Las Leyes Beckham
by alvayanes • 22 enero, 2013 • Derecho, Economía, Fútbol, Historias • 3 Comments
(Escuchando de fondo «Magic Johnson» y después «Out in L.A.». Ambas de cuando los Red Hot Chili Peppers eran los Red Hot Chili Peppers)
Quedaban pocos segundos para el final del partido cuando el grandioso Pat Riley pide tiempo muerto ya que los Lakers perdían pero tenía la última posesión para ganar el encuentro. Earving «Magic» Johnson se dirige al entrenador y le pregunta sobre la jugada a realizar, que si el bloqueo de A.C.Green, que si el poste bajo de Worthy y su puta madre en adobo. Riley, con traje Armani de 3.000 dolares y peinado de hola que hay Patrico, se gira, levanta la vista y le dice «¿Qué coño me estás contando? Eres el jodido Magic Johnson. Coge la pelota y mete la canasta». Ni que decir tienen que ganaron los Lakers con canasta de Magic.
Esta podía ser perfectamente la entrada a un post sobre el vendecolchismo de los entrenadores y que esto realmente es cosa de los futbolistas, máxime visto lo visto en nuestro club donde siguen pasando cadáveres por el banquillo de una forma impenitente cuando la realidad es que hemos pasado de Luis Fabiano y Kanouté a Negredo y Manu del Moral. Pero no. Hoy no hablamos de nuestro Sevilla sino de Los Angeles.
Leí no hace mucho la noticia de que David Beckham puede recalar en el Anzhi de Eto’o y sinceramente no he podido evitar una sonrisa. Aunque lo desmientan ya sabemos como es esto del never, never, never. Me extrañaría por lo que después veremos, pero tampoco es 100% descartable ya que la profesión de futbolista torna en especialista en el noble arte del picotazo a medida que van cayendo las hojas del almanaque. Se cuentan por cientos los que rozando la treintena buscan acomodo en ligas menos fuertes donde llenar la buchaca en los años inmediatamente anteriores al retiro profesional siendo el último Wesley Sneijder que acaba de firmar un contrato absolutamente de locos con el Galatasaray. Después, pues de todo como en botica. Desde el que apura su carrera buscando una aventura exótica llevándose un buen dinero (no se pierdan los cuatro goles de Del Piero del sábado en la liga australiana) hasta el que directamente va por el taco máximo (Roberto Carlos, Raúl, Eto’o…) pasando por el que va allí donde lo llaman (el desembarco español en Rumanía o lo de Güiza, que no sabía ni a qué equipo iba). Pero de todos la figura más interesante que he conocido metiendo en una batidora la fiscalidad, el glamour, el fútbol, el derecho y las finanzas es un profesional de bandera llamado David Bechkam.
(Fuente: sport.es)
En política se suele dar una especie de metonimia cuando se identifican informalmente leyes con su impulsor si ésta es de una relevancia importante sobre todo desde el punto de vista social. Si yo les hablo de la Ley de Seguridad Ciudadana quizás no sepan exactamente cual es, pero seguro que recuerdan la Ley Corcuera. Y así, pues muchísimas: la Ley Benot, la ley Azaña, etc. Incluso hay términos que se acogen con el nombre de quien los idea:. No hace mucho me enteré que los asuntos propios de los funcionarios, los conocidos «moscosos», deben su nombre a un Ministro llamado Javier Moscoso que los ideó para compensar la no adecuación de los sueldos públicos al IPC.
En temas más mundanos también pasan cosas de estas, pero no ya por el impulso o idea de las mismas sino porque lo protagoniza alguien relevante. Sin ir más lejos, el efecto Streisand del que ya hablé en alguna ocasión. En fútbol es muy destacada la Ley Bosman que, curiosamente, es una ley (no escrita además) de ámbito supranacional. La lucha de Bosman porque todos los futbolistas de la Unión Europea pudieran desempeñar su trabajo sin restricciones de movilidad le dio una notoriedad a nivel histórico futbolero que no pudo conseguir en el campo por sus normalitas condiciones balompédicas.
