• Miguel Angel, Juan Carlos y el Abrisajac

    by  • 16 octubre, 2013 • El Trinche Carlovich, Fútbol, Historias • 3 Comments

    POR EL TRINCHE CARLOVICH

    (Escuchando de fondo «Tri, tri, tristeza» de Silvio)

    Siempre se dice lo mismo. «Ese es muy bueno, pero el que era bueno bueno de verdad era su hermano, lo que pasa es que… (aquí valen todas las excusas del mundo que usted pueda imaginar: como que era un golfo, como que se lesionó, como que le gustaba tela la priva….)» Un clásico propio de la novelería futbolera que nos inunda a diario.

    Miguel Angel Valerón Santana, protagonista de nuestra historia de hoy, sabemos (sin verlo) que no era el mejor de los hermanos por mucho de que haya alguno -Angel Cappa, por ejemplo- que así lo manifieste. Y no porque fuese malo; más bien al contrario porque hablan y no paran de sus excelencias. Pero esta compleja e indemostrable afirmación (el bueno es el que no llegó) puede tener un pase cuando hablamos de un jugador medio, pero deviene casi imposible cuando el listón es altísimo como en nuestro caso. Porque su hermano, Don Juan Carlos Valerón, es una de las cosas más grandes que mis ojos han visto dentro de una equipación de futbolista. Pelotero atemporal de pausa bendita, que veía el pase que tenía que dar segundos antes de que le llegara el balón. De esos futbolistas que juegan con esmoquin con independencia del ropaje que lleven puesto. La simple sonrisa del Flaco desprende sabor de fútbol de infinitos kilates salpimentado por un métela tú que a mi me da la risa. Eterno en nuestros corazones futboleros, Juan Carlos Valerón Santana, honor y gloria que tiene sección propia en las entrañas de cualquiera de los que amamos este deporte.

    (www.laprovincia.es)

    Pero volvamos a Miguel Angel.

    Los hermanos Valerón crecieron alrededor de una pelota en el grancanario pueblo sureño de Arguineguín. No sé si lo conocen. Arguineguín es de esos sitios donde todo parece que va más despacio. De esos lugares donde el tiempo tiene una importancia relativa. Hay dos teorías para el origen del término Arguineguín: «aguas tranquilas» (parece ser que así lo llamaba Colón cuando hacía escala allí) o «dame la luz» (este último procedente de los vocablos vascos «Argin-eguin», derivado de los muchos marineros vascuences que pararon por la zona hace siglos). Sea uno, otro, o ambos, es evidente que ya el nombre denota paz y tranquilidad que propicia que en su pequeño hayan nacido artistas como David Jiménez Silva o los hermanos Valerón.

    En la 96-97 los hermanos jugaban en una U.D. Las Palmas que estaba en pleno periodo de regeneración. Tras un complicado lustro deambulando en Segunda B, el equipo canario volvía a la categoría de plata capitaneado por el portero Manolo en un muy joven y más que atrayente equipo. A los canteranos isleños (los Valerón, Socorro, Orlando, Manuel Pablo…) se le unieron una serie de interesantes fichajes argentinos (Simeonato, Turu Flores y Walter Pico) y un mediocentro británico llamado Vinny Sanways al que todos recordarán. De la mano de Pacuco Rosales, conformaban así los amarillos una escuadra imparable cuando les daba por jugar. Era una Unión Deportiva (una hora menos, Canarias) donde el ex del Birmirgham hacía la raya pero donde predominaba el toque preciocista y fútbol de calidad. Al son de los Valerón (en ese año, más Miguel Angel que Juan Carlos) practicaban un fútbol de alta escuela de esos que cuando las musas están de guardia son capaces de burrear a cualquiera que se ponga por delante.

    (www.laspalmas.incondicionales.com)

    Aquel día de marzo del 97 hizo buen tiempo en la isla por lo que las musas imagino que se quedarían en la playa, ya que no aparecieron por el Insular. En su lugar, se presentó el de la guadaña.

