27 de abril
by alvayanes • 27 abril, 2013 • Historias, La firma invitada, Miscelánea, Sevilla • 14 Comments
POR J.FELIX MACHUCA
Hoy es 27 de abril. El 25 cumplía años la revolución portuguesa, aquella que hizo brotar en las bocachas de los fusiles del ejército luso claveles muy rojos. El 27 de abril los sevillistas fijamos la efeméride de otra revolución sentimental. La de la vuelta a la vida, tras cruzar un desierto amargo y espinoso, con tormentas de arena y truenos de frustración, gracias a un gol de Antonio Puerta un jueves de feria . Como sonó madre mía aquel gol. Toda Sevilla, la que podía cantarlo, claro, hizo el mejor coro que jamás tuvo unas sevillanas de Cantores de Híspalis ¿Sinfónicas las sevillanas de Cantores? Sinfónico el eco de aquel gol de Puerta que coreó Nervión, San Bernardo, Santa Cruz, la Giralda, los moros del Alcázar, los romanos de Santiponce y los compadres de Los Remedios, que ataban ya, con la guita de Sanlúcar, el fardo de ilusiones que semanas después nos sacaría del desierto. Los portugueses hicieron florecer en sus fusiles claveles rojos. En los corazones desbocados de los sevillistas nacieron nardos y azahares. Aquel gol de Puerta nos abrió el camino y vimos que al otro lado del desierto la vida era muy hermosa. Dejamos atrás los días de vinagre y sal en gradas atormentadas por un destino terrible. Y las manos de los sevillistas, que eran chumberas y cardos de espinos, crecieron como los álamos de las riberas, para alzarse al cielo de la celebración y la fiesta, con aplausos de plata y alegrías de vencejos en las tardes azules de la Maestranza. Final. Se acabó. Ya podían parar las lenguas antiguas de contarnos leyendas lejanas. Aquella noche, con Puerta, un jueves de Feria, el Sevilla espantó los malos bajíos de su historia, para adentrase sin miedo y con agallas de espartanos, en la Vía Augusta que nos llevaría a conquistar tesoros inalcanzables para otras manos. Los álamos habían crecido en la ribera de Nervión. Y esos álamos, con sus largos brazos, con sus plateadas manos, alzarían los triunfos jamás soñados. Todo empezó un 27 de abril. Cuando volvimos a ser lo que fuimos y alcanzamos la altura de nuestra dimensión, que no es otra que la de la Giralda, la torre rosada de Juan Ramón, la única que todos los atardeceres se pone nuestra camiseta orgullosa de mirar el Ramón Sánchez Pizjuán.
Sólo quería recordar la fecha. Fijarla a fuego, con el hierro candente del sevillismo, en el lomo bravo y valiente de nuestra historia. Aquel 27 de abril, nardos y azahares se confabularon para coronar nuestra entrada en el paraíso, donde paseamos con más copas que una partida de mus entre Melendi y el señor ese de Hannover, al que el médico parece que sólo le prohibió beber agua. 27 de abril. La noche en que Puerta nos enseñó el camino de los días de vinos y rosas y Sevilla, la que podía, llegó a traer, como los galeones indianos, sus triunfos en barco. Yo sé que este blog es de números, estadísticas y sinfonías de cifras. Perdonad la absoluta discordancia. Pero hay fechas que son imprescindibles en el calendario sentimental de los hombres. Y sé que en el fondo de vuestros corazones de nardos y azahares, este 27 de abril pedía más prosa que números. Más corazón que cerebro. Más emoción que cálculo. No olvidarla jamás porque aquella noche los farolillos de la feria hicieron la ola, Nervión bailó por bulerías y más de uno salió del coso del Pizjuán y se perdió, hablando a solas con su alegría, por Sevilla, para contarle a los fantasmas familiares o al tipo con el que se descubrió comiendo buñuelos en el rincón de los gitanos, como le pegó de izquierda Antonio Puerta. Luego el chocolate se derramó, la papa nos levantó de los asientos y entre buñuelos y la bufanda que se metía en la boca casi nos ahógamos gritando: Sevilla ahhhhhhhhhhhhh!!! Ya era de mañana. Ya era el nuevo día de un Sevilla inabarcable.
