• Lesionados y el efecto Halloween

    by  • 1 noviembre, 2013 • Fútbol, Miscelánea, Sevilla • 3 Comments

    Escuchando de fondo “Respeten nuestro dolor” de Siniestro Total

    Como bien saben los lectores de esta casa, en ocasiones intentamos explicar terminología o expresiones jurídicas o económicas, extrapolándolas al mundo del fútbol, comentando así una cuestión de actualidad desde un prisma distinto – la última, la de Easterlin y Emery -. Comprendo que esto no es muy normal (porque leer a Maquiavelo y acordarte de la atrocidad de la supresión del abono infantil es de no estar muy bueno), pero es inevitable. Que la mente de uno proceda a interconectar pasiones es incontrolable. El caso es que leyendo el otro día un artículo sobre la incidencia que tiene en bolsa el “efecto halloween”, reparé en la plaga de lesiones que ha vivido el equipo en este principio de temporada, casi todas de ellas de índole muscular.

    Como todos sabemos por el marketing estadounidense que nos acosa en estos días desde hace años, la horrorosa fiesta esa que llaman “Halloween” se acaba de celebrar. Y el 1 de noviembre es fecha fetiche para ciertas cosas al igual que nosotros podemos tener otras.

    El bursatil “Efecto Halloween” es aquel indicador que dice que hay que estar fuera de inversiones de mayo a noviembre y entrar a partir de la llegada de Halloween. Lo que viene a expresar es que, si cual liga argentina partimos el año bursatil en dos (de mayo a noviembre y de noviembre a mayo) el segundo periodo es mucho más favorable. Por tanto, octubre es un mes realmente complejo en el parqué, aunque, como decía Mark Twain.

    “Octubre es uno de los meses particularmente peligrosos para especular en Bolsa. Los otros meses peligrosos son julio, enero, septiembre, abril, noviembre, mayo, marzo, junio, diciembre, agosto y febrero

    Este hombre es evidente que sabía de lo que hablaba ya que el dineral que ganó con Tom Sawyer -entre otros- lo despilfarró con unos horrorosas inversiones empresariales y bursátiles. Manolete, si no sabes torear para que te metes.

    Y oigan. Que lo del Efecto Halloween está demostrado. Y no en un año o dos, que nos podría llevar a la torticera aplicación de “La Ley de los pequeños números” sobre la que realicé una pequeña disertación colussokukletil en mi visita a esa peculiar y genial bitácora. Resulta que en los últimos 40 años se ha hecho un estudio comparativo de las Bolsas de los principales 37 países del mundo y en 36 de ellos, el índice ha tenido mejor comportamiento en los seis meses posteriores a Halloween que en los anteriores. Ahí va un grafiquito, por ejemplo, de los últimos 60 años de la cotización en la bolsa estadounidense. En estos años el índice (la línea gris) ha subido muchísimo pero casi en su totalidad por el impulso de 1 de noviembre a 30 de abril (la línea azul)

    (especulacion.org)

    Curioso ¿verdad?

    Obviando supersticiones, mal fario y esas cosas, motivos para actuar de esa forma, hay. Por ejemplo, el año fiscal estadounidense acaba en septiembre y las empresas suelan pagar bonus y extras en Navidad, por lo que si la primera economía del mundo se mueve, el resto del mundo se pone a bailar por el efecto llamada. Además, los meses veraniegos suelen ser de muy poco movimiento por lo que se tiende a la estabilidad. Teniendo en cuenta que la bolsa ha subido muchísimo en la segunda mitad de siglo, pues lo normal es que suba más en los meses en los que se mueve más dinero. Estos son algunos de los motivos expresados por los economistas para explicar este fenómeno.

    Sin embargo hay gente que lo achaca a la superchería llevando la ojana ésta de Halloween por bandera. En fin, el débil que crea en supersticiones allá. Pero el refrán “Sell in May, and go away, but remember to come back in September” se escucha en la City desde hace 200 años (sin exagerar, que la Bolsa de Londres es de 1801). Este año 2013-2014 voy a seguirlo con interés porque viendo el subidón de la renta variable en los últimos meses, lo normal es que estemos ante el incumplimiento del efecto halloween bursátil. De lo contrario, más de uno se va a poner en el mega taco.

    A principios de temporada comentaba con algunos amigos sobre la inaudita circunstancia de tener que empezar a disputar fútbol no de fogueo desde el día 1 de agosto. En épocas que el calendario lógico te dice que no son ni siquiera de preparación, ya había que estar compitiendo de manera oficial. En ese sentido, todo cambia y la preparación que Emery y su cuerpo técnico y físico tenían que llevar a cabo, exigían una intensidad tremenda en plena canícula. Uno de ellos, Carlos Blanco, plasmó parte de esas ideas en esta Santa Casa con su suicida de Alpe d’Huez. La idea subyacente era que como el equipo iba a estar a un nivel de competitividad alto desde muy tempranas fechas, íbamos a empezar de cañón, pero que esas fuerzas había que dosificarlas. El objetivo es pelear por puestos europeos por lo que el sprint final es básico: ni se ganó Zamora en una hora, ni el que demarra en la primera rampa de Alpe d’Huez termina ganando. La paciencia y serenidad dictará Sentencia.

