchez-Pizjuán (que dicho sea de paso tiene casi 60 años), deberíamos dar ese paso y usar ese dinero para hacer un nuevo estadio. El Espanyol sin ir más lejos, en 2008 y por 90M se construyó un estadio de 4 estrellas con capacidad para 40.500 espectadores, con todo el graderío cubierto y con 3.000 plazas de aparcamiento.

    ¿Qué opinan ustedes sobre este tema? ¿Os parece una locura que por dinero se cambiara el nombre del Ramón Sánchez-Pizjuán?

    Twitter: @dmvsfc

    PD: Muchas gracias a Álvaro por hacerme un huequecito en su blog. Espero que os haya gustado el artículo de mi debut.

     

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    18 Responses to Naming Rights. ¿Le cambiarías el nombre al Sánchez-Pizjuán?

    1. 19 febrero, 2014 at 3:59 pm

      Me reitero, dar las gracias a Álvaro por dejarme escribir en el blog.

      Espero que os guste el artículo.

    2. 19 febrero, 2014 at 4:01 pm

      En primer lugar me gustaría felicitarte por el artículo, David; bien documentado y escrito.

      Entrando en faena, hay que saber que el fútbol hace tiempo que pasó a ser un negocio. Y aquellos maravillosos años de canteranos fieles y camisetas impolutas pasaron a mejor vida. Si todo un gigante como el Barcelona ha tenido que sucumbir a «manchar» su camiseta, no veo por qué deberíamos negarnos a un cambio eventual del nombre del estadio.

      En lo que no estaría de acuerdo es en gastarlo en fichajes; por desgracia en los últimos años hemos descubierto que gastar más no significa gastar mejor, así que prefiero que se siga gastando acorde a lo que podemos gastar y este dinero «extra» lo destinaría a remodelar el estadio y mejorar las condiciones para que los aficionados estemos más cómodos.

      Un saludo.

    3. Paco Rodriguez
      19 febrero, 2014 at 5:29 pm

      Hola soy un seguidor de este magnifico y variado blog desde hace tiempo aunque esta es la primera vez que dejo un comentario pero el post me ha parecido muy acertado ya que las cifras de las que se habla son muy golosas y en estos tiempos de crisis son muy dificiles de contratar sponsor o patrocinadores.
      Aunque haya que hipotecarse algo en el tiempo la inyección económica es brutal y con el contrato de «naming» o «title» en la mano, la búsqueda de financiación adicional sería mas fácil.
      Desde luego el dinero debería ser íntegramente para la remodelación total del estadio como elemento patrimonial principal de nuestro club y orgullo de todos, aunque sus instalaciones dejen mucho que desear en la actualidad ya que los años se le notan bastante ….

      Estoy seguro que D. Ramon Sánchez-Pizjuan lo aprobaría sin dudar en cualquiera de sus dos modalidades expuestas en tu articulo.

      Saludos

    4. 19 febrero, 2014 at 5:59 pm

      Yo no solo lo haría, sino hasta subastaba el contrato. De momento nuestro estadio esta viejo y necesita imperiosamente echarle mucho dinero encima.
      O lo que es lo mimo, prefiero un Estadio cómodo y arreglado que se llame por ejemplo “Renfe Sevilla” a un Estadio viejo y que huele a humedad que se llame Ramón Sánchez Pizjuan.

    5. 19 febrero, 2014 at 6:16 pm

      Lo que sea con tal de tener un nuevo estadio de la categoría del Sevilla FC

    6. 19 febrero, 2014 at 7:29 pm

      Ya lo dije en una ocasión por aquí y aunque sea un comentario altamente impopular lo repito: gastarse una millonada en un Estadio nuevo que puede conllevar una nueva época negra del Sevilla como cuando se construyó el RSP me parece una soberana tontería teniendo un estadio 5 estrellas en Sevilla como es el de La Cartuja pagado además con dinero de todos.

      Si estamos dispuestos a dejar el romancismo a un lado (que ya lo hemos dejado hace muuuucho tiempo, no hay más que ver como tratamos a los canteranos) para cambiarle el nombre a nuestro estadio también lo deberiamos estar para ser inteligentes y esperar unos años a que mejore la situación económica (si es que mejora algún día, que esa es otra…) para vender el suelo del Estadio por un pastizal, llegar a un acuerdo con el Ayuntamiento para hacernos cargo del estadio de La Cartuja o comprárselo por una cantidad simbólica (todos sabemos que el Ayuntamiento está loco por darle puerta al Estadio) y a partir de ahí invertir el dinero en pequeñas remodelaciones de ese estadio, (quitar la pista de atletismo, trasladar los mosaicos, etc) y si quieren ponerle luego el nombre de Cruzcampo Stadium o La Cigala de Oro Arena, por mi perfecto.