    Como digo, esa Unión Deportiva era un equipazo con un particular idilio con la Copa del Rey. En la precedente 95-96, estando en 2ªB, se cargaron al Tenerife de los Felipe, Pizzi, Conte, Latorre o Juanele cuando El gato Manolo le detuvo un penal a Chano en una eliminatoria que todavía se recuerda en la isla. El particular amor con el torneo del KO llegó a límites insospechados en la 96-97 hasta el punto que se plantaron en semifinales de Copa del Rey donde se cruzaron nada más y nada menos que con el Fútbol Club Barcelona que venía de eliminar al Atlético de Madrid en una eliminatoria espectacular (en el famoso día de los 4 goles de Pantic). En el partido de ida en cancha canaria, los azulgranas empezaron el partido tremendamente revolucionados hasta el punto que una fea entrada de Amor lesiona a Manuel Pablo que se retira en camilla ante la tranquila mirada de un árbitro que no tuvo su mejor noche ese día.

    Las Palmas perdía 0-1 por lo que su entrenador decide incluir a Miguel Angel Valerón, jugador de banda pero mucho más ofensivo que el sempiterno lateral actualmente deportivista. En el segundo tiempo, y con Las Palmas apretando, se produce la desgracia. En una trenzada jugada con el Turu, Miguel Angel dribla al chapi Ferrer que se revuelve y realiza una de las entradas más salvajes que se ha visto en un estadio. Para mucha gente la entrada más sanguinaria que se ha visto en el fútbol español moderno. Todavía se escuchan crujir los huesos en el viejo Insular. Menos espectacular que la de Lienen pero más demoledora. Con una rotura de peroné, cápsula articular, ligamento tibio peroneo y ligamento deltoideo, a Miguel Angel le destrozan la pierna. Tras casi dos años lesionado, lo intenta en filiales (Mallorca, Deportivo) y en el Conquense, pero su pierna no iba. Miguel Angel empieza a compaginar trabajo nocturno como Conserje de unos apartamentos para costearse la carrera en Educación Física y Magisterio. Se retira del fútbol profesional con 27 años.

    Miguel Angel Valerón Santana piensa y reflexiona. Su pasión, el fútbol, se portó mal con él. Pero su pasión, el fútbol, debe ser el camino para reconducir y ayudar al prójimo. Miguel Angel, criado en una familia de arraigadas costumbres religiosas, decide junto a su hermanos Pedro y Juan Carlos crear el proyecto Abrisajac.

    Siempre estaré agradecido al fútbol. Dentro de lo malo, he vivido momentos muy buenos. A pesar de ser una tragedia para mi destino aquella lesión, no le guardo ningún rencor, para nada. Siempre trato de transmitir el juego limpio, tratando de evitar el rencor, el odio, porque sinceramente no se llega a nada portando horribles calificativos. Sobre todo en el fútbol base, que cada día está peor. Está horriblemente mal, fatal.

    Abrisajac es un nombre surgido de la unión de los bíblicos nombres Abraham, Isaac y Jacob. En él, los Valerón aglutinan una serie de actividades que van desde el acogimiento a niños (muchos de ellos problemáticos) en torno a un balón, como un proyecto de ganadería sostenible. Todo ello manifestado a través de las ondas (Radio Abrisajac, 103.5 FM canaria) donde el propio Miguel Angel conduce dos programas: uno dedicado a los valores cristianos de solidaridad y respeto y otro futbolístico llamado «Juego Limpio». Pedro y Miguel Angel han sido los que han mantenido el proyecto. Pero ahora que El Flaco ha vuelto a casa para quedarse, el proyecto cobra una nueva dimensión.