Pero si hay alguien que se lleva la palma en esto es David Beckham. Salvo que me corrijan creo que es la única persona que ha dado nombre a dos leyes diferentes en dos sitios distintos. Si tú hablas de «la ley Beckham» en España lo estás haciendo de la Ley para el Régimen Fiscal de Impatriados; en cambio «la ley Beckham» en Estados Unidos es la «Ley del Jugador Franquicia» que se creó en la Major League Soccer.
Aunque había alguna salvedad puntual, en España no existía un régimen fiscal especial para los extranjeros que aquí venían a trabajar. Pero hete aquí que el Gobierno Aznar promulgó una norma con beneficios fiscales para los talentos que fijaran su residencia laboral en España de tal forma que nunca iban a pagar más de un 24% durante sus primeros años de labor en España. La leyenda cuenta que dicha ley se pergeñó en el palco del Bernabéu por lo que se la conoce como Ley Beckham al ser el futbolista inglés el primero que se la aplicó. El que gozara de una fiscalidad más laxa no hay duda de que atrajo tanto al inglés como a muchos otros al fútbol de nuestro país. Luisfabiana y kanouteísticamente hablando también nosotros nos beneficiamos, claro que sí.
Pero no fue la última vez. Como es conocido el deporte profesional norteamericano se rige por los topes salariales siendo este uno de los puntos destacados para promover la igualdad de los equipos. Dentro de una horquilla todos los equipos sólo pueden destinar una cantidad equis al pago de salarios lo que ha propiciado que, por ejemplo, la NBA tenga sus «equipos referencias» pero que la competitividad sea máxima con 7 campeones distintos de las últimas 9 ligas. O la NFL donde 20 equipos distintos han ganado las 46 Super Bowl’s disputadas. Igual pasa en Beisbol o Hockey sobre Hielo.
En la MLS también existía este tope salarial. Pero claro. A diferencia de los cuatro deportes mencionados anteriormente donde los norteamericanos tienen las ligas más importantes del mundo, el fútbol (soccer) se ve constreñido a la hora de poseer a los jugadores más importantes. Entre que la liga no es excesivamente atrayente, que nuestro deporte rey difícilmente casa en la cultura estadounidense y que lo máximo que se puede cobrar está estipulado muy por debajo de lo que gana una estrella en Europa, no hay futbolistas de nivel top en dicha liga. En cambio con el rumor de la llegada de Beckham a los Galaxy de L.A. se empiezan a mover hilos hasta que se consigue lo que nadie había logrado. Beckham, otra vez, le da nombre a una ley que se crea ex profeso: la Ley del Jugador Franquicia (Ley Beckham en U.S.A.) que matiza el tope salarial de tal forma que los equipos pueden tener hasta tres jugadores denominados «franquicia» cuya soldada está por encima del máximo asumiéndolo el propietario del equipo. Otra vez bajo el paraguas de la atracción de talento (esta vez se quitan la careta y lo circunscriben al ámbito deportivo) se positiviza que haya excepciones a la norma general. Al igual que en el fútbol español, David Beckham fue el primero que se pudo acoger a esta norma americana tras recalar en la muy glamourosa ciudad de Los Angeles. Allí se le ve codeándose con Jack Nicholson, Megan Fox, Justin Timberlake o los miembros de los Peppers en la grada del Staples Center. Eso, que en los Galaxy él sea el jodido Magic Johnson que tira la falta decisiva, que no veo yo a su queridiísima esposa en Daguestán y que ya está empezando a meter al niño, es lo que me da que pensar que permanecerá en los Galaxy. De momento.
(Fuente: forbes.com)
Ha cambiado leyes en España y Estados Unidos. Ha sido el jugador mejor pagado del mundo en dos etapas aun cuando no debe estar ni entre los 100 mejores de la historia. Y con una edad donde la mayoría están retirados (en unos meses le caen 38 castañas), ahí sigue el tío. Impertérrito e imperturbable y de camino hacia el (quien sabe si) último picotazo.
La diferencia entre Magic Johnson y David Beckham la has explicado en el último párrafo: el primero es de los mejores de la historia en su deporte, y el segundo, no.