    Por las razones que sea, no objeto de este post, es evidente que el inicio de temporada no ha sido el esperado y el equipo no ha conseguido el colchoncito de puntos derivado de estar a tope antes que nadie. En cambio, y también en el debe, en materia física y de lesionados creo que hemos sufrido nuestro particular “efecto Halloween”. Desde hace días los lesionados se cuentan con los dedos de una mano y sobran dedos, cuando hasta hace poco eran necesarios hasta los de los pies. Creo que obligados por el calendario, tengo la impresión de que este Sevilla ha sido ese suicida de Alpe D’Huez -en lo que a físico se refiere- de tal forma que la acumulación de choques y la exigencia competitiva de los mismos, trajo como efecto colateral, tan indeseable como inevitable, una fatiga extrema en cuerpos que no estaban preparados para ello al no estar rodados. No hace tanto íbamos al Carranza en la última de agosto, preparando el inicio de liga. Este año, el 31 de julio (que me corrijan si no es más pronto que nunca) el equipo dormía en un hotel en la víspera del debut oficial. Y aunque lógicamente ni el Mladost Podgorica ni el Slask Wroclaw eran rivales de primer nivel, el Sevilla se lo tomó como la seriedad e importancia que nuestra entidad le ha dado siempre a la competición europea. Antes que nadie jugando finales en la competición que tanta gloria nos ha dado. Y se decidió no dejar nada al arbitrio de la suerte como, tal vez, hayan podido hacer equipos de la enjundia del Sttutgart, Brujas, (precisamente apeado por el Slask polaco) Feyenoord, Spartak de Moscú o Udinese.

    Por tanto se ha entrado en el círculo vicioso de esa exigencia física máxima desde el minuto uno, porque hay más partidos y, como juegas más que nadie, más posibilidades de lesionarse hay. Y si en la coctelera también metes cierta dosis de mala suerte y un manejo del plantel poco cuidadoso en ocasiones por parte de Unai Emey, tienes como resultado unos tres primeros meses de competición donde el Sevilla parecía García Morato.

    (marca.com)

    Pasó Halloween y llegamos a noviembre, fecha estable, con la liga ya rodada y un calendario con las apreturas de cualquiera. El equipo está asentado, la plantilla tiene 20 futbolistas que pueden ser titulares perfectamente, el número de disponibles se acerca al 100 %, las precipitaciones y los riesgos en la recuperación no son imprescindibles y el entrenador cada vez conoce mejor los bueyes con los que está arando.

    Si alguien cree que el problema es de médicos o preparados físicos del club, me parece correcto. Yo de medicina no sé nada, por lo que sería irresponsable que este post parcelara su contenido en ese ámbito. He intentado, amparado en Halloween, buscar la solución a la cuestión de una forma más terrenal (¡toma oxímoron!). Por otro lado, el que quiera ver fantasmas, sea un polemista empedernido o sea un malpensado sistemático negativo, también está en su derecho, faltaría más. Pero por favor. Los optimistas que pensamos que esto va a ir para arriba también tenemos nuestro corazoncito sevillista. Respeten nuestro dolor.

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    3 Responses to Lesionados y el efecto Halloween

    1. 1 noviembre, 2013 at 8:47 pm

      Como vicepresidente colussokukletil le agradezco enormemente el enlace a nuestra bitácora y el calificarla como «peculiar y genial».

      Siento no poder, por otra parte, aportar algo al debate, ya que mi conocimiento de Halloween e inversión en bolsa se reduce al capítulo de Los Simpsons en que Homer gana un montón de pasta invirtiendo en calabazas para luego arruinarse al no vender sus acciones pasado tan significativo dia (significativo en USA, claro, que a mí por aquí se me remueven las tripas cuando veo adornitos), ya que no había visto la relación entre sus ganancias y la fecha del calendario.

      • Alvaro
        2 noviembre, 2013 at 9:02 am

        Muchas gracias a vosotros por invitarme a participar en vuestro blog. Y felicidades por lo de los 30.000.

        Yo no soy ningún experto en los Simpson, aunque me quedo con las vaciladas telefónicas de Bart a Moe.

    2. 5 noviembre, 2013 at 12:48 pm

      Os gustaría intercambiar enlaces con mi blog sevillista http://www.javisfc.com/ gracias, saludos

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