@JFelixMachuca
Preciosa fecha que supongo cada uno de nosotros recordaremos siempre a nuestro modo. Aunque sin duda todos tenemos en común el hecho de saber que aquel día volvimos a ser lo que fuimos, y el eterno agradecimiento a nuestra zurda de diamantes.
Gracias Sevilla FC por formar parte de mi vida, Gracias Puerta por recuperar nuestra historia y darnos de nuevo la gloria.
Dios, que grandeza.
Tú lo has dicho, Joaquín. Cada uno lo recordamos de una forma. Son esos momentos históricos, que sabes que nunca se repetirán donde lo recuerdas como si acabara de pasar aunque haya transcurrido una eternidad. El calendario emocional pisotea al cronológico. El 27 de abril de 2006 siempre acabará de pasar.
A mi me pasó algo muy parecido a «…más de uno salió del coso del Pizjuán y se perdió, hablando a solas con su alegría, por Sevilla, para contarle a los fantasmas familiares o al tipo con el que se descubrió comiendo buñuelos en el rincón de los gitanos, como le pegó de izquierda Antonio Puerta». Y es que recuerdo todos y cada uno de los minutos que pasaron desde que abandoné Nervión hasta que crucé la portada de la Feria. Podía ir de muchas maneras pero elegí ir andando. Quería saborear cada esquina de Sevilla. Y vaya si saboreé Sevilla esa noche
Gracias, Antonio. Gracias, Félix. Gracias, Sevilla.
No añado ni una coma. 🙂
OLE!
Mas corazón que cabeza, así lo escribe (vaya nivel el del blog) J. Félix Machuca, y así lo vivimos. No creo que nadie pensara en lo que se había conseguido, creo que todos nos dejamos llevar por el corazón.
Tremendo artículo. Nunca olvidaré aquella mágica noche viendo el partido a través de la ZDF alemana y al día siguiente escuchando una y otra vez la retransmisión de Alvarado de aquel golazo de Antonio.
Muchas gracias al autor por hacerme revivir esos recuerdos; a Antonio por llevarnos a la gloria y al Sevilla FC por darnos estos momentos irrepetibles.
Ma<ravilloso artículo. El recuerdo más nítido e impactante que tengo de aquella noche es como temblaron los cimientos del Sánchez-Pizjuán con el gol de Antonio…indescriptible.
Enhorabuena por el artículo, a la altura de la categoría de este blog.
Artículo para emocionar y emocionarse. Tan sólo recuerdo la ilusión de «niño con zapatos nuevos» y las lágrimas de alegría que no pararon desde esa noche en la Avda. de Eduardo Dato hasta la del 10 de Mayo en Eindhoven, lágrimas de felicidad y de añoranza a aquellos sevillistas que nos inocularon en los genes nuestro ADN blanquirrojo y que, por desgracia, no pudieron disfrutar del «Lustro de ensueño» 2006-2010. Un abrazo para ellos que estarán con Antonio en el tercer anillo y para Machuca poor su sevillismo
Yo quiero hacer una puntualización sobre la fecha. Soy bético y hoy, día 28 de Abril, es mi cumpleaños. En su día andaba escuchando el partido por la radio y a las 0:00 exactas de la noche dije «bueno, ya es mi cumpleaños» y mientras lo pensaba marcó Puerta. El gol llegó a las 0:00 horas exactas.
Pensé que para mi desgracia el día de mi cumpleaños sería para siempre un día de gloria sevillista (aunque el Betis ganó su Liga también un 28 de Abril). Afortunadamente para mí todo el mundo dice que fue el 27.
Primavera, Sevilla, un sevillano de la cantera, gol, plenitud.
Mi recuerdo de aquel día es de agradecimiento. Agradecimiento a esas personas que me enseñaron a respirar sevillismo. Y en especial a una de ellas que ya no estaba con nosotros. Mi primera reacción pasado el alborozo del gol fue una mirada al cielo y lagrimas. Y creo que como yo hubo muchas personas que miraron hacia arriba. Si a eso le sumas que mi cumpleaños es el 28 de Abril pues… Emociones a flor de piel.
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27 abril. Antonio Puerta. El gol que cambio nuestras vidas