Para mí, Beckham es el ejemplo perfecto de futbolista sobrevalorado. Nadie duda de que es (era) bueno, pero no tanto como para la fama que ha adquirido. Evidentemente, la fama ha adquirido por motivos ajenos al fútbol. De hecho, yo pienso de él que es un modelo que en sus ratos libres se dedica al fútbol, y no al revés. Y Los Angeles, para un modelo, es un lugar magnífico para residir. Si encima allí hay un equipo de fútbol que le paga una millonada, pues miel sobre hojuelas.
Por cierto, hablando de dinero vs calidad: Los Red Hot Chili Peppers llevaban camino de convertirse en una de esas bandas míticas, recordadas para siempre, pero ese camino se torció en algún momento y se han convertido en algo completamente diferente. ¿Puede que fuera cuando al señor Keidis le dio por teñirse de rubio?
Un saludo, Alvaro.
Creo que pocos pueden dudar de que David Beckham es (o ha sido) un gran jugador, sobre todo en sus años más exitosos en el Manchester United. Pero de lo que nadie puede dudar es que estamos ante el mayor producto de marketing futbolístico de la historia.
El tío ha sabido moverse -supongo que bien aconsejado- para acaparar todos los focos y que las grandes marcas se fijen en él a la hora de publicitar sus productos. Todo un marketing que le hacía parecer uno de los mejores futbolistas del momento, estando en realidad lejos de serlo. El mismo marketing que convirtió al grupo de su mujer en uno de los más aclamados alrededor del globo (onore a las bolsilleras que caían con los videoclips de las mismas).
Y claro, todas esas marcas suponen un poder suficiente como para no jugar en cualquier lugar del mundo por un quíteme allá esas leyes/normas. Entonces, dicho todo esto, ¿por qué no acabar jugando en el país que más sabe de marketing en el mundo del deporte? Pues ahí estamos, viviendo un final feliz a una historia maravillosa amasando una inmensa fortuna que los que aquí estamos no juntaremos ni en 100 vidas.
Porque, sinceramente, dudo mucho que este tío vaya a Rusia en busca de un último picotazo. Creo, vaya.
Yo creo que Beckham ha sido un futbolista muy importante. Es el único futbolista inglés que ha marcado en 3 Mundiales, ha sido internacional durante 13 años seguidos… En mi opinión es un magnífico profesional, consciente de sus limitaciones y de sus puntos fuertes que sabe explotar. Dentro y fuera del terreno de juego, obviamente.
En twitter me comenta el amigo @kynette27 que tiene papeletas para volver a Milán. No me extrañaría conociendo el club (amante de las viejas glorias y del retorno de sus ex) y la ciudad. Me imagino más a Romeo Beckham y a Victoria Beckham en la Pasarela de Milán que en un Centro Comercial de Daguestán.
En cuanto a los Peppers son y serán para siempre mi banda mítica con independencia del amariconamiento musical infame (salvo retazos de genialidad) de los últimos 13 años
No tiene nada que ver. Pero cuando en ocasiones hemos hablado de poner entradas más baratas nos referimos a la misma filosofía. El factor humano. El factor de cantidad. Lo de la elasticidad de la demanda. Lo intangible de lo tangible. Es un concepto de cerrados total el pensar en recaudar más sólo poniendo las entradas de fútbol más altas.
Si tú la pones a 50 euros, van 20 y recaudas 100. Si la pones a 20 euros, van 50 y recaudas 100. Y siempre será mejor que vayan 50 porque te compran camisetas, consumen en el campo, la grada anima más cuando hay más gente….
Lo de Beckham pues algo parecido. El tío no es el mejor, pero debo pagarle como el mejor porque gracias a él voy a llevar al campo a mucha más gente. El glamour por las nubes. El equipo y la cara del gachó todo el santo día en la televisión y en la prensa. Los empresarios de las primeras marcas llamando a tu puerta todo el día. Lo intangible de lo tangible. O viceversa
Y ahí, el amigo Deivid es un fiera
Un saludo a ambos y decirle al amigo Rafa que mucho ánimo que ya queda menos para que acaben los Carnavales (jsjsjsjsjs)