• India: una cuestión de honor

    by  • 16 diciembre, 2013 • El Trinche Carlovich, Historias • 4 Comments

    (Escuchando de fondo «One nation under a groove» de Funkadelic)

    Aunque esta sección hasta ahora sólo ha tenido protagonistas individuales, en su esencia está la búsqueda de historias sorprendentes y la difusión de gestas y gestos que engrandecen los valores deportivos. Y por la pureza de la globalidad de uno de ellos, hoy el Trinche se viste de país. Una nación que bajo una bandera sacrificó su mayor hito deportivo por no plegarse a las exigencias impuestas. Un pais que prefirió vivir de pie que morir de rodillas.

    India es un territorio tan enorme que cualquiera de las magnitudes que lees te asustan. Con más de 1.200 millones de habitantes y casi tantas etnias como todo Africa, el país crece a ritmo vertiginoso en lo económico, lo que no obsta a que siga teniendo el nivel de concentración de pobreza más grande del mundo. Sus dos deportes nacionales son el hockey hierba y el críquet donde triunfa como potencia mundial aunque el fútbol es el más practicado por las calles como pasa prácticamente en cualquier lugar del mundo. Una pelota vieja, dos porterías hechas con jirones, y una multitud de críos corriendo son estampas propias de cualquier suburbio indio.

    (clarin.com)

    Su liga de fútbol es de las que se denominan como exótica donde el nivel es bajísimo y los jugadores cobran poco. Pero la pasión es máxima y siempre hay equipos regidos por multimillonarios que se convierten en cementerios de elefantes intentando reflotar la liga con fichajes rimbombantes. De hecho recientemente hubo una especia de subasta rarísima donde se pujaba por jugadores como valdanito Crespo, Pires, Cannavaro, Okocha o Sorín a los que se les pagó un dineral para disputar una mini premier india de 13 partidos. Algunos decidieron engordar sus carteras y otros no. Se quiere relanzar la idea

    La selección tiene un nivel ínfimo, sin jugadores conocidos. En el ranking FIFA está situada justo detrás de San Cristóbal y Nieves (puesto 148) y de las 15 Copas Asiáticas disputadas desde su inauguración en 1.956 sólo se ha clasificado para 3 siendo una de ellas la última edición (Catar 2.011) donde quedó última tras encajar 13 goles en tres partidos (5 de ellos de Bahrein, que tampoco debe ser el Sevilla de Juande). Ni siquiera se ha clasificado para la Copa Desafío de la AFC 2.014 donde fue eliminada por Birmania (en primera instancia) y por Laos y Turkmenistán (en la repesca).

    Sin embargo es el único país del mundo que puede decir que no ha jugado nunca un Mundial porque no ha querido. Como suena. De los más de los 200 países que juegan o han jugado competición FIFA, sólo 77 han disputado la Competición Suprema. Y es que no hay más explicación que la generación espontánea -como lo de Seve Ballesteros o los jamaicanos del bobsleigh de Calgary 88- para intentar entender porqué un país como India tenía un señor equipo a finales de la década de los 40 – principios de los 50, que lo llevó a hacer cosas importantes en los JJOO y a renunciar al Mundial de Brasil. Pudieron ser 78, pero se quedaron en 77 las selecciones mundialistas hasta la fecha. Por honor. Porque esta historia que contamos es un alegato al honor.

    Tras la suspensión de los Juegos Olímpicos por la II Guerra Mundial, los de 1.948 se disputaron en Londres. En ese tiempo la situación del mundo en general y de la India en particular era complejísima. Efectivamente, el reparto producido y los daños colaterales del periodo bélico hicieron que la colonia británica de la zona se disociara en dos países independientes en el verano del 47 surgiendo por un lado la India y por otro Pakistán. En este totum revolutum de hindúes para un lado, pakistaníes islámicos para otro y coloniales británicos para más allá, más de un millón de muertos vieron nacer al incipiente país. El caso es que parece ser que por la raigambre del fútbol en la zona derivada de la sempiterna colonia británica (no obstante en India se juega la Copa Durham, la cuarta competición futbolística más antigua del mundo) India presentó equipo de fútbol para las Olimpiadas. El capitán y alma mater del equipo era S.N.Maná, jugador que estuvo 18 temporadas en el Mohun Bagan, geólogo de profesión, nombrado mejor jugador hindú de la historia y que saldrá por aquí varias veces.

    Tras estar tres días en un barco y cruzar medio mundo para jugar un partido, se presentaron en Londres donde les tocó en suerte nada más y nada menos que Francia como rival. Esperando una goleada, los franceses se reían cuando vieron a aquellos canijos de tez oscura, mal vestidos (la ropa que los ingleses les dejaron le estaba enorme) y sin calzado. Sí. Descalzos. Según la costumbre hindú, para hacer deporte todo lo más que se permitía era un vendaje en el tobillo -aunque el vengonzoso Maná le dijo a la Princesa Margarita que lo hacían así por comodidad-. Si en el partido precedente del torneo una medianía como Luxemburgo le había metido un set a Afganistán, qué no iba a hacer Francia con aquellos desarrapados.