      Mi opción favorita es quedarme en el Ramón Sánchez Pizjuan, ahora si tenemos que ser modernos pues muy bien, pero tampoco seamos tontos…

    7. 19 febrero, 2014 at 8:36 pm

      Saludos.

      ¡Vaya tema! Complicado aunque las cifras determinarán lo que haya de venir.

      No obstante, permitidme que os cuente algo que nunca ha trascendido:

      Samsung España estuvo muy cerca de financiar al Sevilla F.C. hace unos años, pero no cuajó la operación porque:

      a) Hubiera habido que cambiar el nombre del Estadio.

      b) Los colores corporativos de la marca (azul y blanco) casaban mal con los blanco y rojo nuestros. De hecho, no casaban nada, como veréis.

      El Sevilla F.C. es una S.A.D. y en función de los ingresos que produzca un posible inversor, cambiará lo que haya que cambiar.

      Ya no mandamos los socios, recuerden.

      Buen artículo.

      Gracias.

      Cuidaros.

    8. 19 febrero, 2014 at 11:44 pm

      Gran artículo, David.

      Yo no soy muy partidario de sustituir completamente el nombre del estadio. Creo que hay otras formas de ingresar dinero por patrocinio que se están desaprovechando, el más evidente es la camiseta.

      Ahora bien, entre remodelar el estadio financiando la obra con los ‘naming rights’ o mudarnos a la Cartuja, prefiero lo primero sin dudarlo. Porque lo que está claro es que el Ramón Sánchez-Pizjuán necesita, como mínimo, unos arreglitos.

    9. Alvaro
      19 febrero, 2014 at 11:47 pm

      Muchísimas gracias a David Méndez por su articulazo y a Antonio Diaz por su ilustración. Con gente así, no me extraña la respuesta al post

      Mi opinión sobre el tema lleva un poco de todos. El tema es complejo y necesitaría pensarse y hacerse bien y, sobre todo, de forma pedagógica.

      Si las cosas se hacen bien y en condiciones, yo lo haría

      En cuanto al destino del dinero que veo que es un tema polémico, sólo decir que en los presupuestos de las empresas no hay «destinos finalistas». No es esto para fichajes, esto para infraestructuras, esto otro para sueldos. Es decir: cuando entra dinero va a la caja común y se gasta como el Consejo estima oportuno. Pero dentro de unas líneas básicas y unas estructuras definidas. Ya he manifestado en numerosas ocasiones que me repele el cortoplacismo. La experiencia Sterling debería hacer que aprendiéramos.

      Interesante lo de Samsung que aporta Algarivo. Lo desconocía por completo

      Gracias a todos por la acogida, comentaristas «clásicos» y noveles

    10. Eduardo Jesús Andrés Lapeña
      20 febrero, 2014 at 12:20 am

      Apellidarlo (P.E. Soni Arena RAMON SANCHEZ PIZJUAN )pues creo que seria perfectamente asumible.

    11. 20 febrero, 2014 at 12:53 am

      Los símbolos son los símbolos, y aunque comprendo que con tiesura hay que sacar pasta de donde no la hay no podemos ir quejándolos de lo feo que es el fútbol moderno y luego tragar con estas cosas. Hay límites.

      Si fuera un estadio nuevo, como el del Arsenal o el del Schalke, pues vale, pero a un estadio con muchos años, solera e historias en sus paredes no se le puede cambiar el nombre a una marca comercial.

      A mí me suena igual que quitar el escudo de la camiseta para poner en su sitio el logo de Campofrío.

    12. 20 febrero, 2014 at 11:06 am

      Magnífico artículo. Ni debut ni nada. Es bueno y punto.

      A mi esto del romanticismo me hace mucha gracia. En el fondo todos somos muy románticos. Mucho, mucho, hasta que la tía se va con otro y se te queda la cara de gilipollas.

      A mi no me gusta nada la idea de cambiar el nombre al estadio, pero tonto no soy. O no me considero. Yo quiero que mi estadio se llame Sánchez-Pizjuán, pero también que mi equipo compita y gane algo, aunque sea de vez en cuando. Y si muchos de los equipos contra los que hay que competir están sacando pastizales por cosas como esta, pues algo habrá qué hacer. O sacarlo nosotros también, o venderles A ELLOS a nuestros mejores futbolistas (como estamos haciendo) para poder cuadrar los presupuestos.