    El CD Abrisajac nació recogiendo a esos chavales que, por las razones que sean, no jugaban en otros sitios. Lo de «recoger» es literal ya que con la furgoneta van puerta por puerta para llevar a los muchachos a entrenar. Hoy sigue en pleno crecimiento, con varios equipos en categorías menores y hasta uno en segunda provincial donde el propio Miguel Angel se calza las botas de vez en cuando para echar un rato. Tal vez, cuando en el 2030 ó así, Juan Carlos se retire del fútbol profesional en su Unión Deportiva, los hermanos vuelvan a jugar juntos en el Abrisajac. Impartiendo magisterio y mostrando valores. Y una sonrisa

    (www.laprovincia.es)

    El deporte de fútbol tiene una enorme capacidad de convocatoria y si se orienta con personas adecuadas aleja de los malos vicios a todos estos jóvenes. Los estudios así lo demuestran, los niños que practican deporte tienen mayores posibilidades de alejarse de cualquier circunstancia que tenga los malos hábitos como norma y ahí las instituciones deben darse cuenta y, por lo tanto, apoyar todo tipo de iniciativas con conlleve esa línea de actuación.

    (…)Nosotros no aspiramos a ser equipos campeones en lo deportivo. Aspiramos a ser campeones en lo social. Si nosotros quisiéramos ser campeones cogemos lo mejores jugadores de la zona y ya está, pero nuestra filosofía que todos los niños tengan la opción de practicar deporte y que sea una pieza fundamental en su escala de valores. Para nosotros es una satisfacción que todos los años nos den el premio de juego limpio. Que los árbitros nos valoran por nuestra conducta. Inculcamos el respeto, nada de protestas y jugar por diversión. Así de sencillo. Llevamos algunas temporadas como el equipo más deportivo y premiado por la Federación. Ese es nuestro mayor orgullo.

    (La entrevista entera de las citas extraídas se encuentra en http://abrisajac.blogspot.com.es/2011/04/miguel-angel-valeron-habla-del-futbol.html )

    @ElTrincheCarlov

     

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    3 Responses to Miguel Angel, Juan Carlos y el Abrisajac

    1. 16 octubre, 2013 at 9:59 pm

      Lo dicho cuando el portero trotamundos aquél. Leo estas cosas y me siento mierda.

      Es curioso que un pueblo tan enano haya dado en tan poco espacio de tiempo dos jugadores de la talla de Valerón y Silva.

      Por cierto, para llegar a aquella semifinal contra el Barcelona, Las Palmas tuvo que eliminar al Valencia tras perder 0-2 la ida en el Insular. Ganó la vuelta 0-2 y pasó por penaltis.

    2. 16 octubre, 2013 at 10:26 pm

      Genial historia.
      Esta vez sí conocía al protagonista de la misma y su cruel y anticipado final deportivo.
      Pero no conocía el proyecto Abrisajac y la labor que realiza.
      Muy grandes los Valerón.

      Un mes más, felicidades al autor.

    3. Alvaro
      16 octubre, 2013 at 10:31 pm

      Pues sí, tío. Pasa algo parecido a lo de Pfannestiel. http://www.salmonpalangana.com/2013/09/pfannestiel-el-portero-nomada/

      Uno mira lo que ha hecho ese tipo de gentes, el compromiso que tienen, la forma de ver la vida que gastan y no sabes muy bien qué pensar. Uno no puede más que creer que su vida es una mojonada. Pero esto es como la envidia que en un momento dado puedes tener de tu colega solterito que está todo el rato para arriba y para abajo. Lo que no sabes es que el solterito también envidia la vida estable que tú llevas. En el fondo no es más que desear lo que uno no tiene. Un clásico sobre el que no conviene martirizarse.

      Ni filosofar. Que tampoco está esto hecho para esto.

      La verdad es que de esto hay mil intrahistorias. Empezando por el origen religioso del tronco familair (el padre de Miguel Angel y Juan Carlos se llama Adán) y terminando porque esa jugada parece ser que marcó al chapi Ferrer de por vida (he leído por ahí que se ha arrepentido pública y privadamente en numerosas ocasiones). Esa de lo que pasó en cuartos de final contra el Valencia la desconocía, pero la he buscado

      http://www.youtube.com/watch?v=RPAa-JndKmU

      ¿El 21 es Valerón? Por cierto. Vaya golazo el 0-2 de Orlandito

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