    Pero lo que se intuía goleada torna en partido extrañísimo. India desarbola a los gabachos y con 1-1 en el marcador hasta estrella dos balones en los postes. Pero es que además, a lo Sevilla en Vallecas el año pasado, falla dos penalties. Totalmente volcados los descalzos indios, Francia aprovecha una contra en el descuento para marcar el 2-1 y mandar a los hindúes a casa ante la atónita mirada de los presentes que ovacionaron a rabiar a los voluntariosos asiáticos. Por cierto, a modo de anécdota para comprobar su nivel, aprovechando que estaban en Europa a los pocos días cuentan que jugaron un amistoso contra el Ajax de Amsterdam al que derrotan.

    (curiosidadesdelfutbol.wordpress.com)

    Dos años después y en Brasil se disputaría, tal vez, el Mundial más recordado de la historia por la machada uruguaya del maracanazo en su día analizado desde la perspectiva del negro jefe. Pero lo que es innegable es que fue el más difícil de organizar de entre todos los disputados. Entre los países europeos arrasados por la guerra y la compleja situación latinoamericana en países como Argentina o Ecuador, resultó harto complicado conformar los grupos para la cita. El caso es que la FIFA decidió invitar a India tras el buen sabor de boca de los recientes JJOO. El combinado asiático preparó el evento con una gira por Hong Kong, Singapur y demás países de la zona, arrasando a todos con un quinteto atacante demoledor. Quedó encuadrado en el Grupo C con Suecia, Italia y Paraguay. En estas, cuando la Federación India de Fútbol (llamémosle así) está tramitando la organización con la FIFA recibe la noticia de que tienen que jugar con botas. India se niega: el honor y la religión se lo prohibe. Al fútbol se juega descalzo y sólo jugaran calzados si así lo deciden, pero nunca por imposición. La FIFA piensa que es un farol y no cede. Pero era un órdago y a la grande: India se retira y decide respetar sus principios so pena de no disputar la cita más grande que el mundo del fútbol te puede dar. El grupo C quedó con los tres equipos mencionados.

    El equipo vuelve a su país, arrasando en las competiciones asiáticas del primer lustro de la década. Aunque la Copa de Asia no se inauguró formalmente hasta el 1.956, su germen son los Juegos Asiáticos del 51 y el «Torneo Cuadrangular de Asia» que se jugó desde el 52 al 55. Todo lo ganó la India.

    La siguiente vez que se juntaron a nivel internacional fue en los JJOO de Helsinki en 1.952 donde fueron goleados en primera ronda por Yugoslavia. No nos sirve mucho de referencia porque parece ser que los pies de los jugadores (sí, jugaron descalzos) estaban congelados por las frías temperaturas finlandesas. El caso es que dicho descalabro hizo que reconsideraran su postura de cara a los venideros encuentros internacionales y se plantease un debate interno en el seno de aquellos futbolistas. Tras Helsinki 52 la FIFA nombra a Maná uno de los 10 mejores capitanes del mundo.

    Al Mundial 54 sólo se invita a un país asiático, siendo Corea del Sur el clasificado por lo que el combinado de nuestros amigos no vuelve a aparecer en la escena internacional hasta los JJOO del 56 en Melbourne. El debate sobre si jugar con botas o no es ya muy intenso. Aquél equipo, con la mayoría de esa generación espontánea ya veterana, juega descalzo. Todos menos uno, el joven D’Souza, que marcó 3 de los 4 goles que encajó el anfitrión Australia. Hasta semifinales llegaron donde se adelantaron con otro gol de D’Souza pero Yugoslavia, otra vez Yugoslavia, remontó y los apeó del torneo.

    A partir de entonces el fútbol fue bajando progresivamente. Aunque a principios de los 60 ganó alguna competición asiática, fue paulatinamente cayendo hasta la sima más absoluta. ¿Las causas? Pues parece ser que las mismas que su florecimiento: ninguna. Como se comentó antes, llevan más de 50 años sin hacer absolutamente nada a nivel internacional.

    No sabemos que hubiera pasado si llegan a haber jugado el Mundial 50. No sabemos qué hay de mito y qué de realidad en ese conjunto de jugadores que surgió de la nada. Tal vez fueran una banda y se haya exagerado el potencial de ese equipo sólo por el buen partido de Wembley en el 48 y las semis del 56. Lo único sobre lo que hay certeza es que en el año 50 India perdió la oportunidad de jugar un Mundial en Brasil por ese vocablo tan en desuso del Siglo XXI llamado honor.

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    4 Responses to India: una cuestión de honor

    1. Sr Dirnei
      17 diciembre, 2013 at 8:31 am

      Trincherazo distinto, pero no por ello menos atractivo. Me ha encantado la historia.

      Enhorabuena, impresiona tu cultura futbolística.

    2. 17 diciembre, 2013 at 9:39 am

      Yo había leído algo de que India se negó a jugar el mundial de Brasil por lo de jugar descalzos, pero no sabía que la historia era así de interesante.

      Si los británicos inventaron y exportaron este magnífico deporte, es lógico que La India de una u otra forma sea partícipe de él.

      Preciosa historia.

    3. 23 diciembre, 2013 at 12:24 pm

      Tenía pendiente esta nueva historia del Trinche y la verdad es que me ha encantado el giro que ha dado! Que gran historia la de la india… Entre 1.200 millones de habitantes por cojones seguro que habrá 15-20 que jueguen al fútbol del lomo, así que como despierten…

    4. Fran (@datossevillista)
      7 enero, 2014 at 1:01 am

      Brutal. Una delicia leer esto a estas horas. El día menos pensado, que en lugar de darle con un palito a la pelota, le den por darle con los pies…. (ello y los chinos. Puede ser una bonita final del Mundial China – India…. preciosa :p )

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