      Que es lo que estamos haciendo, insisto. Que el Manchester City, el PSG o el Mónaco (por poner ejemplos) eran equipos inferiores al Sevilla hace pocos años. Por no hablar de que no podemos pelearle un fichaje a clubes pequeños de la Premier inglesa. Muchos de ellos están obteniendo dinero mediante procedimientos poco románticos. O hacemos algo, o nos convertimos en un club pequeño. Añejo, eso sí, mucho, pero pequeños.

      @ravesen_

    13. Antonio Liz
      20 febrero, 2014 at 11:09 am

      Para mi abandonar el Ramón Sánchez Pizjuán ha sido siempre algo innegociable. Me ponían enfermo las declaraciones de Roberto Alés y su contable Augusto Lahore cuando proclamaban a los cuatro vientos de la información de la ciudad que la marcha al, mal llamado, estadio olímpico en cualquier condición dictada por el Ayuntamiento, era la única solución a la crisis económica. Entre esto y el famoso eslogan de «no tenemos ni para balones», uno se sentía muy mal representado y lamentablemente gestionado sobre todo en los sentimientos…que también cuentan. Pero en mi opinión a día de hoy podrían analizarse algunas cuestiones: nuestro amado Ramón Sánchez Pizjuán, este Estadio levantado con el esfuerzo, el dinero y hasta la sangre de nuestros antepasados sevillistas, ha quedado obsoleto. Esto es una evidencia que ocasiona que estamos incómodos en nuestra casa. Una sensación desagradable. La admiración a aquella generación de sevillistas y nuestro romanticismo intrínseco no debe cegarnos ni parar nuestro avance. Ante esta tesitura y enlazándolo con la cuestión planteada en el post aceptaría dos posibilidades: 1.- Cambiar el nombre al estadio por el de una marca comercial con el fin de una remodelación total del mismo que lo convirtiera en ese Estadio moderno y cómodo que todos deseamos. 2.- El estadio de Santiponce se cae a trozos, su actividad es cero, es una lacra para la administración y para los ciudadanos por sus costes de mantenimiento. Hoy día sí aceptaría el traslado a ese estadio pero con el título de propiedad bajo el brazo (que compensaría en parte el agravio que sufrimos desde 1929 en relación con el otro equipo de la ciudad y la definitiva propiedad del campo de Heliópolis, campo de propiedad pública que ha acabado siendo regalado a este equipo, mientras el SEVILLA FC volcado en la construcción del suyo y destinando todos sus recurso a esta obra pasaba la traumática «travesía del desierto» con tantísimos años sumidos en la mediocridad deportiva como causa-efecto). El Sevilla FC relanzaría su historia en un nuevo Estadio, también con necesidades de remodelación, aunque en menor medida por razones obvias, necesidades costeadas por ese patrocinio. La mejor gestión en cuanto a la explotación de los terrenos que ocupan el Ramón Sánchez Pizjuán, se lo dejo a los expertos. Bastaría con reservarnos una pequeña parcela para levantar un monumento que recordara los 56 años de futbol allí representados.

    14. 20 febrero, 2014 at 4:07 pm

      Hombre, por supuesto

    15. 20 febrero, 2014 at 4:09 pm

      Hombre, por supuesto que, si se paga bien, habría que cambiar el nombre al Estadio. Sería una lástima, pero hoy en día, para ser competitivos hay que sacar dinero hasta de debajo de las piedras.

      Es más, creo que sería imperdonable que el Consejo de Administración no aceptara una oferta económica importante para cambiar el nombre al estadio.

      Un saludo.

    16. Gonzalo
      25 agosto, 2014 at 4:10 pm

      También es verdad que podrían irse a la Cartuja a cambio de que el Ayto se la de en propiedad y a partir de ahí remodelar lo necesario gracias a ingresos de un patrocinador

    17. Ángel de Triana
      22 enero, 2015 at 1:41 am

      Imagina la gracia que le puede hacer a una marca gastarse un dineral en rebautizar un estadio y que en las radios y medios le sigan llamando por el nombre antiguo.
      Por ejemplo, al del Español le seguimos llamando Cornellá incluso en medios oficiales y cadenas públicas.

    18. Ángel de Triana
      22 enero, 2015 at 1:43 pm

      ¿Un naming rights incluye alguna cláusula que obligue a los medios a usar el nuevo nombre del estadio?
      Lo digo porque se sigue escuchando el nombre de Cornella y Son Moix y no creo que al que haya soltado la morterá le haga mucha gracia.

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